(AL). Municipio perteneciente a la comarca del Levante almeriense, a 97 km. de la
capital provincial, con un total de 10.695 h. en 2003 y 263 km 2 de superficie municipal. Su cabecera se sitúa a 88 m. de altitud y cuenta con 2.748 h. de hecho.
La ciudad de Cuevas se apellida del Almanzora en honor del río que da vida a su fértil vega, donde se cultivan toda clase de hortalizas, cereales, olivos, almendros y exquisitas naranjas. La ganadería (mular, caballar, lanar y caprino), con sus explotaciones y elaborados, constituye otro recurso económico de importancia, a lo que se une, prácticamente ya sin explotar, unas minas de plata.
Abundan en esta zona los yacimientos prehistóricos como Campos, Fuente Álamo, Villaricos, Cabezo del Oficio y Tres Cabezos. Están también las ruinas del Almizaraque, con restos de la Edad del Cobre. En ellas se hallan casas circulares, pequeños ídolos y variados objetos de gran valor arqueológico, la mayor parte en el Museo Arqueológico de Madrid. Entre sus monumentos destacan el Castillo levantado por el primer marqués de Los Vélez, en la plaza de la condesa de Algaida, con recinto amurallado perfectamente conservado y curiosos dibujos e inscripciones en los muros de las mazmorras; en algunos de los salones existen artesonados con motivos heráldicos. La iglesia parroquial de la Encarnación, construida sobre una mezquita, posee extraordinarias riquezas: tallas de Salcillo y Montañés, una buena pila bautismal y excelente cerrajería en la capilla de la Virgen del Carmen. Distribuidas por la villa existen numerosas casas del siglo XIX, con forjas de hierro de bella factura. También hay dos templos, cerrados al culto, cuyas altas torres sobresalen por encima del tejado urbano.
De sus paisajes destacan Galquerib, escenario de numerosas películas, y las playas de Villaricos, Pozo del Espartaco, Cala Panizo y la célebre Palomares, en la que fueron a caer las tres bombas nucleares estadounidenses en el año 1966. Todos ellos constituyen los atractivos turísticos de la zona. De su rico folclore destacan el fandango, y las alegres y movidas parrandas o parranditas. Los platos típicos son las migas de maíz, en los días de matanza; el ajo colorao y, sobre todo, el caldo pescao, que según el saber popular estimula la fecundidad. Entre sus fiestas sobresalen el Carnaval y la Semana Santa, así como el particular día de la vieja, que se celebra el jueves de mitad de la Cuaresma. [ Jesús Ventura Fernández / Ruth Ortega Mesa ].
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