(SE). Municipio de la provincia de Sevilla, perteneciente a la comarca de Sierra Sur, a 121 km. de la capital, con 5.289 h. de hecho y 53,3 km2 de superficie municipal. La cabecera se sitúa a 296 m. de altitud y cuenta con 3.790 h., mientras el resto se distribuye en otras entidades del municipio: son el Caserío de Cortijo Alameda y los diseminados de Ribera Baja, El Rigüelo y Viña Diego. Se localiza en la margen derecha del río Yeguas, en el límite entre las provincias de Córdoba y Sevilla, y su paisaje llano le diferencia de la orografía de los municipios vecinos, Estepa o Puente Genil.
A 3 km. al norte del río Yeguas se encuentran las ruinas de Ventippo, en el Cerro de la Atalaya, asentamiento prerromano probablemente de origen ibérico. De época romana se conservan algunas lápidas y monedas y en esta etapa llega a ser escenario de una guerra civil entre dos de los triunviros latinos: Gneo Pompeyo Magno y Cayo Julio César. La población toma partido por el primero de ellos, quedando al amparo de los hijos de Pompeyo hasta que César, una vez sitiada la localidad, la conquista para su facción. Ya en la época musulmana forma parte del waliato de Estepa, destacando por su importancia como núcleo urbano. Con la conquista cristiana pasa a depender de la Orden de Santiago y en el siglo XVI pasa a pertenecer al marquesado de Estepa, por Orden de Felipe II, y es otorgada a Adán Centurión, almirante de la escuadra española. La que había sido una próspera villa queda entonces un tanto relegada, a modo de núcleo periférico de Estepa, y hasta el siglo XVIII no llega a independizarse de ésta.
Dos son los elementos que han determinado la estructura urbanística, el crecimiento y el desarrollo de la villa: el cauce del río Yeguas y la vía férrea. El casco antiguo se localiza en la margen izquierda del río, con una trama ortogonal y el resto del viario se ha ido dibujando hacia todas direcciones, en especial entre el río y el trazado del ferrocarril. Casariche posee pequeñas industrias, pero su actividad principal sigue siendo la agricultura, fundamentalmente el cultivo del olivar. El pueblo cuenta con monumentos como la iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, edificio de una sola nave, de finales del siglo XVII y de estilo barroco. En ella se pueden apreciar dos retablos del siglo XVII, el mayor proveniente de la iglesia de la Victoria, de Estepa, y el otro dedicado a San Bernardo. Celebra fiestas en honor a San Marcos, romería a la ermita de la Virgen de la Fuensanta de Corcoya (Badalatosa) y feria del 25 al 28 de julio. [ Ruth Ortega Mesa ].
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