Arte de manejar la espada, el florete, el sable y otras armas blancas. La esgrima existe como deporte desde hace más de 40 siglos. Hay bajorrelieves del antiguo Egipto que muestran combates con armas despuntadas, así como monumentos donde se observan los combates de esgrima con bastón. En la Grecia clásica, la esgrima se practica desde la niñez, con espadas sin punta, y se incluye como disciplina en los Juegos Olímpicos o simplemente como preparación para la guerra. En Roma se crean escuelas para los soldados en las que los ejercicios se realizan con espada de madera o bastones. En la Edad Media, la fuerza bruta fue la escuela dominante debido a las grandes protecciones que poseían los caballeros.
La esgrima moderna tiene su raíz en el descubrimiento de la pólvora en Europa y el posterior perfeccionamiento de las armas de fuego, lo que provoca la desaparición de las armaduras pesadas. Las espadas se hacen más ligeras y las acciones, más rápidas, así que la habilidad se convierte en un arma de estocada.
La mayoría de los autores actuales cita España como punto de partida de la esgrima moderna debido a las publicaciones de Diego de Valera, Juan Pons de Perpiñan y Pedros de Torre, datadas sobre 1470 y consideradas como los primeros tratados de esgrima. De hecho, la esgrima es reconocida como el único deporte olímpico de origen español. En las ilustraciones se ve que los combates se parecen más a una lucha por eliminar al contrario que a una ciencia del manejo de las armas.
La esgrima deportiva actual se desarrolla con la espada, el florete y el sable. El reglamento de la Federación Internacional de Esgrima (FIE) es adoptado por el Congreso Internacional de los Comités Olímpicos Nacionales celebrado en París en junio de 1914. Los combates se disputan en una pista plana y horizontal cuya anchura es de 1,50 a 2 metros y la longitud de hasta 14 metros. Sobre la pista, que debe ser metálica, se trazan cinco líneas perpendiculares a su longitud. Al lado de la pista se coloca el aparato indicador de tocados con dos colores, verde o rojo, tanto para espada o sable; en florete se añade una luz blanca a cada esgrimidor que detecta el tocado pero en zona no válida.
El equipo y la indumentaria ha de asegurar la máxima protección compatible con la libertad de movimientos. La chaquetilla de manga larga cubre desde el cuello, que debe estar cerrado, hasta la zona inguinal. El pantalón cubre los abdominales y se ajusta por debajo de las rodillas, donde se colocan unas medias que cubren completamente la pierna. La FIE obliga a que la chaquetilla y el pantalón tengan una resistencia de 800 newtons, a lo que añaden un peto interior de la misma resistencia. La careta debe estar formada por un enrejado, en el cual las mallas tienen como máximo una separación de 2,1 milímetros y un grosor mínimo de 1 milímetro. Su resistencia no debe ser inferior a 1.600 newtons. El guante es para todas las armas, y el manguito del guante debe recubrir completamente la mitad del antebrazo armado del tirador.
El florete tiene una hoja de acero y de sección rectangular. Su peso del arma debe ser inferior a 500 gramos y la longitud máxima es de 110 cm. Es un arma de estoque, es decir, que el tocado se realiza con la punta de la hoja en la parte anterior del tronco (desde la parte superior del cuello hasta las ingles) o en la espalda (del cuello a las caderas). Esta superficie está diferenciada por una chaquetilla eléctrica.
La espada tiene una hoja de acero y de sección triangular sin bordes cortantes. El peso total del arma debe ser inferior a 770 gramos con una longitud no superior a 110 centímetros. La cazoleta debe ser inferior a 13,5 centímetros de diámetro. También es un arma de estoque, es decir, que el tocado se realiza con la punta de la hoja, pero la superficie válida comprende todo el cuerpo del tirador, incluido su equipamiento e indumentaria. Puntúa el primer tirador que toque al rival.
El sable tiene una hoja de acero y de sección casi rectangular. La longitud del arma es de 105 centímetros y el peso, 500 gramos. La cazoleta es compacta de una sola pieza y exteriormente lisa. Presenta una forma convexa continua, sin rebordes ni agujeros. Este arma es de estocada, de filo y de contrafilo. Los golpes dados con cualquier parte del corte, del plano o del lomo de la hoja son válidos. La superficie válida en sable es desde la cabeza hasta la cintura, también diferenciada por una chaquetilla metálica.
En las pruebas individuales, todos los tiradores participantes se dividen en grupos llamados poules . Se distribuye a los tiradores por orden de fuerza, enumerados por el ránking (regional, nacional o internacional). Luego, los tiradores de cada poule se enfrentan entre sí a cinco tocados en asaltos de tres minutos de duración. El vencedor es el que más tocados haya conseguido. En caso de igualdad, por sorteo se asigna el que tiene prioridad y se añade un minuto más de combate. Si persiste el equilibrio, el tirador que tiene la prioridad es el vencedor. Con los resultados de todas las "poules" se establece una clasificación general y los tiradores clasificados forman un cuadro de eliminación directa de 32, 64, 128 o 256 tiradores, según el número de clasificados. Los "machs" de eliminación directa se disputan a 15 tocados, en un máximo de nueve minutos divididos en tres períodos de tres minutos. El "mach" termina cuando uno de los dos tiradores alcanza los 15 tocados o cuando han transcurrido los nueve minutos de tiempo efectivo de combate.
La esgrima en Andalucía tiene varios nombres clave. El primero es el maestro Antonio Cervantes, auténtico propulsor de este deporte en la región desde su trabajo de preparador en el Casino Militar de Sevilla. Allí surge un equipo que se proclama campeón de España formado por Juan Luis Ortega, Pepe Peralta, Aurelio Barrau, Fernando Moreno, Juan Fuentes y José Manuel Egea. Este último es precisamente quien recoge las inquietudes de su maestro."Años después de que el Ministerio de Defensa"elimine las subvenciones a las salas de armas de esgrima y el Casino desaparezca, Egea"tiene el honor de ser el primer internacional andaluz, a principios de los años sesenta y, sobre todo, funda una nueva sala en el colegio Julio César, lo cual provoca una reacción en cadena y el nacimiento de nuevas salas en toda la comunidad. En aquellos años también tiene importancia la labor de Lorenzo Muñoz y el Club Natación Sevilla, donde se forman tiradoras como Elvira Fiances, que llega a ser internacional a principios de los años setenta. Otro de los nombres importantes es Fernando Medina, el único tirador andaluz que acude a unos Juegos Olímpicos (Atlanta y Sydney), con diploma incluido en la cita de 1996. Su otro gran logro es la consecución de la Copa del Mundo en 2002. Además, es campeón de España diez veces. Hay otros esgrimistas andaluces destacados, como el malagueño Carlos Soler, que participa a los Juegos Paralímpicos de Atlanta, y la sevillana Nieves Gil, una habitual en las pruebas de la Copa del Mundo.
En 2005 hay 16 clubes de esgrima en Andalucía: en Almería, el Club de Esgrima Almería; en Cádiz, la Sala de Armas Adalid, en El Puerto de Santa María; en Córdoba, el Club de Esgrima Córdoba; en Granada, el Club de Esgrima Granada (Maracena), el Club Granadino de Esgrima (Cenes de la Vega) y el Club Deportivo Santa Cruz la Real, en la capital; en Huelva, el CD Esgrima Huelva; en Málaga, el Club de Esgrima Málaga, el Club de Esgrima Fuengirola, el Club de Esgrima Ciudad Jardín; el CD Colegio Alborán (Marbella), el Club de Esgrima Nerja, el Club de Esgrima Carranque y el Club de Esgrima San Pedro de Alcántara; y en Sevilla, el Club de Esgrima José Manuel Egea y el Club de Esgrima Maestro Cervantes. En la capital, además, se han celebrado pruebas de la Copa del Mundo de esgrima femenina y en silla de ruedas (2002). [ Luis Alberto Lastra ].
|