| (SE). Municipio de la provincia de Sevilla situado a orillas del Guadalquivir, como deja ver su nombre, y perteneciente a la Comarca del Aljarafe-Marismas, en la que comparte cabecera con Sanlúcar la Mayor. Con una población de 11.032 h. en 2205, su superficie de casi 380 km 2 se extiende a lo largo del curso bajo del mencionado río, ocupando ambas márgenes y quedando un 21% del municipio en el lado oriental. Su distribución es longitudinal, quedando su núcleo cabecera en el límite norte a tan sólo 12 km. de la capital. Más de 12.000 ha constituyen espacio protegido, de las que más de 11.000 corresponden al entorno de Doñana y el resto al Brazo de la Torre. La situación del núcleo junto al río, sin puente y rodeado por el sur por explotaciones agrícolas y entornos protegidos, hace que su vía de comunicación casi exclusiva sea a través de la carretera SE-660, que hacia el norte se convierte en la conocida como Autovía de Coria en dirección a Sevilla y hacia el oeste enlaza con otros pueblos de la comarca.
La superficie es llana como todo el curso bajo del Guadalquivir, siendo la sedimentación de éste el origen de sus terrenos, quedando una gran llanura de suelos arcillosos por donde transcurren cauces que reciben influencia de las mareas. Aunque antaño fuera predominante la actividad ganadera, el uso del suelo es hoy eminentemente agrícola, y dedicado al monocultivo del arroz en un paisaje básicamente marismeño. Existen dos entornos bien diferenciados, uno está constituido por las arenas del Aljarafe y otro, mucho mayor en extensión, por las marismas. El primero contiene algunas formaciones forestales naturales y de repoblación con pinos y eucaliptos principalmente. En la segunda se pueden distinguir diferentes zonas dependiendo de las condiciones de encharcamiento de las tierras. Así, en las elevaciones del terreno se desarrolla una vegetación halófila mientras que en los bajos hacia donde corre el agua de lluvia abunda el bayunco, el candilejo y la manzanilla. Las formaciones forestales anteriores se benefician de la proximidad de las marismas para dar cobijo a una avifauna variada, donde podemos encontrar una densa población de milano negro y cigüeña blanca. Al adentrarnos hacia el sur en el entorno del Parque Nacional de Doñana podemos encontrar ejemplares de águila imperial, flamencos y otras aves acuáticas, así como mamíferos como el meloncillo, la jineta, el tejón y el lince ibérico.
Los vestigios más antiguos, utensilios de piedra, están fechados en el Paleolítico Inferior y del Neolítico se han comprobado asentamientos estables de grupos humanos de economía pastoril. De época Tartésica es un poblado con muestras de actividad metalúrgica, fundamentalmente de plata, que se extraía de los minerales procedentes de Aznalcóllar. Esta actividad se orienta al comercio con los fenicios, continuando la existencia de asentamientos diseminados a orillas del lago Ligustinus. Este poblamiento diseminado perdura en época visigoda y árabe, pero no es hasta la última conquista castellana cuando se genera el núcleo de población actual. No obstante, estas tierras pertenecen a la cora califal, taifa del XI y reino almohade del XIII de la capital de Sevilla.
En el último cerro del Aljarafe, el Rey Fernando III emplaza un destacamento a mediados del XIII para detener incursiones a través del Río, defendiendo así el flanco sur de la ciudad de Sevilla. El sucesor de éste, Alfonso X El Sabio, ordena la colonización de la zona concediéndole al núcleo una carta-puebla como fuero para sus habitantes. En el XV La Puebla ya había adquirido cierta importancia. Pese a ello, su población descendió drásticamente, posiblemente a consecuencia de las fiebres palúdicas. A mediados del XIX, según Madoz, el núcleo tenía 250 casas, contando con casa consistorial, cárcel y escuela, además de parroquia. En 1916 toma su actual nombre como Puebla del Río, tal y como ya se la conocía, pues su nombre oficial hasta el momento era el de La Puebla, a secas.
A principios del XX comienza la explotación intensiva de los cultivos inundados de arroz, convirtiéndose en el principal recurso económico del municipio. A raíz de estas explotaciones también se asientan algunas industrias de transformación, almacenes y restauración con el arroz como protagonista, acompañado de cangrejos de río y camarones, también abundantes en el Bajo Guadalquivir. Sus fiestas patronales tienen lugar el 20 de enero en honor de San Sebastián y el 8 de septiembre dedicado a su patrona Nuestra Señora de la Granada. Otros días grandes son la fiesta del Corpus y la dedicación de esta localidad a la romería de El Rocío, tan popular en las comarcas del entorno. La Puebla del Río es cuna de importantes artistas, como la cantante Antoñita Moreno y Pastora Soler, los rejoneadores Ángel y Rafael Peralta, el torero Morante de la Puebla o el grupo de sevillanas Los Romeros de la Puebla. [ Jesús Gabriel Moreno Navarro ].
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