Revista fundada en Valencia en 1946 por el periodista José Ángel Ezcurra, quien dirige ininterrumpidamente la publicación hasta su cierre en 1982. Aunque en sus inicios recoge contenidos variados -centrados, principalmente, en el cine y el teatro-, Triunfo amplía su espectro informativo en 1962, ya con sede en Madrid e integrado en el grupo empresarial Movierecord. Desde ese momento, el semanario toma el modelo de los news magazines consolidados en Europa -como es el caso de Paris-Match- para profundizar en los temas culturales, pero también para describir el panorama político internacional con grandes reportajes. Gracias a un diseño atractivo y la incorporación progresiva de periodistas de la talla de Eduardo Haro Tecglen, Miret Magdalena o Manuel Vázquez Montalbán, Triunfo muestra una visión de la actualidad más aperturista, que orilla en ocasiones la censura franquista y la estricta vigilancia de la Ley Fraga de 1966.
Desde la década de los setenta, la revista toma un cariz más comprometido y crítico con la política nacional. Impulsado por uno de sus redactores-jefe, el onubense Víctor Márquez Reviriego * , Triunfo abre sus páginas a la situación política, social y cultural de Andalucía, dando prioridad a los reportajes de investigación y los artículos de colaboradores como Carlos Castilla del Pino * o José Aumente Baena * . Precisamente, un artículo firmado por este último en abril de 1975, con el título "¿Estamos preparados para el cambio?", supondría la suspensión de Triunfo durante cuatro meses, justo en las fechas en las que se produce la muerte del dictador Franco. Hasta tal punto se dirige la mirada hacia el Sur que Triunfo puede considerarse como una revista netamente andaluza, por la amplitud de sus firmas y el tratamiento de su información, ya sea el proceso autonómico, los conflictos laborales, el paro o la emigración.
Dos colaboradores fijos, como son Antonio Burgos * -en la parte occidental de Andalucía- y Antonio Ramos Espejo * -en el ámbito oriental-; así como los periodistas José Aguilar * , José Antonio Gómez Marín * , José María Vaz de Soto * o Antonina Rodrigo * , componen la nómina andaluza de Triunfo . En el ámbito cultural, el crítico de arte José María Moreno Galván * -el andaluz con mayor trayectoria en la revista- se encarga de ofrecer una perspectiva renovada del flamenco, con el objetivo de dignificar esta manifestación artística. En paralelo, autores afincados en Andalucía, como Ian Gibson * , revisan aún durante el franquismo la obra y la biografía de Federico García Lorca; al mismo tiempo, que se recupera la literatura de los andaluces en el exilio, como ocurre con Antonio Machado, Luis Cernuda o Rafael Alberti.
Una vez restaurada la democracia, y tras haber conseguido la independencia económica en 1970, Triunfo desaparece paradójicamente en 1982 por problemas financieros. A pesar del cierre, la cabecera se mantiene vigente en el imaginario colectivo por su aportación progresista, sobre todo en el periodo de la Transición española, como semanario de vanguardia y escuela de reconocidos periodistas. Desde 2006, gracias a un acuerdo entre José Ángel Ezcurra y la Universidad de Salamanca, la edición completa de Triunfo aparece digitalizada en Internet, con el objetivo de convertirse en un instrumento útil tanto para sus antiguos lectores como para futuros investigadores. [ José Romero Portillo ].
|