f. Riqueza pecuaria de un determinado territorio. || 2. Actividad de crianza y explotación del ganado. || 3. De carne, aquélla cuyo objetivo es el sacrificio del ganado para la comercialización de su carne. || ~ ecológica. Aquélla en la que la vida del ganado se desenvuelve en medios naturales y la alimentación carece de piensos y otros artificios. || ~ estabulada. Aquélla en la que el gabado permanece en recinto cerrado, si se alimenta con piensos artificiales y recibe determinados tratamejmtos para favorecer la productividad, se denomina intensiva. || ~ extensiva. Aquélla en la que el ganado se mueve al aire libre y se alimenta por sí mismo. || ~ trashumante. Aquélla en la que el ganado se desplaza cíclicamente por distintos territorios en búsqueda de pastos.
La ganadería, actividad milenaria y fundamental para la alimentación humana "carne, leche, huevos, queso, etc.", ha tenido siempre gran relevancia en Andalucía, dada la extensión de la comunidad y las buenas condiciones de la mayoría de su territorio para su desarrollo. No obstante, conoce etapas recientes de abandono y, aunque tiende a recuperarse, la importancia de la ganadería andaluza en el conjunto de la española no está en relación con sus posibilidades, y en tanto la agricultura supone el 26% de la española, la ganadería andaluza viene a representar apenas el 10%. Relegada paulatinamenre a las sierras y, en general, las comarcas menos productivas, muestra un desarrollo claramente insuficiente. En los 30 años siguientes al final del franquismo (1975-2005) el número de cabezas crece sobre todo en ganado porcino, que casi triplica su número, y también en ovino, pero se mantiene estable en bovino y caprino. Así, aunque el número de cabezas de ganado sacrificadas pueda parecer alto, como los 3,3 millones de cerdos en el 2002, esa cifra sólo representa el 8,8% de los 38 millones sacrificados en España en el mismo año. Otro índice significativo, la producción de huevos, muestra que las 126.343 miles de docenas de 2001 aportan sólo el 12,6% de la española;"mientras que la producción de leche es de 7,2 millones de litros, el 9,1% del total español, muy por bajo, pues, de lo que suponen la población o el territorio andaluz. Aun con esas insuficiencias comparativas, el crecimiento es importante. En conjunto, la producción de carne "el índice más significativo" aumenta de forma notable año tras año. Si en 1991 era de 300.000 toneladas "peso canal", diez años despues ascendía a 537.000, de las cuales cerdo y aves, con 271.000 y 229,000 toneladas representan los sectores más destacados, siendo la producción de carne de bovino, ovino y caprino modesta. Aun así, Andalucía es deficitaria en varios tipos de carne y en leche.
Muchas posibilidades. Andalucía, no obstante, reúne sobradas condiciones para mantener una ganadería relevante, tanto extensiva "como las dehesas de Sierra Morena, para el cerdo ibérico y el ovino" como intensiva, y para el desarrollo de una ganadería ecológica. Andalucía es rica en razas autóctonas relevantes, como la segureña en el ovino, la retinta y la andaluza en el bovino o la granadina y la malagueña, muy lechera, en caprino, pero muchas de ellas están en trance de extinción, por causas muy diversas desde la incidencia de epidemias como la peste porcina, que diezma al cerdo autóctono, al crecimiento de una ganadería intensiva basada sobre todo en razas extranjeras. Las gallinas ponedoras importadas de Estados Unidos barren a la mayoría de las razas de gallinas andaluzas, como la zararías, de gran tamaño. Se otorgan ayudas para el mantenimiento de algunas de estas razas y se crean algunas asociaciones para su defensa, pero los esfuerzos resultan insuficientes. Inciden, asimismo, factores heterogéneos, como la mecanización del campo "que lleva a la casi extinción de los equinos" y el éxodo rural, pues la profesión de pastor, dura y mal remunerada, resulta poco atractiva. No faltan, sin embargo, razas como la oveja montesina, abundante en las sierras de Cazorla y Segura, cuya adaptación a un medio duro las hace insustituibles.
Los problemas medioambientales que plantean algunos tipos de ganadería "deforestación, granjas o establos insalubres", se van solucionando y hoy muchos aspectos de la actividad ganadera son plenamente compatibles e incluso favorecedores de un correcto mantenimiento del medio ambiente. La longitud de la red de vías pecuarias existentes en la comunidad se estima en 30.000 km., con una superficie superior a las 100.000 ha. Su conservación y recuperación es relevante tanto para el desarrollo de la ganadería extensiva como para el medio ambiente.
Muchas comarcas andaluzas tienen en la ganadería una posibilidad real de desarrollo endógeno, como Los Vélez (Almería), con el ganado ovino o la amplia Sierra de Aracena (Huelva), con el porcino y la industria derivada. Por ello, cabe afirmar que el modelo ganadero tradicional andaluz, vinculado al uso de amplios pastizales, aunque atraviesa una crisis de rentabilidad "baja capitalización, escasez de alimentos propios, incidencia de las enfermedades, escasez mano de obra" es el depositario del rico patrimonio genético de las razas autóctonas y ofrece productos sigulares y de calidad, con creciente aprecio en el mercado.
Nueva ganadería. A principios del siglo XXI, alrededor del 35% del valor de la ganadería andaluza procede de la modalidad extensiva, en el que se desenvuelven el ganado ovino y el caprino y el porcino de montanera, pero la mayoría de la aportación económica de la ganadería andaluza procede ya de la modalidad intensiva, desde las granjas avícolas al bovino estabulado para obtención de leche. No obstante, en ese sistema se echan en falta más explotaciones familiares "las más intensivas en el uso del factor trabajo" y se percibe la exclusión de la dedicación pecuaria en las grandes propiedades de las campiñas y, en general, de las tierras de mayor fertilidad.
Estos sistemas productivos superan la vieja dependencia de los pastos y la explotación de las razas autóctonas, rompen la vinculación espacial para pasar a convertirse en actividades no ligadas a la tierra y de localización más libre. Los incrementos de la productividad y, en consecuencia, de la rentabilidad de las explotaciones que estos cambios suponen, son espectaculares en Andalucía en las últimas décadas y explican la rapidez de su difusión: disminución de mano de obra, mayor racionalización en la explotación de recursos, independencia con respecto a los ciclos vegetativos, mejoras genéticas y sanitarias y vinculación, en muchos casos, a los complejos agroalimentarios.
Desde una perspectiva geográfica, Sevilla, la provincia más extensa, es también la que ofrece más cabezas de ganado, aunque Córdoba es proporcionalmente la provincia donde la actividad ganadera alcanza mayor repercusión económica. El bovino tiene más relevancia en el Valle del Guadalquivir, sobre todo Sevilla y Cádiz, domina la raza retinta, autóctona, muy adaptable y con elevada producción cárnica. El porcino, presente en toda la comunidad, muestra una clara división entre el cerdo blanco "Almería, Málaga y Granada, sobre todo" y el ibérico "Sevilla, Córdoba y Huelva". En tanto el ovino tiene fuerte presencia en Córdoba, sobre todo el norte de la provincia, y el caprino es relevante en las altiplanicies de Granada "Guadix, Baza" y en general en las sierras orientales. [ Antonio Checa Godoy ].
|