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SAYALONGA |
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| (MA).Localidad malagueña, situada en la Comarca de la
AxarquÃa, con un término de 18 km
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y una población de 1.460 h. Enclavada en el valle
del rÃo Algarrobo, a medio camino entre la sierra axarqueña y la costa,
el pueblo (cuyo municipio alberga también al núcleo de población de
Corumbela) se eleva unos 359 m. sobre el nivel del mar y dista 44 km. de
Málaga capital. Apenas existen restos arqueológicos de la Antigüedad,
aunque se estima que es una plaza importante al ser lugar de tránsito en
los trayectos entre los pueblos del interior y la costa. No obstante, el
núcleo urbano ?definido por su entramado de callejuelas laberÃnticas,
adaptada a su orografÃa rocosa? se configura en la época andalusà en el
asentamiento en Ratarxix, poblado a partir del cual se desarrolla la
aldea vecina de Sayalonga. Del siglo XI se documenta una rábita,
construida en la parte oriental del actual término, y se sabe que
pertenece a la cora o provincia califal de Rayya, a la taifa del siglo XI
de Algeciras-Málaga, primero, y a la de los Banu Zirà granadinos,
después, integrándose en el XIII en el reino almohade y luego en el reino
de Granada.
Con la toma de Vélez-Málaga, Sayalonga se rinde al
ejército castellano y es entregada en señorÃo al marqués de Comares,
permaneciendo gran parte de la población autóctona, posteriormente
reducida tras la expulsión parcial de los moriscos. La economÃa de
Sayalonga se sustenta en la agricultura (que aprovecha su terreno con
bancales para el cultivo de frutales) y posee, igualmente, una notable
artesanÃa, especializada en los muebles de palo de adelfa. Entre su
patrimonio arquitectónico sobresalen los edificios de la Hermandad de
Labradores y la arquitectura tradicional, que ofrece un bello paisaje de
casas encaladas, cubiertas de tejas. Los festejos más celebrados son la
feria de julio, la Candelaria y la romerÃa en honor a la Virgen del
Rosario, en octubre. Entre sus platos tÃpicos se encuentra la sopa
cachorreña, la calabaza frita con orégano, el vino moscatel y los postres
realizados con las frutas de la tierra, como la mermelada de
nÃsperos.
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