(burgos 1379-toledo 1406). Rey de Castilla. Monarca desde el año 1390 a 1406, apodado el Doliente. Hijo del rey Juan I de Castilla y de doña Leonor de Aragón. Cuando accede al trono tan sólo tiene once años, por lo que el reino es gobernado por una Junta de Regencia encabezada por Pedro Tenorio, arzobispo de Toledo. Sin embargo, las disputas por el poder entre los miembros de la Junta de Regencia provocan una total anarquía en el reino "los parientes más próximos del rey, don Fadrique, duque de Benavente, don Alfonso de Aragón, marqués de Villena, y doña Leonor, reina de Navarra, se enfrentan a Pedro Tenorio y a su aliado, Juan García Manrique, arzobispo de Santiago". Esto permite que se cree un Consejo Real integrado por catorce representantes de las ciudades, más ocho nobles y dos arzobispos. De nuevo, sus diferencias son la causa de un desgobierno que se traslada a los concejos más importantes del reino, donde se generalizan las luchas civiles y de banderías entre los diferentes bandos litigantes. Es lo que ocurre en Sevilla, donde se produce el enfrentamiento entre los Guzmán * y los Ponce de León * , coincidiendo con la aparición de un fanático arcediano, de nombre Ferrán Martínez * , que comienza a predicar en contra de los judíos, provocando la ira del pueblo llano hasta el punto de atacar su aljama (15 de marzo del año 1391), acción que se expande por todo el reino. La alta nobleza, con don Pedro Tenorio a la cabeza, intenta por todos los medios hacerse con el poder, pero los nobles de segunda fila, apoyados por el arzobispo de Santiago, lo impiden, declarando a Enrique III mayor de edad el 2 de agosto de 1393 y ocupando los puestos más importantes del reino.
El gobierno personal del rey se caracteriza por desarrollar una política autoritaria y centralizadora frente a la alta nobleza, para lo cual se rodea de nobles de segunda fila, que cierran filas en torno al rey: Juan Hurtado de Mendoza, mayordomo; Diego López de Estúñiga, justicia mayor; Ruy López Dávalos, condestable de Castilla; Pero López de Ayala... Consigue vencer a sus familiares más directos, lo que le da el poder suficiente para prescindir de las Cortes, que ven notablemente reducidas sus funciones. En política exterior, continúa unas fluidas relaciones con Francia. Su matrimonio con Catalina de Lancaster (1388) acaba con las hostilidades entre Inglaterra y Castilla, facilitando el comercio castellano en el Atlántico, a la vez que se establecen relaciones comerciales con Inglaterra. En el problema del cisma, desarrolla una política independiente a Francia, manteniéndose fiel al papa de Avignon, después de algunas vacilaciones.
A fin de facilitar el comercio inicia una política de acoso a la piratería, destacando en este sentido la escuadra enviada en 1400 a Tetuán y las correrías del conde de Buelna por el Mediterráneo. Además financia algunas expediciones importantes, como la proyectada en el año 1404 por dos franceses, Juan de Béthencourt y Gadifer de la Salle, quienes toman posesión, en nombre del rey Enrique III, de las Islas Canarias. Asimismo, envía dos embajadas castellanas a la corte de Tamerlán, vencedor de los turcos, comandadas por Gómez de Sotomayor y Hernán Sánchez de Palazuelos, la primera, y por Ruy González de Clavijo, la segunda, clara muestra del interés de Enrique III por los asuntos mediterráneos.
Tras conseguir la paz interior y exterior, en 1406 inicia la guerra contra Granada, fecha en la que el reino nazarí rompe por su cuenta las treguas e invade territorios del reino de Murcia. Las tropas castellanas reaccionan con celeridad, defendiendo adecuadamente los puestos fronterizos más importantes, lo que no evita la pérdida de poblaciones de relieve, como Ayamonte. No obstante, Enrique III obtiene una resonante victoria cerca de Baeza, en la famosa batalla de los Collejares. Sin embargo, ésta no es decisiva, por lo que inicia los preparativos de una gran campaña que no puede llevar a cabo al sobrevenirle repentinamente la muerte. Deja como sucesor a Juan II, un niño de tan sólo meses de edad, iniciándose la regencia de Catalina de Lancaster. [ María Antonia Carmona Ruiz ].
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