Matutino gaditano aparecido el 16 de junio de 1867 y que desde entonces se publica ininterrumpidamente, por lo que es el decano de los diarios andaluces y uno de los cuatro diarios más antiguos entre los que se imprimen en España. Lo crea el médico Federico Joly y Velasco, que regenta un importante establecimiento tipográfico en Cádiz, y que se ha acercado ya al periodismo, pues desde 1856 realiza en él y dirige La revista médica . Nace como continuador de El Eco de Cádiz , diario progresista, asume sus suscriptores y ello le permite contar desde un principio con un núcleo de lectores, factor importante en una ciudad donde entonces se editan media docena más de diarios. Nace con un claro talante liberal e independiente que, un año después, con el triunfo de la revolución en aguas de Cádiz, La Gloriosa, se va a poner a prueba.
En el programa de su número inicial resalta la voluntad de independencia: "Las columnas de nuestro periódico estarán siempre abiertas para todos los que en ellas quieran tratar sobre cualquier asunto de interés para Cádiz y su provincia, pero se hallarán completamente cerradas para toda clase de polémicas personales, que dan origen a espectáculos lamentables. Independientes por carácter, no nos prestaremos a órgano de nadie. Como no nos ciegan las pasiones de estos tiempos ni nos moverán los odios que no sabe abrigar nuestra alma, ni resentimientos personales que no tenemos guiarán jamás nuestra pluma". De inmediato ese periodo revolucionario, en el que llega a alcanzar Cádiz los diez diarios en publicación y en el que tantos títulos surgen y se extinguen, va a consolidar al diario, que desde 1868 es dueño de la imprenta en que se realiza, que Joly adquiere a su propietario, y que se mantiene en general como diario esencialmente informativo, al margen de partidos y líderes políticos, aunque no oculta su filiación liberal, ciertas simpatías por el progresismo, en tanto realiza una defensa a ultranza de la libertad de expresión, como destaca Aurora Labio en su estudio sobre el periódico en el XIX.
Poco a poco se va destacando frente a diarios más veteranos, pero también más partidistas y conservadores como El Comercio o La Palma . El diario se declara por estos años "periódico de noticias nacionales y extrangeras, mercantil, literario y de anuncios" y se titula Diario de Cádiz y su Departamento , que en esa época incluye todo el litoral andaluz. Se difunde también en Cuba y Puerto Rico. A su frente se van sucediendo varios directores, relativamente efímeros, como Francisco de Paula Hidalgo, el primero, Guillermo de Pego, Rafael León y José Franco de Terán, hasta que en 1878 comience a dirigirlo "y lo hará por muchos años" el hijo del fundador, Federico Joly Diéguez.
Los primeros lustros de la Restauración suponen un apogeo para el periodismo gaditano, que llega a ofrecer más de 15 cabeceras diarias a un tiempo, sin que haya corriente política "conservadores, republicanos, liberales, posibilistas, católicos, tradicionalistas" que carezca de alguna, y entre todos ellos Diario de Cádiz va afirmando su liderazgo, basado sobre todo en su mayor estabilidad empresarial y en su mayor independencia. Desde 1897 incluye fotografías y es uno de los diarios más adelantados de España en incorporar novedades tecnológicas.
Las pérdida de Cuba, Filipinas y Puerto Rico en 1898, entre otros aspectos, inicia una etapa de decadencia para la ciudad, que va a ver cómo con el nuevo siglo se va reduciendo su número de diarios, pero va al mismo tiempo reforzando el liderazgo de Diario de Cádiz en toda la bahía, pese a que por entonces cuentan también con diarios propios ciudades como San Fernando o El Puerto de Santa María. El diario lanza ediciones de mañana y tarde y, aunque conservaduriza su contenido, sigue siendo en lo esencial un diario independiente, crítico y consciente de la decadencia de la ciudad, pese al refuerzo de los astilleros. Hasta 1924, casi medio siglo, lo dirige Federico Joly y Diéguez, a quien sucederá su hijo, nieto del fundador, Federico Joly y Diez de la Lama, quien está a su frente hasta 1941 y quien consigue el casi milagro de que el diario, que se ha mantenido neutral y relativamente poco politizado en el complejo periodo republicano, siga editándose tras la sublevación militar y en la posguerra, algo que consiguen sólo otros cuatro diarios andaluces, de la treintena que aparecen en vísperas del 18 de julio de 1936. Para entonces Diario de Cádiz está sostenido por una empresa sólida y ha superado los 15.000 ejemplares de ventas. La posguerra es un periodo dificil, con directores prácticamente impuestos por el régimen, como José Sirvent Altamirano o Francisco Rodríguez Plaza, que lo es por 16 años, etapa de adversidades económicas en la que la ventas bajan a poco más de los 10.000 ejemplares, y ello pese a que desde 1942, desaparecido La Información , queda como único diario en la capital y tampoco los hay en las ciudades vecinas, salvo Jerez. Es una etapa que, además, no permite la necesaria renovación tecnológica.
Luego, con el crecimiento económico de los años setenta, años en que está al frente del diario Emilio de la Cruz Hermosilla, se inicia esa renovación al tiempo que se recuperan las ventas y, ya a finales del franquismo, se alcanzan los 25.000 ejemplares mientras el diario se mantiene prudentemente aperturista. El breve pero intenso periodo de dirección de Augusto Delkáder * , que coincide con los inicios de la Transición, sí supone una puesta al día del veterano diario en su estructura redaccional y un mayor compromiso por el cambio. A Delkáder le sucede Luis Alberto Balbontín. Los años ochenta marcan el inicio de una nueva época para el Diario de Cádiz , uno de los últimos periódicos españoles en pasar del formato grande al tabloide, que inicia por estos años la publicación de ediciones locales y comarcales que le permiten una mayor presencia y difusión en toda la provincia. La empresa editora, además, va a crear en esos años nuevas cabeceras, primero Diario de Jerez , luego Europa Sur , en Algeciras, e inicia una expansión por toda Andalucía que convertirá al Grupo Joly en uno de los primeros grupos regionales de prensa en España y el primero con sede social en el sur de la península. El diario, tradicionalmente con pocos editoriales y opinión propia, acorde con un concepto clásico de diario informativo aséptico, pasa a una mayor implicación editorial, aunque manteniendo siempre su talante liberal independiente, en tanto ganan espacio el periodismo de investigación y los suplementos. La tirada crece de forma paralela y llega a superar los 35.000 ejemplares, la cifra más alta en la larga historia del diario, que en los últimos años ha estado dirigido por José Joly Palomino, Manuel de la Peña y José Joaquín León. [ Antonio Checa Godoy ].
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