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LOBO |
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| zool. El lobo ibérico (
canis lupus signatus
), como la mayor parte de las subespecies de lobo a
lo largo y ancho del planeta, es eliminado de su rango de distribución
mundial en áreas humanizadas, debido a la predación sobre el ganado y la
competición con el hombre por presas silvestres. Su distribución y
abundancia cambia a lo largo del tiempo, al igual que su relación con el
hombre. Estos cambios de actitud y relación entre el hombre y el lobo
también se pueden apreciar a lo largo de la historia en Sierra Morena, la
última reserva del lobo en el sur peninsular.
El hombre persigue al lobo desde tiempos
inmemoriales. En AndalucÃa existen documentos muy antiguos que atestiguan
dicha persecución, como las actas capitulares de Andújar de 1650, por las
que se dispone a "hacer una lista de los cazadores que habÃa en la ciudad
y obligarles a cada uno a presentar cada año un lobo". En el presente,
aunque ya no son los ganaderos sus principales enemigos, el lobo sigue
siendo capturado por algunos aficionados de la caza mayor, que ven en él
un enemigo depredador del ciervo. La especie alcanza sus mÃnimos
poblacionales en los años ochenta del siglo XX, y es por ello por lo que
en 1986, cuando sólo se cuenta con 10 o 12 parejas en algunos puntos de
Sierra Morena, la Junta de AndalucÃa lo protege legalmente según el
Decreto 4/86. Según los últimos estudios de 2000, la presencia del lobo
se atestigua en dos zonas: el primero, el núcleo de Sierra Morena
oriental, localizado desde el Parque Natural de Cardeña y Montoro, hasta
el Parque Natural de Despeñaperros y su entorno; y segundo, en el extremo
de la Sierra Morena occidental de Córdoba, localizado en el Parque
Natural de la Sierra de Hornachuelos y su entorno, llegando a penetrar en
la Sierra Norte de Sevilla y por el término de Villaviciosa de Córdoba.
En ambas zonas, se han avistado crÃas, aunque la población no experimenta
un crecimiento significativo.
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