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SILOé, DIEGO DE |
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(burgos 1490-granada 1563). Arquitecto y escultor. En Burgos aprende el arte de la escultura de su padre, Gil de Siloé. En 1516 viaja a Italia con Bartolomé Ordoñez, trabaja sobre todo en un amplio retablo de mármol en San Giovanni a Carbonara (Nápoles) y recibe la influencia de Miguel Ángel. Vuelve a Burgos en 1519 y prosigue la ejecución del sepulcro de Luis de Acuña para la capilla de Santa Ana, en la catedral, y realiza la famosa Escalera Dorada, su primera obra arquitectónica, claramente influido por el renacimiento italiano. En la catedral burgalesa sigue trabajando varios años. En 1522 realiza el retablo de piedra para la capilla del arzobispo Acuña, y completa el retablo de Santa Ana, en la Capilla del Condestable, que había dejado sin concluir su padre. En 1524 realiza el retablo mayor de la capilla del Condestable, la mejor obra del renacimiento burgalés. En los años siguientes interviene en diversas obras fuera de Burgos ciudad, como la iglesia de Santiago de la Puebla (Salamanca). Realiza la sillería de San Benito de Valladolid (1525-1528). La composición oval de la Sagrada Familia y San Juan, hoy en el museo vallisoletano, en madera rojiza sin policromar, es por su belleza y clasicismo una de los mejores trabajos escultóricos del artista. En 1528, asume la dirección de las obras de la catedral de Granada, a la muerte de Enrique Egas, que la había iniciado en estilo gótico. La catedral será su obra maestra, un encargo que recibe del emperador Carlos V y que replantea en estilo renacentista, aunque su clasicismo es muy personal ya que mantiene la verticalidad del gótico. Desde de esa fecha y hasta su muerte se multiplican los encargos en Andalucía para el burgalés. Dirige las obras de la catedral de Guadix, interviene en la cabecera de la de Málaga y en la sacristía de la de Sevilla, y hacia 1540 realiza el patio de la Real Chancillería de Granada. Por esas fechas traza también la iglesia granadina de Santa Ana y el Pilar del Oro, junto a ella. Como escultor trabaja especialmente las puertas del templo granadino, como la notable puerta del Perdón, y la de San Jerónimo y realiza las esculturas orantes de los Reyes Católicos. En su obra destaca la fantasía de la decoración, la preferencia por las figuras sueltas y la delicadeza que muestra siempre, rasgos que suponen el inicio de una escuela granadina de escultura. En 1543 traza la iglesia de Montefrío (Granada). Tambien destaca su trabajo en el monasterio de San Jerónimo, también en Granada, panteón del Gran Capitán, especialmente la capilla mayor. [ Antonio Checa Godoy ]
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