Sultán de Granada en dos ocasiones (1354-1359 y 1362-1391), la primera de ellas sucediendo, a los 16 años, a su padre Yúsuf I * , que le había dejado una situación tranquilizada. El nuevo mandatario coloca al frente de la cancillería nazarí a Ridwán, antiguo ministro con su padre, a quien también confía el mando del ejército. Ibn al-Jatib de Loja * (1313-1374) actúa como ministro en la cancillería nazarí. El retrato que traza de Muhammad V coincide con el aprecio que deben tenerle tanto el pueblo como la aristocracia granadina. El monarca tiene establecidas treguas con Pedro I de Castilla * , que gobernaba desde 1350, y Pedro IV de Aragón. A la vez, intenta restablecer relaciones con los benimerines, deterioradas en tiempos de Yúsuf I. A tal fin envía una embajada a Fez. El entendimiento entre ambos no dura mucho sin embargo. Los movimientos por los que el sultán benimerín Abu Inán intenta romper la alianza existente entre Castilla y Granada no consiguen su resultado. El dirigente norteafricano cambia entonces su estrategia y en 1357 llega a un acuerdo con Pedro el Ceremonioso de Aragón. Pero muere al año siguiente, momento en que surgen dificultades internas entre los benimerines. La situación queda plasmada en el hecho de que el nuevo mandatario envíe emisarios a Granada ofreciendo una buena relación. En 1358, Castilla y Aragón rompen la tregua establecida desde la mitad de siglo, por un enfrentamiento entre ellos. Muhammad V se sitúa al lado de Pedro I de Castilla, poniendo incluso a su disposición el puerto de Málaga para los movimientos estratégicos castellanos. En ese momento, sin embargo, es destronado Muhammad V en agosto de 1359 por un golpe de Estado en la Granada nazarí. El sultán sale hacia el norte de África para pasar al exilio en territorio benimerín. La persona que lo ha desplazado del poder es su hermanastro Ismail II * (1358-1359), con la participación de otros miembros de la corte nazarí. En la maniobra interviene directamente la madre del nuevo sultán, Maryam, una antigua esclava cristiana.
El dirigente destronado logra huir y se refugia en Guadix, pasando tres meses más tarde, en noviembre de 1359, al norte de África, a Fez, donde recibe asilo los benimerines, con el acuerdo del sultán Ismail. El rey castellano Pedro I, protector de Muhammad V pero que se encontraba entonces en los comienzos del enfrentamiento directo con los pretendientes Trastámara, reconoce al nuevo soberano. Éste es manejado desde el principio por uno de los personajes de su familia que le había ayudado a obtener el poder, Abu Abd Allah Muhammad. En junio de 1360 termina por asesinarlo y proclamarse sultán. Es conocido como Muhammad VI * (1360-1362). Su breve gobierno dará paso a un segundo mandato de Muhammad V, que recupera el trono con la ayuda de Pedro I de Castilla.
El comienzo de este nuevo periodo de su gobierno está basado en la relación estrecha con Castilla, de la que dependía la que se siguiera respecto a Aragón, y el alejamiento de los benimerines dentro de lo posible, a la vez que se acercaba a los demás mandatarios norteafricanos: hafsíes de Túnez y adbelwadíes de Tremecén ?todo ello como modo de asegurar la continuidad del reino nazarí?. Pedro I pasa poco después al enfrentamiento abierto con su hermanastro Enrique II * . Éste tiene el apoyo, vía Pedro IV de Aragón, de los mandatarios de Tremecén. Benimerines y nazaríes seguían en su alianza con la Castilla de Pedro I. Derrotado el todavía rey castellano por los aragoneses, se refugia en Sevilla en 1364. En 1366 se proclama oficialmente a Enrique II. La revuelta que estalla entonces en la capital hispalense contra Pedro I le obliga a buscar refugio en Portugal. Su aliado Muhammad V se ve empujado sin remisión a pedir ayuda al norte de África. En junio de 1366, Enrique II entra en Sevilla. En un movimiento normal en la época, Muhammad V se declara su vasallo. Luego firma un acuerdo con Pedro el Ceremonioso de Aragón. Más tarde, Pedro I, que ha salido antes hacia el exilio, entra de nuevo en España y con la ayuda del Príncipe Negro vence a Enrique II. Muhammad V vuelve a la obediencia a Pedro I. Se produce entonces un ataque del sultán nazarí a la zona de Jaén. Enrique II reacciona a la derrota sufrida y acaba con Pedro I en Montiel en 1369. Aprovechando las disputas internas en la Castilla de Enrique II, el soberano nazarí consolida sus posiciones con la toma de Ronda y Algeciras en ese mismo año de 1369. A continuación, participa en un ataque al área de Sevilla. En Carmona quedaban resistiendo ante el nuevo monarca castellano partidarios de Pedro I hasta 1371. Muhammad V, sin embargo, había firmado ya un acuerdo con Enrique II en 1370. A partir de ese momento transcurre un periodo de paz en Granada. Las dificultades internas de los benimerines le permiten apoderarse de Gibraltar y Ceuta, a la vez que llevar una política de acercamiento con las otras dinastías norteafricanas como los hafsíes de Túnez. Cuando muere en enero de 1391 las fronteras nazaríes están aseguradas. Incluso se puede dar la visión de un al-Ándalus, como ellos denominaban a su territorio, en pleno poder. Al otro lado de la frontera atravesaban por los problemas internos del gobierno de Juan I de Aragón, nuevo monarca tras la muerte de Pedro el Ceremonioso en 1387, y la Castilla de Juan I * y de la minoría de Enrique II * . [ Rafael Valencia ].
|