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LLAVE DE ORO DEL CANTE |
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Trofeo que se ha otorgado cinco veces a lo
largo de la historia del flamenco, en circunstancias muy diversas. La
primera, en los primeros años sesenta del siglo XIX, como un premio
concedido espontáneamente por unos aficionados a Tomás El Nitri, cuyo
retrato llave en mano se hizo célebre. En la segunda ocasión, priman las
razones comerciales. Tiene lugar en el Teatro Pavón de Madrid, en 1926,
tras la celebración del concurso Copa Pavón, que gana Manuel Centeno en
competencia con Manuel Vallejo, a quien Manuel Torre terminaría
entregándole en desagravio una nueva llave en sustitución del premio que
hubiera merecido y que hubiera beneficiado más a las arcas del escenario
que les acogía. Varias décadas después, Ricardo Molina y los otros
organizadores del Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba
decidieron dedicar su edición de 1962 a una competición por la Llave de
Oro del Cante, que le es otorgada a Antonio Mairena, que rivalizaba con
El Platerito de Alcalá, Fosforito, El Chocolate y Juan Varea, todos ellos
contratados de antemano para la ocasión. La Junta de Andalucía se hace
con los derechos de la marca Llave del Oro del Cante y la vuelve a
otorgar, por primera vez, el día 5 de diciembre de 2000, a José Monge
Cruz, Camarón de la Isla, en el día en que se cumplían 50 años de su
nacimiento. Pero el hecho de que Camarón hubiera fallecido y la Llave se
otorgase a título póstumo genera una seria polémica, en la que volverían
a plantearse el viejo pleito flamenco entre mairenistas y camaroneros.
Por fin, en 2005, el consejo de Gobierno de la Junta vuelve a otorgar
dicho galardón, esta vez, a Antonio Fernández Díaz, Fosforito, que ya
compitiese por él frente a Mairena, cuarenta y tres años atrás. La
bailaora Matilde Coral, por su parte, se hace acreedora a la primera y
única Llave de Oro al Baile (1975), galardón similar a la prestigiosa
Llave de Oro al Cante pero que no tiene continuidad.
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