(jauja, lucena, córdoba, 1805-alameda, málaga, 1833). Bandolero, de nombre José María Pelagio Hinojosa Cobacho. Nacido en el seno de una familia humilde, trabaja como jornalero desde la infancia junto a sus padres en la pedanía cordobesa de Jauja. Privado de estudios, la vida de El Tempranillo se vincula pronto al bandolerismo: con apenas 15 años, se lanza a los montes de Sierra Morena al estar acusado de un crimen. Existen varias versiones sobre su delito, aunque la más extendida es la de un duelo a muerte ocurrido el 29 de septiembre de 1820, durante la celebración de la romería de San Miguel. El Tempranillo, enamorado de una joven llamada Clara, asesina a un hombre que habría importunado a ésta, y seguidamente huye a la montaña para escapar de la horca.
En Sierra Morena, José María Hinojosa se une a la banda de los Siete Niños de Écija -grupo que surge como guerrilla combatiente contra los franceses, durante la Guerra de la Independencia- y sobrevive gracias al contrabando y los robos practicados. Pronto recibe el apodo por el que será recordado, El Tempranillo, sobrenombre que alude a la juventud con la que se inicia en el bandolerismo. Junto a los Niños de Écija se mantiene durante dos años, coincidiendo con otros bandoleros legendarios, como José Ulloa 'El Tragabuches'. Sin embargo, ya con 18 años, decide crear su propia banda, que se identifica por asaltar especialmente carruajes y diligencias de la Hacienda del Reino. Poco a poco, la figura de El Tempranillo se irá agrandando, así como las medidas militares para atajar sus actos, realizados, sobre todo, en el camino real que discurría entre el Campo de Gibraltar y Madrid. De hecho, el rey Fernando VII enviaría a Andalucía grandes batallones de soldados especializados -conocidos como 'migueletes'-, con el fin de acabar con el llamado "seguro ferroviario", un tributo que establecen los salteadores de caminos a los viajeros para que éstos circularan libremente.
Con poco más de 20 años, le sigue una partida de 50 hombres por Sierra Morena y la Serranía de Ronda, en la ruta que forman las provincias de Córdoba, Sevilla y Málaga, desde Puente Genil hasta Alameda. Su fama de bandolero bondadoso y generoso con sus compañeros se extiende incluso hasta sus víctimas, como relata, por ejemplo, Mérimée en sus cartas sobre España. Plagada de leyendas transmitidas de manera oral, su biografía halla en 1832 varios hechos documentados, como es la muerte de su mujer, María Gerónima Francés, que fallece dando a luz a su hijo. También, a finales de ese año, Fernando VII concede el indulto a la banda de El Tempranillo, convertida más adelante en Escuadrón Franco de Protección y Seguridad Pública de Andalucía. De esta manera, el grupo de bandoleros -antes perseguido- pasaría a intervenir como milicia, oficial y uniformada, con José María Hinojosa de comandante. En una de sus acciones, el escuadrón cerca al bandolero estepeño El Barberillo, uno de los más buscados en esas fechas por haber asesinado, presumiblemente, a El de la Torre, bandido que era cuñado de El Tempranillo. El 22 de septiembre de 1833, durante una emboscada realizada a la banda de El Barberillo, José María Hinojosa es tiroteado en la localidad malagueña de Alameda. Dos días más tarde fallece y es enterrado en este mismo pueblo. Con su muerte, El Tempranillo -elogiado por artistas extranjeros, como el dibujante J. F. Lewis o el escritor Richard Ford- cierra una de las páginas más célebres del bandolerismo romántico andaluz. [ José Romero Portillo ].
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