(puente genil, córdoba, 1932). Cantaor, de nombre Antonio Fernández Díaz. En su ascendencia artística destaca el Niño del Genil, hermano de su abuelo materno, que se hace célebre con el garrotín. Ya a los seis años canta para recibir "unas perras de cobre". Niño en la guerra y en la posguerra más dramática de miseria y hambruna, los nueve miembros de la familia "sustentada por el padre, encalador de profesión" viven en dos habitaciones de la conocida en Puente Genil como Casa Grande, que comparten cuarenta familias. Fosforito se ve obligado a sobrevivir del cante como puede. Canta en bares, tabernas y ferias de ganado para "pasar la mano" con dignidad. Desde entonces hasta ahora despliega una actividad cantaora sin interrupción, salvo al finalizar su periodo militar obligatorio en Cádiz, cuando una enfermedad de estómago le deja muy debilitado físicamente para la profesión.
Se recupera a tiempo para el Primer Concurso de Cante Jondo en Córdoba, año 1956. La nómina de sus maestros, anotada de sus propias declaraciones, aparte de un sinfín de gente sin nombre que encontraba por el camino, defendiendo la vida rabiosamente por las ferias de ganado al calor del posible trato, son: un cantaor de Linares "familia de los Genaro", Malos Pelos, José el Seco, Cayetano Muriel, Aurelio Sellez, Ezpeleta, Antonio el Herrero, Tomás Pavón, Juan Mojama, Antonio Mairena, Juan Talega, El Perrate, Manolo de Huelva, Manuel Vallejo, La Niña de los Peines, Pepe Pinto y Antonio Grau (hijo de Rojo el Alpargatero). De su actuación en el Concurso de Cante Jondo en Córdoba se sabe que va a ella tras escuchar bien la Antología del Cante Flamenco , publicada ya en Francia y más tarde en España con sello Hispavox, pero con él surge un nuevo concepto estético del cante, al tiempo que cambia su nombre artístico, de Antonio del Genil a Fosforito, alias paterno en los límites pontanenses, que nada tiene que ver con el anterior gaditano.
Después del Concurso forma parte del espectáculo "Festival de Cante Grande" con el que recorre España. Se queda en Madrid luego, hace televisión con Jesús Álvarez y entra en el Corral de la Morería, donde permanece hasta 1958, cuando marcha en ruta por Oriente Medio durante dos años. Su lucha ya es sin cuartel en donde quiera que se le ofrece una competencia. Le son mucho más propicios los concursos y festivales que los teatros por los que pasa, como en "campo contrario" en los últimos coletazos de la llamada "Ópera Flamenca" en compañía de Juanito Valderrama, Pepe Pinto, Manolo el Malagueño, Juanito Maravillas...
Fosforito es un digno competidor de Mairena por la Llave del Cante. En el festival de Mairena del Alcor de 1967, ante la mejor competencia del momento, se alza con la Antorcha del Cante Antonio Mairena. Siempre que en congresos de arte flamenco se debatía el tema de la Llave del Cante, surge la propuesta en defensa de Fosforito como sucesor de Antonio Mairena. Así le había reconocido antes la Cátedra de Flamencología de Jerez al pasarle el nombramiento que había ostentado Antonio Mairena hasta su muerte: "director honorífico". Es el primero en obtener el Premio Niña de los Peines instituido por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía y está en posesión de los títulos de hijo predilecto de Puente Genil e hijo adoptivo de Córdoba y Alhaurín de la Torre. Años después, en julio de 2005, el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía otorga a Fosforito la Llave de Oro del Cante.
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