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PINAR, EL |
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(GR). Municipio granadino del Valle de Lecrín
formado en 1974 al unirse los municipios de Pinos del Valle
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(836 h.), Ízbor
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(258 h.), Acebuche (31 h.) y Tablate, que está
abandonado. En total reúne 1.125 h. en 2005 y cuenta con un término
municipal de 38 km
2
, situados entre las estribaciones nororientales de
la Sierra de los Guájares y el embalse de Béznar. La existencia en esta
tierra siempre es bastante dura pese a la fertilidad de los campos de
cultivo, de ahí que la población nunca haya sido muy elevada. Durante
siglos sus habitantes sufren los ataques de los monfíes moriscos (
->
véase
Monfí
), que viven en las montañas y en los que se quiere
ver un antecedente histórico del bandolerismo andaluz. Tras la expulsión
parcial de los moriscos "algunos se quedan y otros regresan" éste lugar
es repoblado con 36 nuevos colonos. Durante el siglo XIX la zona vive un
periodo de florecimiento económico, sobre todo gracias a la actividad de
la arriería, que se encarga de llevar a la ciudad y a la costa vino y
aceite, y de transportar pescado al interior. La filoxera primero y más
tarde la emigración hunden estos pueblos en una fuerte depresión, de la
que todavía no se recuperan, si bien surgen tímidas esperanzas gracias al
turismo rural. El núcleo de Pinos del Valle, de calles blancas y trazado
árabe, consta de tres zonas bien diferenciadas, el Barrio Bajo, el Barrio
Alto y otro más moderno conocido como Las Eras. En el Bajo se conservan
patios de planta morisca, lagares y bodegas de vino. Entre sus
principales monumentos se hallan la iglesia parroquial de la Inmaculada,
declarada en 2004 Bien de Interés Cultural; la iglesia de San Sebastián,
del siglo XIX; y la ermita del Santo Cristo del Zapato, construida en
1925 en la cima del monte Chinchirina, a 1.059 m. de altitud. En el
núcleo de Ízbor destaca la iglesia de San José del siglo XVI y la torre
de Ízbor, ambos en un estado de conservación preocupante. En el
abandonado Tablate destaca el antiguo puente, la iglesia del siglo XVI y
una fortaleza del siglo XVI construida para vigilar el estratégico
puente, paso obligado hacia las Alpujarras. En el término municipal
existen, asimismo, numerosos manantiales, como las fuentes del Olivo y la
del Cura, la Fuentecica, el Juncal, la fuente Fría o el nacimiento del
Zaza, del que parte un acueducto romano.
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