| (ronda, málaga, 1754-1839). Matador de toros, de nombre Pedro Romero Martínez. Se le considera uno de los fundadores de la tauromaquia y es conocido por su extraordinario poderío ante los toros. Nace en Ronda el 19 de noviembre de 1754 y es el segundo hijo varón del matador de toros rondeño Juan Romero. Pronto siente la llamada del toreo y debuta en Los Barrios (Cádiz) en una fiesta organizada por señores de Ronda, por la que percibe 125 reales. Con 17 años, su padre le lleva en su cuadrilla y le cede los toros que considera que pueden servirle como entrenamiento al futuro matador. Poco a poco va ganándose la admiración del público, existiendo la teoría de que ya torea en Ronda en 1771 y en 1772 lo hace en la Real Maestranza de Sevilla. Más probado es que en 1775 se presenta en Madrid junto a su padre, que le cede algunos toros. Vuelve a esta plaza al año siguiente, en el que hay constancia que mata 285 toros, superando ya la fama de su propio progenitor. Entra en competencia con Costillares, que ya había sido rival de su padre, y el público se beneficia de ello porque asiste a uno de esos momentos de apasionamiento que han jalonado la historia del toreo. Una pugna mantenida con este torero impide que toree en 1777 en Madrid, volviendo un año después, en 1778, cuando se inicia su competencia con Pepe Hillo. Con este torero coincide por primera vez en la plaza de Cádiz y la pugna con él será constante, sobre todo en plazas como la Maestranza de Sevilla y otros cosos andaluces. En 1781 no acude a Madrid y las temporadas de 1782 y 1783 aparece contratado por la Real Maestranza de Sevilla, cobrando 12.000 reales. En 1785 inaugura la plaza de toros de Ronda, su ciudad, y torea en Madrid sin interrupción desde 1791 a 1799, año en que da por concluida su carrera taurina.
Pedro Romero no sufre ni un solo percance en su carrera a pesar del elevado número de toros que mata, que él mismo cifra en 5.600 en una de las cartas que envía a Antonio Bote, lo que da una idea de su destreza y su maestría. Los aficionados de su tiempo destacan el hecho de que Romero no dejara nunca un toro sin matar por cogida o percance en el ruedo. Se retira a Ronda y obtiene el empleo de ?visitador de los estancos de este partido?. No acude a la funciones de toros que en su ciudad se celebran, en lo que supone un total alejamiento de los ruedos. Pero en 1830, a petición del conde de la Estrella, se funda la Escuela de Tauromaquia de Sevilla. Como su situación económica era precaria, acude al Rey tras comprobar que no cuentan con él para ejercer su magisterio en la mencionada escuela. Éste le concede el cargo de primer maestro de la Escuela de Tauromaquia.
Romero cuenta con 76 años, pero todavía se encuentra en buena forma física. Una vez disuelta la Escuela de Tauromaquia, Pedro Romero actúa por última vez en Madrid, pese a su avanzada edad, a petición de unos aficionados. De regreso a Ronda, fallece el 10 de febrero de 1839, con 84 años. Ejemplo de valor y capacidad, pasa a la historia como uno de los matadores más importantes, destacando su destreza en la suerte de recibir, que los historiadores taurinos califican de ?infalible?. En este sentido, en 1795 publica Diario de Madrid un artículo en el que se puede leer: ?Su mérito no consiste en la fortuna del matar, sino en el arte y modo lúcido con que mata, que siempre es el mismo. Sepa V.M. que el timón de esta nave es la muleta, en que es Romero inimitable, ya llevándola horizontal al compás del ímpetu del toro, ya llevándola rastrera como barriendo el piso donde ha de caer?. Otra de sus cualidades elogiadas por los tratadistas es su gran sentido de la responsabilidad como director de lidia. En definitiva, Pedro Romero es uno de los grandes de la tauromaquia y uno de los fundadores del toreo, que llena 25 años de la historia de este arte. Sus hermanos José, Gaspar y Antonio también serían matadores de toros, así como su padre, Juan Romero, y el padre de éste y abuelo de Pedro, el que da nombre a la estirpe: Francisco Romero * .[ José Enrique Moreno Zaragoza ]. || Romero, Francisco. (ronda, málaga, siglo xviii). Matador de toros. Es la cabeza visible de una de las estirpes taurinas más destacadas del siglo XVIII, que sientan las bases del toreo a pie entre las ciudades de Ronda, Sevilla y Chiclana. Es de los primeros matadores que usa la muletilla, espera al toro cara a cara y a pie firme para estoquearlo. Sustituye el tradicional calzón por un prototipo de traje de luces, que consta de calzón y coleto de ante, correón ceñido y mangas atacadas de terciopelo negro para resistir las posibles cornadas. Es citado como matador destacado por Nicolás Fernández de Moratín en sus Cartas históricas sobre 1726: ?Por este tiempo sobresalió a pie el de Ronda, Francisco Romero, que fue uno de los primeros que perfeccionaron este Arte?. || Romero, Juan. (ronda, málaga, siglo xviii). Matador de toros. Es hijo del anterior y padre de la gloriosa estirpe taurina de Ronda, que tiene como principal protagonista a Pedro Romero Martínez * . No se puede asegurar el año de su nacimiento ocurrido en Ronda. La tradición arguye que es el creador de la cuadrilla de auxiliares. No sólo es conocido en Ronda, sino que también hay plazas que cuentan sus famosas faenas, como Madrid, Zaragoza, Pamplona o Murcia. En 1762 aparece anunciado en Sevilla junto a José Cándido y Joaquín Rodríguez para sumar en sus actuaciones hasta un total de 300 reales. Lo mismo hace en 1772 en la Corte, donde es muy considerado. Pocos años después, en 1776, actúa en compañía de su hijo Pedro. Con el tiempo se transforma en maestro y asesor de su vástago. Todavía le acompaña en los carteles entre 1778 y 1779, en que se retira definitivamente.
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