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SANTISTEBAN DEL PUERTO |
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(JA). Pueblo jiennense de la Comarca del Condado,
cuenta con un extenso término de 373 km
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y su casco urbano, situado a 675 metros sobre
el nivel del mar, está habitado por 4.959 h. En el límite con Castilla La
Mancha, su paisaje combina el olivar con el paisaje serrano, cubierto de
una rica vegetación de jaras, pinos y madroños. Santisteban del Puerto
guarda una peculiar herencia de la Prehistoria, las huellas de
dinosaurios del paraje de las Erillas Blancas, que tienen más de 230
millones de años y que son declaradas como Monumento Natural por la Junta
de Andalucía. En las cuevas de su entorno, del Apolinario, de la
Morciguilla, de la Cepera y del Salto del Fraile, se hallan pinturas
rupestres que son declaradas por la Unesco patrimonio de la humanidad.
Los griegos y fenicios la llaman Itangi, los iberos la llaman Ilucia y
los romanos Ilugo. De esta etapa se conserva una de las colecciones de
inscripciones romanas más importantes de la provincia de Jaén. En
época árabe, estas tierras se integraban en la amplia cora califal de
Jaián y, en el XI, primero en la taifa de los Banu Zirí granadinos y,
luego, en el extenso reino de los abbassíes sevillanos, para incorporarse
en el reino almohade de Jaén en el XIII. Aún a principios del XVII había
una Morería, según el historiador francés Lapeyre.
Tras la conquista castellana de Fernando III, en
1254 pasa a depender de Úbeda, aunque Sancho IV reconoce su independencia
en 1285. En 1473, sin embargo, Enrique IV cede la villa, con los
territorios de Castellar y Navas, a Sánchez de Benavides. Junto a los
monumentos ya citados, destacan los restos del antiquísimo castillo de
San Esteban, las vías y el puente romano sobre el río Montizón, los
torreones de Ero, el Poyato, la Aldeilla y el castillo de la Torre Alver
o la parroquia arciprestal de San Esteban. Por su inusitada mezcla de
estilos visigodo, románico y gótico, destaca el Santuario de Santa María
del Collado, declarado Monumento Histórico-Artístico Nacional. En el
casco urbano, además, también se pueden ver numerosas casas solariegas
que conservan en sus fachadas escudos, blasones y portadas. Su patrimonio
natural es igualmente incalculable, con bellas zonas de bosques y dehesas
habitadas por el lobo y el lince. Celebra su fiesta más importante el
lunes de Pentecostés en honor de Santa María del Collado. En su economía
tiene una importante presencia la ganadería, la construcción, el
aprovechamiento forestal de sus bosques, las actividades cinegéticas, y
en su gastronomía tienen una importante presencia las carnes de
caza.
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