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F |
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| Sexta letra del alfabeto español que nos pone flamencos cuando hace falta. La efe de Federico y de Falla, pero también la de la filosofía de Séneca y la de Maimónides. La de los fenicios que recalaron en Cádiz. La letra por la que comienza la fantasía y donde termina el fin. Final que fue trágico para muchos durante la larga noche del franquismo. Por ella nos ponemos farrucos frente a los filibusteros y acudimos al finibusterrae de la picaresca, a la conquista de Túnez y a servir al Duque. Es la efe de las ferias y fiestas, la de la flema y la flama, la de las folletás y el flato. La efe del fandango o los fandangos, que se dice pudo ser el origen de los palos del flamenco. La de los fieles difuntos y los fieles penitentes. La de la fe mariana encendida en Andalucía."O de ferias repletas de folclore, de faralaes y de fantasía. La de las filigranas que adornan con hilos preciosos los bordados de la Semana Santa. La efe de Fernando El Santo y de Gonzalo Fernández de Córdoba, El Gran Capitán. De Fernando VII, antes y después de que fuera El Deseado. También la efe de los Felipes que reinaron en los siglo de oro, algunos de los cuales tuvieron que lidiar con los moriscos rebeldes de La Alpujarra. Del Príncipe Felipe de Borbón y Grecia, orgulloso en sus visitas oficiales de la voluntad de superación del pueblo andaluz. La efe de la fresa y el fresón de Huelva y de la vendimia en Francia, la de aquellos fanfarrones que tiraban bombas con las que las gaditanas se hacían tirabuzones. La efe de furcia fina y de francorrida de quintos, la del fútbol y las funciones dobles en un cine de barrio durante las largas tardes del fin de semana. Es la efe de final feliz y la de la voluntad de los andaluces cuando hemos querido volver"a ser lo que un día fuimos, clamor sostenido por Fernández Viagas."También es la de frío, la de ojú que frío que hemos pasado en tiempos de desamparo los andaluces. [ Juan José Téllez ].
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