(SE). Municipio de la provincia de Sevilla, perteneciente a la Sierra Norte, con una extensión superficial de 483 km 2 , situado a una altitud de 555 m. sobre el nivel del mar. Su población, a principios de 2003, era de 6.889 h., resultado de importantes pérdidas demográficas en las últimas décadas. La tasa de paro en 2001 era significativa, afectando al 30,3 % de su población activa. Cuenta en la actualidad con dos centros de enseñanza básica, dos de secundaria y uno de educación de adultos, así como con un centro de salud y una biblioteca pública. También existen cinco oficinas bancarias, dos restaurantes y un hotel con 30 plazas.
Los túrdulos, en su rama beturiense, establecen un asentamiento conocido como Sucum Murgi, que basa su economía en la agricultura, la ganadería lanar y en la extracción de hierro y plata. Hacia el siglo V a.C. los púnicos habían transformado su nombre por el de Lucini Murgi y, una vez conquistado por Roma, vuelve a cambiar su denominación por la de Constantia, de Constantio, hijo de Constantino el Grande. Al sucederle su sobrino Juliano el Apóstata, se completa el nombre romano: Constantia-Julia. Sobre estas fechas la población modifica su emplazamiento, situándose ahora sobre el fortín que en el 221 a.C. manda construir el cartaginés Aníbal. Por la falda del monte donde se encuentra esta fortaleza hacen transcurrir los romanos la calzada Emérita, que une Sevilla con Mérida, capital de la provincia de Lusitania, y su vino, exportado por Sevilla, es famoso en Roma.En época islámica se le llama Cotinema y es capital de una cora o provincia del Califato de Córdoba, denominada Firrish , que abarca prácticamente lo que hoy es la comarca de la Sierra Norte y algo del sur de Badajoz, poco poblada y de producción minera, cerealista, maderera y ganadera, como corresponde a sus características naturales.En 1247, un año antes de la toma de Sevilla, el rey Fernando III de Castilla la conquista para establecer población cristiana, aunque no todos los autóctonos desaparecen, tanto que aun a principios del XVII existe una importante morería, según el historiador Lapeyre. En 1478 pasa de manos nobiliarias a las de la Corona y en 1931 Alfonso XIII le concede el título de ciudad.
Su economía se fundamenta en la agricultura (plantas forrajeras y olivar para producción de aceite, con casi 5.000 ha en secano) y en la ganadería (bastante variada: lanar, porcino, caprino y vacuno). Además, una de sus principales fuentes de riqueza proviene también de la explotación de su rico bosque mediterráneo (encinas y alcornoques). Por otra parte, su clima agradable y la abundancia y frescura de sus aguas hacen que acuda a Constantina un gran número de veraneantes. Su término municipal está atravesado por numerosos arroyos que componen parajes de gran belleza y tranquilidad. Para los aficionados a la pesca tiene interés la carpa real y los barbos de sus pantanos, así como las truchas de la ribera del Huéznar, y para los cazadores se cuenta con abundante caza mayor y menor en sus montes.
En el patrimonio artístico sobresale la iglesia parroquial de Santa María de la Encarnación, de arquitectura mudéjar del XIV y una torre catalogada como una de las más representativas del Renacimiento andaluz (el primer cuerpo es construido por Hernán Ruiz en 1567). Otros monumentos destacados son la ermita de Nuestra Señora de la Yedra (estilos mudéjar y renacentista), la iglesia de Santa Ana y el Santuario de Nuestra Señora del Robledo (ambos del siglo XVIII), y el castillo, de origen almorávide.La llegada de la Virgen del Robledo el 9 de agosto marca el comienzo de las fiestas de la Patrona con su salida procesional el 15 del mismo mes. La Feria tiene lugar la tercera semana de agosto, y cuenta con importantes festejos taurinos. El último domingo de septiembre se celebra la Romería, y también son importante los Carnavales y la Semana Santa. [ Jesús Ventura Fernández ].
|