Grupo poético formado por poetas y pintores que surge y desarrolla su obra en Córdoba, durante la posguerra. Sus componentes son los poetas Ricardo Molina * , Juan Bernier * , Pablo García Baena * , Julio Aumente * y Mario López * . Junto a ellos, los pintores Miguel del Moral * y Ginés Liébana * . También, tanto por afinidad estética como por amistad, se considera a Vicente Núñez * en la estela del grupo. Editan la revista Cántico desde 1947 hasta 1949, y desde 1954 hasta 1957. Ocho números en la primera época y 13 números en la segunda, dos de ellos dobles, impresos siempre en Córdoba y sostenidos por suscriptores. En la última página se puede leer: "Hojas de Poesía. Dirigidas por Ricardo Molina, Pablo García Baena, Juan Bernier".
En una ciudad cerrada, silenciosa, y a un tiempo llena de arte y de historia, y en unos tiempos de penuria económica y cultural, cinco poetas y dos pintores viven su propia ciudad y viven mirando a los creadores del mundo, porque los poetas y los pintores de Cántico son cordobeses pero son también artistas universales por encima de todo. La revista, como los artistas que la publican, pasa casi desapercibida dentro y fuera de su ciudad. Cántico es una publicación más, igual que los artistas de Cántico forman una tertulia casi de espaldas a la realidad social del momento y casi de espaldas a la poesía que en ese momento triunfa y se recita por España, que es, por un lado la poesía social y el tremendismo, y por otro la poesía almibarada y tópica. Por eso la mayoría de sus componentes enmudece durante un largo periodo, hasta que en los años setenta los poetas españoles leen y rescatan a los poetas de Cántico, eligiéndolos como sus maestros y salvándolos de entre la maraña de la poesía de su tiempo. En 1976, un año después de la muerte de Franco, Guillermo Carnero publica su estudio El Grupo Cántico de Córdoba. Un episodio clave de lahistoria de la poesía española de posguerra. Estudio y Antología (Editora Nacional, Madrid, 1976). A partir de entonces empieza la rehabilitación de sus poetas, y llegan los premios y los homenajes, siendo el más importante el Premio Príncipe de Asturias de las Letras, concedido a Pablo García Baena en 1983.
El grupo Cántico trae a la poesía española un individualismo humanista, una poesía que une en sus tradiciones al modernismo y a Luis Cernuda, pero también a la Generación del 27, a san Juan de la Cruz y a otros poetas no españoles, como Auden, Paul Claudel, Gide, Florbela Espanca, T.S. Eliot o Francis James. Una poesía que cuida el lenguaje preciso, pero noble y recamado a un tiempo, y una poesía que parte de sí, por la que el poeta se coloca en el centro del mundo; una poesía del amor, de la naturaleza, de las mitologías pagana y religiosa de Córdoba, una poesía con anécdota, con corazón, intrincada en la propia biografía y en el propio tiempo. Señala Guillermo Carnero las notas de la poesía de Cántico como "intimismo culturalista", "refinamiento formal" y "tratamiento vitalista del tema amoroso". Algo que los distingue como grupo aunque cada uno de ellos difiera de los demás.
El mayor de todos, Juan Bernier, es ya amigo de Ricardo Molina desde sus tiempos de estudiantes; por su parte, Ginés Liébana y Rafael García Baena, que en algún momento cambia su nombre por Pablo, su segundo nombre, son también compañeros y amigos en la Escuela de Artes y Oficios. En 1940, recién venido Juan Bernier del servicio militar, ve un día a Pablo en la Biblioteca Provincial y ambos se reconocen como poetas. Juan Bernier presenta a Ricardo Molina y a Pablo, que a su vez les presenta a su amigo Ginés, y todos asisten a la tertulia de don Carlos, donde hablaban de arte y escuchan música; al poco se incorpora también Julio Aumente, y en 1942 se une el pintor Miguel del Moral. En 1943 Mario López es presentado a Ricardo Molina. Desde esa fecha el Grupo Cántico está ya formado, y todos comparten intereses literarios, artísticos y vitales. Ricardo Molina publica su primer libro, El río de los ángeles , en 1945, y Rumor oculto de Pablo García Baena en 1946. Aquí en la tierra , de Juan Bernier, ve la luz en 1948. Le siguen, ya en los cincuenta, Mario López con Garganta y corazón del Sur en 1951 y Vicente Núñez con su Elegía a un amigo muerto en 1954 . En 1955 aparece El aire que no vuelve , de Julio Aumente.
Los poetas y los pintores de Cántico sobreviven a una época oscura, la de la posguerra española, anteponiendo a otros valores la vida y la palabra. Mientras la gran poesía del momento se dedica por un lado a denunciar y por otro a repetir formas y temas, ellos tienen la osadía y la valentía de tomar la vida, la suya, y vivir y escribir conforme a su deseo. Desde Córdoba miran al mundo, y desde la amistad y la afinidad estética dibujan su universo con seguridad y coherencia. El grupo Cántico de Córdoba tiene la virtud de convertir a la Córdoba provinciana, apática y oscura en un lugar para el goce de los sentidos, y de prolongar la rica tradición que desde la poesía romana continúa con la árabe y sigue con Juan de Mena y don Luis de Góngora, de quienes los poetas de Córdoba siempre son devotos, como dignos herederos de la generación que lo revitaliza, la Generación del 27. El lema de Cántico, repetido en la última página desde el segundo número, es un capitel de columna con el texto "Celeste Córdoba Enjuta", el último verso del poema "A San Rafael" de Federico García Lorca.
Los poetas de Cántico desarrollan su labor poética manteniendo su individualidad, pero conectados por poéticas y estéticas comunes. Son naturales de Córdoba Pablo García Baena (Córdoba, 1923), Julio Aumente (1924), Miguel del Moral y Ginés Liébana. Ricardo Molina nace en Puente Genil (1917-Córdoba 1968), Juan Bernier en La Carlota (1911-Córdoba 1989), Mario López en Bujalance (1918-2003) y Vicente Núñez en Aguilar de la Frontera (1926-2002). La Diputación de Córdoba realiza una edición facsímil de la revista, en un solo tomo, en el año 1983 ( Cántico. Hojas de Poesía. Córdoba 1947-1957 ). También la Diputación, por una parte, y la editorial Visor por otra, editan la obra completa de cada uno de los componentes de este significativo grupo en el panorama literario español.
Cántico es una isla separada voluntariamente de la sociedad provinciana y de la sociedad literaria de su época. Pero, curiosamente, y una vez más en la historia de la literatura, ese apartamiento es lo que les hace primero ser originales entre la poesía de su tiempo, y segundo ser luego elegidos como maestros por los jóvenes poetas novísimos, que ven en ellos el ejemplo que desean: la poesía como forma de vida, como exaltación vital y como exaltación amorosa, una isla en aquellos años de penuria cultural y económica, pero donde unos artistas, amigos sobre todo, intercambian su pasión por el lenguaje, la belleza y la vida. [ Juana Castro ].
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