La Compañía de los Caminos de Hierro del Sur de España "en adelante, Sur de España" se constituye en Madrid el 26 de junio de 1889. Unos días antes le había sido concedida la construcción y explotación de la línea ferroviaria de Linares a Almería al banquero catalán Ivo Bosch Puig (1852-1915) como presidente de grupo inversor Crédit Mobilier y de su filial el Banco General de Madrid. Esta sociedad había perdido el esplendor de cuando los hermanos Péreire habían realizado importantes inversiones en España, como la construcción y explotación de ferrocarriles en torno a la Compañía de los Caminos de Hierro del Norte de España. Con Ivo Bosch al frente, afrontaba inversiones en los ferrocarriles de Puerto Rico, Teléfonos de Madrid o la Compañía de Cables Submarinos, entre otros.
La larga y difícil concesión de esta línea del sureste andaluz tenía su origen en el proyecto realizado, por encargo de la Diputación Provincial de Almería en 1873, por el ingeniero José Trías Herráiz (1841-1898). La complicada orografía de la zona que atravesaba el trazado propuesto, la falta de inversores y las dudas sobre la rentabilidad del negocio hacen que las sucesivas subastas realizadas fueran declaradas desiertas por falta de licitadores en junio de 1880, en septiembre de 1882 y en febrero de 1887. El proyecto parecía entonces condenado a convertirse en una empresa imposible. La aparición de Ivo Bosch y del importante grupo inversor que lo respaldaba provoca un giro en la situación y, a cambio de cierta laxitud interpretativa en la orden de concesión que mejora notablemente la subvención estatal que recibiría la compañía explotadora, se consigue llevar a cabo este proyecto que venía a cubrir el desierto ferroviario del Sureste andaluz.
Sur de España tiene una azorosa andadura comercial y económica desde la fecha de su constitución, en 1889, hasta su desaparición definitiva en 1929. Esos 40 años de actividad pueden dividirse en dos periodos, 1889-1915 y 1916-1929. Esta división está marcada por la fecha del fallecimiento del promotor e impulsor de la empresa, Ivo Bosch, y el posterior arrendamiento de la explotación de las líneas de Sur de España a la Compañía de los Ferrocarriles Andaluces "en adelante, Andaluces", momento en el que se inicia el segundo periodo que concluye con la definitiva absorción de aquélla.
La compañía ferroviaria amplia su inicial red de 228 km. entre la ciudad minera de Linares y Almería con la incorporación de la línea de Moreda a Granada, de 56 km., en 1904, y la construcción de los ramales de La Calahorra a las Minas de Alquife (11 kilómetros) en 1899, estación de Gérgal a Gérgal-Cruz de Mayo (6 km.) en 1899, de Huéneja-Dólar a Minas del Marquesado (14 km.) en 1916 y Almería al puerto de Almería (2 km.) en 1925. Igualmente, se realizan importantes inversiones en la infraestructura ferroviaria destinadas a conseguir una óptima explotación, entre las que destaca la construcción de la primera línea electrificada del ferrocarril de vía ancha en España entre las poblaciones almerienses de Santa Fe-Alhama y Gérgal en febrero de 1912.
El primer periodo (1889-1915) es el momento de vida propia y autónoma de la compañía ferroviaria, iniciándose por parte de los gestores de Sur de España una fase de expansión y consolidación en el panorama empresarial ferroviario español. La insuficiencia de los recursos económicos propios empuja a los gestores de la compañía a recurrir a la financiación externa mediante la emisión de obligaciones, que constituyen la base de su financiación en la primera fase de construcción y puesta en explotación de sus líneas, entre 1890 y 1910. El volumen de la emisión de obligaciones alcanza en 1900 los 28,2 millones de pesetas y se inician a partir de ese momento los problemas económicos que lastran gravemente a la compañía. La imposibilidad de hacer frente al pago de los cupones de los obligacionistas, además de generar un serio contencioso con los representantes de éstos, hace optar a la compañía a convertir parte de estos cupones atrasados y no cobrados por los obligacionistas en acciones preferentes al 6%.
El tercer capítulo de la financiación de la inversión ferroviaria era en la mayoría de las compañías ferroviarias la aportación del Estado mediante subvenciones a fondo perdido sobre kilómetros de ferrocarril abiertos al tráfico. Sur de España consigue una subvención de las más elevadas del ferrocarril español, unas 132.000 pesetas por kilómetro, muy superior a las 60.000 pesetas por kilómetro inicialmente previstas, y que cubrían hasta el 50% de la inversión necesaria, pero dados los elevados costes de construcción previstos hacían necesario un gran esfuerzo inversor por parte de la iniciativa privada.
Los problemas económicos no se resolverían. Los ingresos de explotación difícilmente superaban a los crecientes gastos, lo que provocaba que, una vez que se deducían los impuestos y la carga financiera, la cuenta de resultados ostentara el triste récord de ser siempre negativa. Las deudas de la compañía cada vez eran mayores y tras la muerte de Ivo Bosch, en 1915, Andaluces se convierte en el principal acreedor de Sur de España. Desde ese momento hasta la definitiva incorporación a la compañía ferroviaria malagueña, los gestores buscan el modo de sanear las cuentas para verificar la operación. La declaración de Empresa de Activo No Saneado por parte del Consejo Superior de Ferrocarriles por Real Orden de 28 de septiembre de 1926 obliga a la compañía a realizar una operación financiera destinada a eliminar las cargas de las obligaciones y a la conversión de éstas en capital social, bien mediante acciones de nueva creación, bien en bonos de participación de valor nominal nulo. Esto permite que Sur de España fuese declarada Empresa de Activo Saneado el 27 de mayo de 1929, y que quedase libre el camino para la integración de sus líneas en Andaluces. El precio de venta de la red queda fijado en 20,2 millones de pesetas.
Desde ese momento, y tras la sesión extraordinaria de accionistas celebrada en Madrid el 29 de junio de 1929, se decide la venta de todas las líneas y ramales, con todos sus inmuebles y con todos los derechos y obligaciones a la Compañía de los Ferrocarriles Andaluces.[ D. C. V.]
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