(HU). El Municipio de Cortegana, 5.005 h. en el 2003, está situado en la Sierra de Huelva en la zona occidental de la comarca de Aracena. Su término se extiende por una superficie de 170,10 km 2 caracterizada por una topografía accidentada, donde sus pequeños valles se entremezclan con cabezos y cerros que no llegan a alcanzar los 800 m. de altitud. En él se distinguen dos entidades de población claramente diferenciadas: el núcleo urbano de Cortegana (4.005 h.), a 121 km de la capital provincial, y sus aldeas adyacentes de Puerto Lucía (27 h) y La Corte (218 h.) y el Poblado de La Pica (8 h.), así como las zonas mineras de Las Barriadas de Valdelamusa (440) y San Telmo (377).
El hombre aparece en estas tierras en el Calcolítico, como lo ponen de manifiesto el dolmen de Corteganilla y los poblados de Alto de la Caba, Cerro del Cojo, Santa Bárbara y Sierra de Papatortas. Pero el topónimo Cortegana procede según unos del término latino Córticus , y en opinión de otros del árabe Cartsana , según el geógrafo del siglo XIII Himyari, siendo uno de los distritos de la cora de Sevilla, a donde los bereberes construyen el castillo como símbolo de la importancia estratégica de la villa.
En el repartimiento de Alfonso X el Sabio (1253) la localidad es cedida a la ciudad de Sevilla, apareciendo el actual nombre de Cortegana. Durante el siglo XIII y principios del XIV, el castillo ocupa la segunda línea del sistema defensivo concéntrico diseñado para defenderse de los ataques de Portugal. Enfrentamientos que se repiten en el siglo XVII, y gracias a los que Portugal alcanza su independencia con respecto a España.
Desde el Medievo la base económica del municipio se sostiene en el aprovechamiento ganadero de las dehesas, de los pequeños huertos de hortalizas y frutales, en la siembra de cereales de secano como el trigo, cebada, centeno, avena, de los rentables castañares, en los olivares y buenas viñas. A ello se añade, a partir de mediados del siglo XIX, la minería y una incipiente industrialización: fábrica de tapones de corcho, talleres de cerrajería, alfarería, telares de lino y lana, industria cárnica, etc. En el término se localizan minas importantes como San Telmo y Confesionarios, que actualmente se encuentran cerradas por la falta de rentabilidad en la mayoría de las explotaciones. Una economía bastante diversificada en donde el sector agropecuario es el predominante, especialmente la ganadería porcina y la industria de sus derivados impulsada por la Denominación de Origen Jamón de Huelva.
En las últimas décadas, y en el marco incomparable del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche, el municipio entra en la actividad turística, para la que cuenta con 79 plazas hoteleras e importantes recursos, tanto paisajísticos como urbanísticos. El castillo está situado en lo alto de un cerro de 745 m. de altura desde donde se domina una gran panorámica de la Sierra y desde allí se puede visualizar perfectamente la población de Cortegana. En su interior se encuentra un museo con piezas arqueológicas, muestras de artesanía y mobiliario de época. Otros monumentos de interés que destacan en la ciudad son la iglesia parroquial del Divino Salvador, templo del siglo XVI construido en estilo mudéjar que es declarado Monumento Nacional, la iglesia de San Sebastián también de estilo mudéjar y la capilla de Nuestra Señora de la Piedad, construida entre los siglo XVI y XVIII.
Desde el punto de vista natural, el 77% de la superficie es forestal, con parajes típicamente mediterráneos y masas de pinos, eucaliptos y castaños en algunas umbrías; y en las zonas menos abruptas se asientan algunas dehesas que posibilitan el engorde de piaras de cerdos. En este espacio natural protegido se pueden practicar el senderismo, cicloturismo, rutas a caballo por la vía verde de la Sierra que aprovecha la antigua traza ferroviaria Jerez-Almargen, actividades cinegéticas, etc. A ello se une una rica gastronomía: jamón de extraordinaria calidad, el gazpacho de invierno y migas y los dulces como la torta de chicharrón, compota de membrillos, gañotes, piñonates; así como las fiestas del Carnaval, la Romería de San Antonio en el mes de junio, jornadas medievales en torno al 6 de agosto en el castillo y las fiestas patronales, en septiembre, en honor a Nuestra Señora de la Piedad. [ Francisca Ruiz Rodríguez ].
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