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BENAOJáN |
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(MA). Municipio de 1.630 h. y 31,9 km2 de extensión, situado en el Valle del arroyo Montejaque, dominado por las sierras de Juan Diego y la del Palo y cercano a la frontera de la provincia de Málaga con la de Cádiz y a la Sierra de Libar, que da entrada al Parque Natural de la Sierra de Grazalema. El relieve de Benaoján es accidentado ya que el río Guadiaro se encaja entre las sierras al sur del municipio cuyo casco urbano conserva su esencia árabe. Aunque por sus tierras pasan celtas, romanos y visigodos, a la época árabe se remonta su pasado histórico mejor documentado: la tribu bereber de los Oján se asienta en su territorio y construye una fortaleza que se rinde a las tropas cristianas en 1485. Los moriscos permanecen en la villa y participan en la rebelión del siglo XVI hasta su expulsión definitiva. El monumento más significativo, dentro del casco urbano, es la iglesia parroquial del Rosario, del siglo XVII aunque reformada un siglo más tarde, de primitiva construcción gótica con armadura de madera, portada con arco de medio punto y torre con dos cuerpos rectangulares y otro ochavado para el campanario. Rodeado de sierras calizas, el territorio de Benaoján está plagado de cuevas, habitadas por los pobladores primitivos de la zona y entre las que destaca la de La Pileta * . En ellas se encuentran hachas, utensilios de piedra, restos humanos fosilizados, fragmentos de cerámica y pinturas rupestres. De gran valor arqueológico y espeleológico es la Cueva del Gato * , de la que, tras un recorrido subterráneo de 4 km., emergen las aguas del río Guadares. Otra gruta de gran interés es la de Hundidero, cuyo yacimiento es totalmente expoliado. A estas se unen las cuevas de Cancho, Alfaque, la Cabaña, el Camarín y la Higuera. Los alrededores del municipio ofrecen paisajes llenos de contrastes entre la caliza desnuda y los bosques de encinas. Parajes de gran belleza natural, como el Pozuelo y el Tajo de la Dehesa, atraen a los amantes del turismo rural. La actividad económica de sus habitantes alterna el cultivo de cereales, olivos y legumbres con el trabajo artesanal de la mimbre y la caña y los productos derivados de la cabaña porcina, muy apreciados, en especial sus chorizos. Celebra diversas fiestas a lo largo del año, como las patronales en octubre en honor de la Virgen del Rosario. En la romería de San Marcos (25 de abril) se ofrece al visitante la degustación de sus chacinas artesanas. El primer domingo de mayo se celebra el Día del Niño del Huerto, con una verbena popular.
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