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CAGANCHO |
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(sevilla, 1903-1983).
 Nombre artÃstico del torero JoaquÃn RodrÃguez
Ortega, un diestro de gran personalidad taurina nacido en Triana en el
seno de una familia gitana de herreros y cantaores. Su apodo, Cagancho,
lo hereda de su abuelo, que es cantaor flamenco. Desde muy pequeño juega
al toro en el barrio con su primo Francisco Vega, más conocido
posteriormente, ya convertido en torero, como Gitanillo de Triana. Con
unos 15 años mata su primera vaca en la Venta de GuadaÃra y empieza a ir
a tentaderos donde forja poco a poco su oficio. Su debut en público tiene
lugar en San Fernando (Cádiz) en 1923 y resulta poco afortunado pues le
echan los novillos al corral como precedente de una carrera llena de
irregularidades, de cimas y simas. El debut en Sevilla le llega un año
más tarde, el 25 de julio de 1924, en una novillada nocturna en la que
habÃa un premio de 200 pesetas para el mejor. No resulta ganador, pero lo
contratan para la semana siguiente por la buena impresión dejada. Ya en
1925 se convierte en novillero puntero, lanzado sobre todo por un
importante éxito en la plaza de Valencia. Más conocido por la afición,
1926 resulta una temporada fundamental en su lanzamiento, con un gran
triunfo en Barcelona el 4 de julio. Ese año le apodera Domingo DominguÃn,
que le facilita el debut en Madrid el 5 de agosto. Esa novillada le
consagra y en Madrid se habla sobre todo de su capote y su personalidad.
La temporada de 1927 la inicia tomando la alternativa el 17 de abril en
Murcia. Rafael El Gallo le cede al toro Orejillo, de la ganaderÃa de
Carmen de Federico, siendo el testigo de la ceremonia Chicuelo. Cagancho
confirma alternativa en Madrid el 22 de junio de ese mismo año con
Valencia II como padrino y Marcial Lalanda como testigo con toros de
MarÃa Montalvo. Esa temporada torea 46 corridas y alterna éxitos con
fracasos: le echan al corral diez toros. Esta circunstancia hace que
Cagancho no deje indiferente a nadie: para bien o para mal, levanta
pasiones.
Fundamental en su trayectoria es su viaje a México
en 1928. Allà asienta su oficio y se convierte en Ãdolo de la afición
azteca. En su presentación en la plaza El Toreo el 2 de diciembre corta
un rabo, comienzo de la que serÃa una gran temporada en ruedos mexicanos.
Sin embargo, a su regreso a España le fallan los ánimos y baja a 31
festejos en la campaña de 1929. Su vuelta a México ese invierno parece
definitiva, pues Cagancho toma impulso para redondear su mejor año en
España, 1930, en el que actúa en 68 corridas. Más hecho como torero,
consigue reducir los fracasos y se revela como un gran estoqueador. Sin
embargo, una cornada viene a cortar esta buena racha. Un toro de Alipio
Pérez Tabernero en mayo de 1931 lo hiere en el muslo izquierdo y merma su
ánimo. Los años que siguen a este percance los pasa Cagancho sumido en un
bache. El parón se acentúa con la Guerra Civil y, tras ella, la carrera
de este torero no vuelve a tomar vuelo. Torea muy poco y se refugia de
nuevo en México. En 1947 vuelve a España para torear hasta 1953. Apenas
supera en estos años la decena de festejos, pero todavÃa demuestra de
forma esporádica su genialidad. CossÃo, en su obra
Los Toros
, dice de él: "Cagancho ha sido un torero
excepcional, más que por la valÃa taurina de su arte, por la gracia
plástica, auténticamente gitana, con que la practicaba. Verle delante de
un toro era un verdadero recreo para el espectador".
La retirada de los ruedos españoles se produce en
1953. Su última corrida en Madrid la torea el 14 de junio de ese año con
Pepe Bienvenida y Antonio Caro, precedidos en la lidia por el rejoneador
Ãngel Peralta. Pero la última actuación de su vida la guarda para México,
donde torea en la monumental en 1955 con Pedrés y Rafael RodrÃguez. En
1964 actúa en la plaza de El Toreo en un festival homenaje a Gaona. Ésta
serÃa la última aparición ante el público de este trianero elegante del
que el crÃtico Gregorio Corrochano dijo: "El toreo de Cagancho es una
talla de Montañés". Fallece el 31 de diciembre de 1983.
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