Ciudad ibera y romana situada a siete km. de Linares (Jaén) en el lugar de Cazlona, junto al río Guadalimar, mencionada por Estrabón y perteneciente a los oretanos según Ptolomeo. Las serranías inmediatas, el saltus Castulonensis, constituyen el límite entre las provincias Baetica y Tarraconensis en época romana imperial. Cástulo se emplaza en un cerro amesetado ocupado desde la Edad del Bronce y desde época temprana está vinculado a la explotación de los metales de Sierra Morena, en particular la plata, atrayendo pronto las relaciones con los colonizadores fenicios y convirtiéndose en un centro orientalizante que alberga un santuario singular de influencias orientales "como el de La Muela" y que crece hasta dar lugar al oppidum oretano de Cástulo, uno de los más importantes de Andalucía. A la época ibera se pueden adscribir algunos paños de la muralla con bloques ciclópeos de la ciudad, así como algunos elementos arquitectónicos, como relieves y capiteles. Son mejor conocidas las necrópolis de incineración del Molino de Caldona, Los Patos, Estacar de Robarinas, Baños de la Muela, Estacar de Luciano y Los Higuerones, situadas cronológicamente entre los siglos VI y II a.C.
Durante la conquista bárquida, Cástulo se alía con los cartagineses, desposando Aníbal a la princesa Imilce * , oriunda de esta ciudad. En la Segunda Guerra Púnica, Cástulo se pasa al bando romano permitiendo que invernara su ejército en 211 a.C., pero tras la derrota de los hermanos Escipiones vuelve a aliarse con Cartago. A consecuencia de la victoria de P. Cornelio Escipión * en Baécula * en 208 a.C., Cástulo es asediada por los romanos, entregando el rey oretano Cerdubelo la ciudad a espaldas de la guarnición cartaginesa. Desde este momento se establece un pacto de alianza con Roma que dejaría a la ciudad inmune del pago de tributos, aunque obligada a albergar guarniciones y ayudar a Roma. Acuña moneda de bronce desde el siglo III a.C. hasta el I a.C. con leyendas iberas y latinas. Cástulo es desde la conquista un importante cruce de caminos entre el Levante y el Sureste con Andalucía, haciendo confluir varias vías romanas. Bajo Julio César obtiene el estatuto de municipio de derecho latino con el nombre de Caesarii Iuvenales, documentando las inscripciones castulonenses la existencia de instituciones y magistraturas municipales, así como de culto imperial. En el Alto Imperio, Cástulo se adscribe a la provincia Tarraconense, conservándose de esta época los restos de edificios monumentales "como un templo, un posible teatro, una villa urbana y termas, así como un gran depósito de agua y las murallas de la ciudad". En el Bajo imperio se reconstruye la muralla, reorganizándose la fisonomía urbana de la ciudad, que alberga una temprana comunidad cristiana representada por su obispo en el Concilio de Elvira * . La ciudad está habitada hasta época visigoda. [ José Luis López Castro ].
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