(villanueva de córdoba, 1945). Poeta.A los 18 años aprueba las oposiciones y empieza a trabajar como maestra, iniciando los estudios de Filosofía y Letras coincidiendo con la apertura de la Facultad de Córdoba, en cuya ciudad reside desde 1972, aunque no termina la licenciatura. Publica, en poesía, Cóncava mujer (1978), Del dolor y las alas (1982), Paranoia en otoño (1985), Narcisia (1986), Arte de cetrería (1989), Alta traición (1990), Fisterra (1992), No temerás (1994), Del color de los ríos (2000), El extranjero (2000). Asimismo, su obra se compila en las antologías Alada mía (1995) y Memoria della luce (1996), en traducción al italiano. En prosa, Valium 5 para una naranjada (1990). Como traductora publica Veinticinco años de poesía en Italia (De la neovanguardia a nuestros días) (1990), en colaboración con E. Coco. Incluida en las antologías The defiant muse (1986), Panorama antológico de poetisas españolas (1987), Conversaciones y poemas (1991), Entre el sueño y la realidad. Conversaciones con Poetas andaluces (1994), Poesía andaluza en libertad (2001), De lo imposible a lo verdadero. Poesía Española 1965-2000 (2000). Algunos estudios críticos sobre su obra son Temática y pensamiento en la poesía de Juana Castro (1996), de Encarna Garzón García, y Trayectoria poética de Juana Castro (1978-1992), así como Sujeto femenino y palabra poética. Estudios críticos de la poesía de Juana Castro (2002).
Recibe premios como el Carmen Conde, el Juan Ramón Jiménez, el Bahía de Algeciras, el Carmen de Burgos de artículos periodísticos o el Meridiana del Instituto Andaluz de la Mujer. Es miembro correspondiente de la Real Academia de Córdoba de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes desde 1991. Es también autora de reseñas literarias y críticas y articulista de opinión en el diario Córdoba y en el desaparecido La Voz de Córdoba . Según Pedro Ruiz Pérez, "la poesía de Juana Castro ha girado en torno a la mujer, menos como una mera afirmación de la condición femenina o la búsqueda de un lenguaje específico y diferenciador que como una indagación en la vivencia compleja de una mujer múltiple, pero esencialmente una, protagonista, objeto y referencia constante de su escritura". Para Encarna Garzón García, "en su trayectoria podemos distinguir cuatro temas "vitales" que, por orden de interés, son el amor, la mujer, el dolor y la naturaleza; y un tema, el cuerpo, que, sin ser vital, es muy recurrente". En palabras de Pablo García Baena, "la poeta, en el legado de la mejor tradición cordobesa, engarza siempre la palabra cuidada, justa, centelleante en el acierto. Para su obra habría que citar al envés el versículo bíblico: "No me llaméis amarga sino hermosa" [...] El conocer poético de Juana nos sorprenderá siempre. Y será ella la mujer, la que clama de antiguo en los mitos, en el surco de la tierra madre calcinada. Apenas encontraremos un poema en el que no reconozcamos en su voz un aliento de siglos que llega con las hembras ataviadas como sacerdotisas para el rito del dolor en los partos..." Y Vicente Núñez: "Hay en la poesía de Juana Castro un invento textual del sexo. Porque toda palabra alzada es sexual. Y se agita indiferente ante la belleza que no surja del latigazo de su soporte." Sobre Arte de cetrería , obra que cosecha las mejores y más numerosas críticas "es finalista del Premio Nacional de Poesía en 1990", escribe Manuel Alvar: "Estos versos forman parte de un libro hermoso por la belleza intrínseca de sus poemas(...) Juana Castro ha tomado lo que pudiera ser arte doctrinal, lo ha desempolvado y lo ha hecho servir, inédito y nuevo, para las zozobras del amor en nuestros días". [ Antonio Ramos Espejo ].
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