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NAVA, LA |
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(HU). Municipio de la provincia de Huelva situado a 120 km. de la capital onubense. Pequeño enclave ubicado en pleno Parque Natural de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, cuenta con una superficie de 61 km2 y unos 323 h. Domina el valle del río Múrtigas junto a una extensión de ricas huertas rodeadas de cerros de encinas y olivos. Desde tiempos remotos es habitado por pueblos atraídos por la riqueza agrícola y cinegética de sus tierras y se conservan tres importantes yacimientos: Sierra de Algaba, Valdegalaroza (necrópolis y restos de cerámica del II milenio a.C.) y Papatortas (materiales de cerámica y necrópolis en cistas del III milenio a.C ). Se constata también la presencia del pueblo tartesso y turdetano por los restos de una fortaleza con doble cerco de murallas y parece ser que Viriato tenía en esta zona sus defensas contra los ejércitos romanos, que dominaron al fin para explotar sus ricas minas de cobre, hierro y plata (Eureka, El Horcajo y María Luisa). De su presencia se conservan monedas, cimientos de viviendas, tumbas de diversos tipos, restos de cerámica y un pedestal votivo. Durante la época visigoda la zona sufre un intenso despoblamiento y resurge de nuevo en la época árabe, con explotaciones agrícolas y ganaderas. Estas tierras pertenecen a la cora de Sevilla durante el Califato de Córdoba; en el siglo XI formaba parte de la taifa sevillana de los abbasíes y en el siglo XIII estaba en el reino almohade de la misma capital. Conquistada en 1235 por Sancho II, pasa a depender de la Corona de Castilla y del municipio de Almonaster, con actividad de cultivo de cereal y cría de cerdos. En el siglo XIX, llega a contar con 36 molinos harineros, 5 batanes y 2 molinos de aceite y durante la Guerra de la Independencia el municipio participa intensamente en las guerrillas. La presencia de distintas civilizaciones le ha dejado un valioso patrimonio artístico: Puente medieval (siglo XV), ermita de Nuestra Señora de las Nieves (siglo XIII), templo mudéjar de arcos transversales con tres naves de planta basilical; la iglesia parroquial, de una nave con bóveda de cañón y esbelta espadaña con dos cuerpos de campanas, del siglo XVI. Del siglo XV data el Humilladero del Cristo de los Caminantes y, cerca, el Cabildo Viejo, del siglo XIX, en pleno casco urbano. Muchas son las fiestas que celebran sus habitantes: Las Candelas de Nochebuena y Año Nuevo; La Candelaria, el Bollo de Pascuas (con gira campera el domingo de Resurrección), la Romería de las Virtudes, el cuarto domingo de mayo; la Traída del Cristo de los Caminantes, una tradición que se celebra cada miércoles santo y se remonta al siglo XVI; la Feria patronal y popular, a mediados de agosto; y la Feria del melocotón, el último día de agosto, en la que se prepara un generoso ponche tradicional con 2.000 litros de vino del condado, 1.000 litros de gaseosa, 500 kilos de melocotón y otros ingredientes secretos que dicen guardar celosamente los habitantes. |
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