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LAGUNA |
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f. Depósito natural de agua, normalmente dulce, de
superficie inferior al lago. ||
2.
Defecto o vacío en una serie o
conjunto.
Andalucía, que carece de lagos propiamente dichos,
es sin embargo abundante en lagunas, con la propiedad de que casi todas
ellas son receptoras de importantes y variadas poblaciones de aves.
Muchas también sufren estiajes que las dejan temporalmente sin agua. El
número de lagunas andaluzas ha descendido considerablemente en la época
contemporánea, bien por desecación promovida por los gobiernos para ganar
tierras de cultivo, como ocurrió en la posguerra con la Janda, en la
provincia de Cádiz, bien por procesos naturales más lentos, como en la
laguna de Padul, en Granada.
La más importante hoy es la de Fuente de Piedra,
situada en el norte de la provincia de Málaga, con 1.364 ha de
superficie, laguna endorreica "no recibe aguas de ríos", y poblada cada
primavera por miles de flamencos. Todo el sur de la provincia de Córdoba
y el vecino norte de la de Málaga son ricos en pequeñas lagunas, y casi
todas ellas están actualmente protegidas por sus valores
medioambientales. Es el caso de La Ratosa y Campillos, en Málaga, y Zoñar
"con 66 ha y paraíso del pato malvasía", Salobral y otras en Córdoba.
Practicamente no hay provincia andaluza que no tenga alguna. En Huelva
destaca la laguna de El Portil, de 15 ha, muy cerca del litoral y hoy
ahogada por construcciones turísticas. En Jaén las de Chiche, cerca de
Alcaudete "6,5 ha", o la Laguna Grande cerca de Baeza, en Cádiz las de
Medina y Los Jarales. En Almería destaca la laguna del Hornillo, en el
termino de Roquetas, que alcanza las 65 ha. La laguna de las Yeguas, en
Sierra Nevada, a 2.900 m., es la más elevada de España. No faltan tampoco
complejos endorreicos, es decir, formados por pequeñas lagunas, como los
de Espera y Chiclana en Cádiz o la Lantejuela en Sevilla.
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