| (CA). Municipio de la Comarca de la Sierra de Cádiz, se sitúa en la parte nororiental de la provincia, en el corazón del Parque de Grazalema (declarado Parque Natural y Patrimonio de la Humanidad) y en las estribaciones de la Sierra del Jaral. Cuenta con un término municipal de 72 km2 y su casco urbano, que ciñe una abrupta peña donde se sitúa la fortaleza árabe, está a una altura de 500 m. En 2006 viven 1.552 h. Aunque se dan restos del Calcolítico y del Neolítico, el actual asentamiento tiene origen iberorromano, encontrándose bajo sus calles algunos restos de esta época, como un león tallado en piedra o un trozo de columna. Es durante la época musulmana, sin embargo, cuando Zahara (nombre árabe) recibe su singular importancia histórica. Los andalusíes aprovechan la peculiar orografía del terreno para fortificar la escarpada peña, descrita en el siglo XVII por Pedro de Gamaza Romero y de Aragón ?como una peña tajada que sólo tiene entrada por una parte al poniente, donde tiene una parte fortísima, con torres, baluartes, murallas y otras fortificaciones?. Se integra en la cora del Califato de Sidona y, en el siglo XI, en la taifa de los Banu Jizrun de Arcos, primero, y en el extenso reino de los abbasíes sevillanos, después, para pasar en el XIII al reino almohade de Sevilla.
Las primeras noticias escritas de Zahara de la Sierra proceden de 1282, cuando las crónicas recogen una entrevista en esta fortaleza entre Alfonso X el Sabio y el sultán Aben Yusef de Marruecos. Los castellanos la toman por primera vez en 1407, aunque vuelve a manos nazaríes en 1481 y esta fecha es considerada clave por los historiadores, puesto que se asume que es a partir de ese momento cuando los Reyes Católicos emprenden la guerra definitiva contra el Reino de Granada. La villa, de esta forma, es rendida mediante capitulaciones en 1483 por Rodrigo Ponce de León, y es cedida a ésta por la Corona como muestra de gratitud, permaneciendo parte de la población autóctona. Sus monumentos más importantes son la iglesia de Santa María de Mesa, del siglo XVII, la torre del reloj, del XVI, los restos del castillo y de la torre del homenaje, y las ruinas de la antigua iglesia mayor, construida tras la primera conquista cristiana en 1407. Su principal atractivo, sin embargo, es su patrimonio natural. En sus alrededores se encuentran parajes de singular belleza como la Garganta Verde, la Garganta Seca o los pinsapares del Llano de Revés o el Puerto de las Cumbres. Su economía es de base agrícola y ganadera, aunque en los últimos años cobra fuerza el turismo rural. Sus fiestas más importantes son el Carnaval y el Corpus, y en su gastronomía sobresalen las tortillas y los guisos de espárragos, las tagarninas y dulces como la carne de membrillo.
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