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VILLARES, LOS |
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(JA). Pueblo jiennense de la Sierra Sur-Martos, se
encuentra enclavado en un territorio montañoso, entre la sierra de
Jabalcuz al norte y la sierra de la Pandera al sur, en la orilla del rÃo
FrÃo. Cuenta con un término municipal de 88 km
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, se sitúa a 541 m. de altitud y posee 5.329 h. en
2006. Aunque no existen restos de asentamientos prehistóricos en su
término municipal, en la cara oriental de Las Cimbras, montaña que es una
seña de identidad para el pueblo, se encuentran importantes hallazgos de
la Edad del Cobre, como el de Otiñar. De la etapa romana hay restos
cerámicos en esta misma zona. En época andalusà este territorio es
densamente poblado por pequeñas alquerÃas y aldeas agropecuarias, que
aprovechan los numerosos cursos de aguas, y algunos especialistas
insinúan que éstas son las tierras en las que se hace fuerte Said Ibn
Hudayl, insurrecto que comanda un grupo de muladÃes (antiguos cristianos
de la Bética convertidos al Islam) no sometidos hasta los tiempos de
Abderrahmán III. Estas tierras estaban en la extensa cora califal de
Jaián y, en el XI, primero en la taifa de los Banu Zirà granadinos y,
luego, en el extenso reino de los abbassÃes sevillanos, para integrarse
en el reino almohade de Jaén en el XIII. La conquista castellana tiene
lugar a mediados de ese siglo, aunque permanece parte de la población
autóctona.
La actual población es fundada, sobre los restos de
una antigua alquerÃa árabe, en 1508, según una real cédula y durante
siglos, los habitantes compaginan la agricultura con la arrierÃa,
dedicada principalmente al transporte de nieve desde la Sierra Pandera.
En el XIX se produce un incremento de la producción agrÃcola gracias a la
expansión del minifundio, pasando de los 1.968 h. de principios de siglos
hasta los 3.846 del final, incremento que prosigue durante el siglo XX.
Sus monumentos más importantes son la iglesia de San Juan Bautista, del
siglo XVI, el edificio del Ayuntamiento, y el palacio de los vizcondes de
Villares. Su economÃa se basa en el olivar, en el ganado caprino y ovino,
en la artesanÃa del esparto y en el embotellado de agua mineral, que
aprovecha el manantial del rÃo FrÃo. Celebra fiestas en junio en honor de
San Juan Bautista, con romerÃa y verbena, y en octubre la fiesta del
Rosario, en el que se realiza el tÃpico desfile de ?alabarderos y
escopeteros?. En su gastronomÃa destaca el atascaburras, la pipirrana
villariega, y dulces como los ochÃos, sinsales, biscotelas de DÃaz, los
dulces de Patas de Cabra o el pan de higo.
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