(CO). Se localiza al norte de la provincia de Córdoba, en una llanura amplia con suaves colinas, y es la cabecera de la comarca de Los Pedroches. Cuenta con una población total de 17.219 h. (en 2006) y una extensión superficial de 322 km 2 .
Historia. Estas tierras estaban en la cora califal de Fash al Ballut, de la que era capital Pitraus (Pedroches). En el siglo XI pertenece primero a la taifa cordobesa de los Banu Yahwar y, después, a la extensa de los abbasíes sevillanos, estando integrada en el XIII en el reino almohade de Córdoba. Según el historiador francés Lapeyre, a principios del XVII hay todavía en Pozoblanco una importante morería. El origen de la localidad se sitúa en el siglo XIV, cuando, según numerosos autores, se produce el asentamiento de unos pastores que huyendo de las epidemias de peste se ubican en los alrededores de un pozo que se conoce hoy como "Pozo Viejo" y en torno al cual surge el núcleo de población. Existe el comentario popular o la tradición de creer que el nombre de Pozoblanco se debe a que éste pozo, con el tiempo, adquiere un color blanco debido a los excrementos de las gallinas y otros animales. En su origen la localidad depende de Pedroche, hasta que en 1478 obtiene el título de Villa.
Estuvo muy ligado a otros municipios del valle, cuya unión se conoce como "Siete Villas de los Pedroches" y que tienen la finalidad de organizarse para la explotación de la dehesa. Sobre ellos ejerce un papel de centralidad, fundamentalmente desde que Carlos II (en 1771) autoriza la instalación del juzgado y el corregimiento. En la primera mitad del siglo XIX se desliga de los municipios vecinos e intensifica su auge económico a través de la agricultura y ganadería. Finalmente, Alfonso XIII le otorga el título de ciudad en 1923, cuando ya cuenta con más de 17.000 habitantes.
Pozoblanco se configura claramente como un centro funcional, capital económica y administrativa de su comarca, que ofrece servicios públicos y equipamientos de carácter público y privado, cubriendo así gran parte de las necesidades del resto de municipios de su entorno. Es cabeza de partido judicial, sede de la administración de hacienda y de la mancomunidad de municipios; aquí se ubica el hospital comarcal (principal centro sanitario de la zona norte de la provincia), varios centros de educación secundaria, el parque comarcal de bomberos, etc.
Economía y población. En lo referente a sus rasgos socioeconómicos actuales, la ciudad presenta unas características bien diferenciadas del resto de municipios del valle. Por un lado, la estructura de la pirámide de población se presenta relativamente joven, pues los habitantes de menos de 20 años suponen más del 24% del total, frente al 17% de los mayores de 65. A ello hay que añadir un incremento relativo de la población del 7,34, que garantiza para las próximas décadas el reemplazo generacional para el desarrollo de las actividades económicas de la localidad. Por otro lado, el mercado de trabajo, con una población activa que supone algo más del 42% de la total, presenta un claro predominio de la actividad terciaria; concretamente el comercio ostenta el primer lugar, con un 19% de los ocupados. La actividad industrial se posiciona en el segundo lugar, dando empleo al 15,4%, mientras que el sector agroganadero supone el 11,5%.
Una de las principales fortalezas para la ciudad desde el punto de vista económico es la existencia de una potente industria agroalimentaria. En este sentido, mención especial merece la Cooperativa del Valle de los Pedroches (COVAP), que surge en 1959 de la unión de un grupo de ganaderos para facilitar la comercialización de sus productos (con la compra conjunta de un camión) y que hoy (con más de 14.000 socios) es ya una de las principales industrias lácteas y de productos derivados del cerdo, ternera y cordero. Esta empresa, con cerca de 300 empleados, es conocida por su carácter innovador (utiliza técnicas pioneras y realiza importantes convenios de investigación con la Universidad de Córdoba) y por la calidad de sus productos y procesos (sometidos a exhaustivos controles desde el nacimiento del animal hasta que los derivados llegan al mercado).
Otras de las actividades económicas relevantes es la explotación del olivar, con casi 13.000 ha cultivadas, más del 90% de las tierras labradas. Alrededor de este producto también existe un fuerte cooperativismo que está contribuyendo, cada vez más, a generar un importante valor añadido con la intensificación de la producción y su mejor comercialización. Por último, es necesario comentar la actividad turística, ya que, desde las asociaciones de desarrollo a las que pertenece la localidad, se pone de manifiesto el gran potencial de este sector. Actualmente, existe una importante oferta de alojamiento, con más de 220 plazas en hoteles y pensiones y otras cien en casas o villas rurales recientemente adaptadas para este uso.
Son numerosos y muy variados los atractivos de la ciudad. Por un lado, cuenta con un importante patrimonio artístico, destacando la iglesia de San Bartolomé, del siglo XVI, primera ermita del pueblo; la casa de la Viga, que es la vivienda más antigua, en las inmediaciones del Pozo Viejo, transformada en museo; y la Iglesia de Santa Catalina, del siglo XVI, considerada por todos el templo principal. Además, su Semana Santa es declarada de Interés Turístico Nacional. Pero sin duda, Pozoblanco se vincula a su famosa Plaza de Toros (de 1912), que durante la Feria de Septiembre presenta un cartel taurino de primera categoría y que se convierte en un importante atractivo para visitantes, sobre todo desde que en 1984 muriera el torero Paquirri. A estos recursos y atractivos se une una nueva infraestructura y oferta complementaria como el campo de golf, el club hípico, campo de tiro, etc. que aún están poco explotados pero que ofrece una excelente oportunidad para la consolidación de esta actividad. [ Reyes Manuela González Relaño ].
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