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FINITO DE CÓRDOBA |
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(sabadell, barcelona, 1971).
Matador de toros, de nombre Juan Serrano
Pineda. Nace en el seno de una familia oriunda de la aldea cordobesa de
El Arrecife, del término municipal de La Carlota. El ambiente familiar
"su abuelo es mayoral de la familia Sánchez de Puerta" influye en la
afición del futuro matador, que da sus primeros pasos en la profesión en
tierras catalanas antes de que la familia decida volver a El Arrecife.
Debuta vestido de luces el 27 de junio de 1987 en la desaparecida plaza
de la localidad sevillana de Santiponce y sus actuaciones como novillero
sin caballos en la provincia de Córdoba y la Costa del Sol le crean un
gran ambiente entre la afición. Su presentación en septiembre de 1988 en
el coso cordobés de Los Califas supone la definitiva identificación de la
afición cordobesa con el entonces menudo novillero, que exhibe unas
formas clásicas y llenas de plasticidad. La ciudad entera se vuelca con
el torero y se inicia un auténtico fenómeno sociológico que desborda los
límites del ámbito taurino. Finito se convierte en un ídolo local y
numerosos cordobeses siguen al joven novillero en todas sus actuaciones.
Tras su debut con caballos el 25 de marzo de 1989 en la localidad
malagueña de Marbella, Finito pasaría a engrosar un cartel de novilleros
junto a Jesús Janeiro "Jesulín de Ubrique" y Antonio Borrero "Chamaco",
que se hace imprescindible en todas las ferias, a las que acude el
novillero de Sabadell seguido de su legión de partidarios. Los triunfos
se suceden y se presenta con éxito en la plaza de la Maestranza de
Sevilla, aunque la gravísima cornada recibida en Málaga en la feria de
agosto de 1990 supone un frenazo en su carrera y determina cierta
irregularidad posterior.
La alternativa.
El apoyo de sus muchos partidarios sigue
acompañándole hasta la alternativa, que se convierte en uno de los
grandes acontecimientos de la segunda mitad del siglo XX en la ciudad de
Córdoba. Paco Ojeda convierte en matador a Finito de Córdoba en presencia
de Fernando Cepeda el 21 de mayo de 1991. El toro de la ceremonia, de
nombre Infundioso y pelo burraco, pertenece al hierro de Torrestrella. El
triunfo no acompaña al nuevo matador, que asiste a un recital del diestro
sanluqueño Paco Ojeda. Finito de Córdoba acusa el cambio de escalafón y
se suceden dos temporadas en las que el diestro no da el despegue
definitivo. La confianza de sus partidarios sigue inalterable y el 13 de
mayo de 1993 fletan un tren Ave chárter desde Córdoba a Madrid para
asistir a la confirmación de alternativa del torero. Ortega Cano le cede
los trastos en presencia de Manuel Caballero en un festejo anodino en el
que el que Finito de Córdoba actúa limitado por una fuerte conjuntivitis.
Pocos días después y bajo un gran diluvio, Finito cuaja una gran actuación en el ruedo de Las Ventas,
que le consagra definitivamente ante toros de Mari Carmen Camacho. La
espada le priva de cortar trofeos, aunque el siguiente 6 de junio abriría
la puerta grande del coso madrileño después de cortar dos orejas a un
toro de Aldeanueva. Finito entra en la primera fila del toreo y comienza
una etapa de gran solvencia profesional, que tiene su cumbre en 1994, con
el indulto del toro Tabernero, de Gabriel Rojas, en la feria de
Córdoba.
A mediados de la temporada de 1997 anuncia su
retirada temporal de la profesión tras un largo bache profesional y
personal. Retoma la actividad en 1998 y vuelve a revelarse como un gran
artista en la Feria de Abril de 2000. Finito logra una gran faena en la
Maestranza de Sevilla ante un toro del Niño de la Capea y corta las dos
orejas de un gran ejemplar de Juan Pedro Domecq que le devuelven a la
primera fila del toreo. Su rostro comienza a ser habitual en la prensa
social "se casa con la actriz Arancha del Sol" y adquiere una madurez
profesional que le hace sostenerse en todas las ferias importantes
gracias a la calidad de su toreo. En las temporadas de 2001 y 2002 supera
el centenar de festejos toreados y salpica de grandes faenas, indultos
incluidos, unas temporadas irregulares en las que sigue siendo un
referente de clasicismo y sentido artístico de la profesión. Gran
especialista en el manejo del capote, el deficiente manejo de la espada y
su idiosincrasia personal le privan de alcanzar mayores cotas en la
historia del toreo, en la que tiene un hueco por derecho propio como
virtuoso intérprete.
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