(Del latín archivum ). Local destinado a la custodia de documentos. || 2. Conjunto de documentos de una persona o institución. || 3. En informática, conjunto de información organizado en unidad funcional, de forma que puede manejarse mediante instrucción única y almacenado en un mismo soporte.
La existencia de archivos es muy antigua, casi desde los mismos orígenes de la historia, cuando el hombre comienza a producir textos escritos, tras la invención de la escritura. Textos cuyo soporte material es muy variado, desde la piedra al barro cocido, pasando por cortezas de plantas y hojas. Con el paso del tiempo aumenta la producción de documentos y el interés por que se conserven y con ello la necesidad de habilitar lugares que permitan dicha conservación. De esta manera los archivos se convierten en depósitos de fuentes históricas. Con la creciente complejidad de las sociedades modernas, la producción de documentos no deja de ampliarse y, en consecuencia, se producen mayores necesidades de almacenamiento. Existen, por tanto, graves problemas de espacio, que sólo la capacidad de almacenamiento de las técnicas más modernas está resolviendo, aunque sólo sea en aspectos muy concretos, ya que la originalidad de un importante volumen de documentación no puede ser sustituida por dichas técnicas de conservación y almacenamiento. En España los más antiguos archivos datan del Renacimiento, como el Archivo General de Simancas (1542), pero sobre todo de la Ilustración, momento en el que se crea el Archivo de la Corona de Aragón (1782) y se configuran algunos grandes archivos europeos: el Archivo Nacional francés surge en los días de la Revolución, el Archivo Histórico Nacional de Madrid se inaugura en 1866 y el Archivo Vaticano sólo se abre al público en 1881. Por aquel entonces numerosos estados iberoamericanos emancipados tienen también sus archivos nacionales.
Respecto a Andalucía, la conservación de documentación anterior a la conquista castellana del siglo XIII es muy escasa. Apenas se puede encontrar documentación de la presencia musulmana, y menos aún de las épocas visigótica y romana, cuyos vestigios más importantes, en algunos casos, se encuentran en las inscripciones pétreas de algunos monumentos. Por lo que respecta a la Baja Edad Media, es decir, a la época comprendida entre los siglos XIII y XV, la documentación es más abundante y variada, teniendo una importancia notable determinados archivos pertenecientes a las familias de la alta nobleza que asentarán sus dominios en tierra andaluzas. A partir del siglo XVI, con el comienzo de la Edad Moderna, la documentación referente a Andalucía en todos los sentidos "incluidas las relaciones con las tierras descubiertas al otro lado del Atlántico" es cada vez mayor en cuanto a su volumen y a su contenido: administrativo, gubernamental, eclesiástico, económico y particular. Surgen así archivos concretos, dependientes de instituciones específicas, aunque en algunos casos su origen es anterior. Entre los archivos ubicados en Andalucía, dependientes de instituciones concretas, hay que señalar el de la Real Chancillería de Granada, cuyos fondos recogen no sólo las actuaciones judiciales del alto tribunal, sino también una importante masa documental referida a mayorazgos, vínculos, capellanías o hidalguías, además de documentación de suma importancia para el conocimiento de la historia del reino de Granada. Adquieren, asimismo, gran relieve los archivos de las Audiencias provinciales, creadas en 1834.
El Archivo de Indias, que surge de la necesidad de conservar la ingente cantidad de documentos originados a raíz del descubrimiento, la conquista y colonización de América, es junto al de la Real Chancillería uno de los más importantes de España. Se ubica en Sevilla, ciudad en la que tiene su sede la Casa de la Contratación, organismo responsable de todas las cuestiones relacionadas con América. Sus fondos permiten un acercamiento a aspectos tan variados como la construcción de buques, la confección de mapas y determinación de las rutas oceánicas, los aspectos más variados de las expediciones organizadas con destino al Nuevo Mundo o las relaciones comerciales que desde la metrópoli se mantenían con él.
Archivos eclesiásticos. Los archivos eclesiásticos andaluces son también de notable importancia, no sólo para el conocimiento específico de las instituciones religiosas, sino para muchas otras parcelas del pasado, de tipo social, económico, legislativo y de costumbres. Se encuentran en las sedes episcopales y en algunos de los más relevantes conventos y monasterios de las órdenes religiosas con mayor implantación en Andalucía. Junto a ellos, los archivos parroquiales, cuya realidad es muy diferente de unos lugares a otros. En muchos casos la invasión napoleónica y, sobre todo, los desgraciados incidentes de la Guerra Civil causan la desaparición de buena parte de sus fondos, cuya importancia es notable para el conocimiento de de la vida y de la realidad poblacional de muchos lugares de Andalucía. A ellos habría que añadir los archivos o la profusa documentación generada por las numerosas cofradías y hermandades surgidas a lo largo de los siglos en Andalucía.
Los archivos de las corporaciones locales, tanto de los ayuntamientos como de las diputaciones provinciales, constituyen otro de los fondos documentales más importantes que se conservan en Andalucía. Se trata de un amplio número de archivos en donde se conservan numerosos aspectos de tipo administrativo en el más amplio sentido de la palabra, cuyo valor es muy dispar y desigual, así como el grado y estado de conservación. Como en el caso de los archivos monacales, la incuria y las vicisitudes del paso del tiempo se ceban con los testimonios que custodian y causan grandes estragos, pero su valor sigue siendo extraordinario para comprender la vida de los municipios andaluces, no solo a través las actas capitulares de sus cabildos o ayuntamientos, sino también de una variada masa de documentación, que va desde aspectos relacionados con la sanidad o la enseñanza, hasta los relativos a la milicia.
También las instituciones académicas dan lugar a la creación de importantes archivos, en los que se conserva una documentación de alto interés. Es el caso de las universidades. Desde las más antiguas, como Granada o Sevilla, hasta las de reciente creación en Almería, Jaén o Huelva. Junto a ellos se sitúan los de otras instituciones docentes o colegios de larga trayectoria histórica, como los ubicados en Baeza, Osuna y Cabra. Existen, asimismo, instituciones vinculadas a lugares específicos, cuya carga histórica es extraordinaria, como puede ser el caso de la Alhambra de Granada o de los Reales Alcázares de Sevilla, donde se conserva una interesante documentación sobre aspectos administrativos, económicos o relacionados con acontecimientos de muy variada índole que tienen lugar entre sus muros. También destacan los de algunas Maestranzas o instituciones militares. Los de las Reales Academias, las Sociedades Económicas de Amigos del País o los de los colegios profesionales.
Archivo General de Andalucía. El proceso autonómico supone para la comunidad un nuevo impulso a su red de archivos, aglutinada principalmente en el Sistema Andaluz de Archivos * , que reúne desde centros de la propia comunidad, como los estatales gestionados por el Gobierno andaluz "caso de los archivos históricos provinciales o el de la Real Chancillería de Granada", hasta locales e incluso privados. En 1987 se crea el Archivo General de Andalucía, con sede en Sevilla "edificio de los antiguos juzgados en la calle Almirante Apodaca, aunque el depósito se ubica en la Isla de la Cartuja". A él llegan todos los documentos procedentes de la Administración autonómica, incluidas delegaciones, empresas públicas y organismos autónomos. Cada año sus fondos se incrementan con casi 1.400 cajas normalizadas "que suponen unos 1.500 metros lineales". A finales de 2002 los fondos totalizan las 46.000 cajas normalizadas, 16.000 planos o mapas, 9.000 fotografías y más de 1.100 documentos en soportes informáticos y 2.400 microfilmes.
Archivo histórico de CC OO. El número de archivos aumenta año a año en Andalucía. Entre las aportaciones recientes más sugestivas figura el Archivo Histórico creado por el sindicato Comisiones Obreras en Sevilla. Surge en 1989 con el objetivo de conservar la documentación generada por CC OO desde el franquismo en Andalucía. Hoy, junto a esa documentación, dispone de una hemeroteca con más de 2.300 títulos, mayoritariamente de organizaciones políticas y sindicales de principios del siglo XX, en especial, de los años de la Transición y unos 6.000 libros sobre temas sindicales, políticos, económicos e históricos. Ofrece catálogos informatizados y en 2000 edita un volumen sobre sus publicaciones periódicas.
Archivos provinciales. Mención aparte merecen los Archivos Históricos Provinciales, no tanto por la documentación que en ellos se ha conservado desde un punto de vista provincial "aunque guardan documentos de valor tan importante como la masa documental generada por la elaboración del famoso Catastro de Ensenada a mediados del siglo XVIII", sino porque albergan numerosos archivos notariales cuyos fondos de protocolos son de un extraordinario valor. Un valor que se encuentra tanto en la importancia de dicha documentación para el conocimiento de aspectos del pasado de gran interés, como en la antigüedad de muchos de ellos. Aunque el depósito de esta documentación sería decretado en 1931, su cumplimiento es muy desigual. Incluso las provincias andaluzas mas pequeñas muestran un notable desarrollo archivistico reciente. Son, por ejemplo, numerosos los archivos existentes en la provincia de Almería. El Archivo de la Diputación de Almería conserva la documentación que ha generado la institución desde el nacimiento de esta Provincia en 1834 hasta la actualidad, además de una rica documentación de Beneficencia desde el siglo XVI al XIX. Existen otros archivos muy relevantes por la documentación histórica que conservan como el Archivo Municipal de Vera o el Archivo de la Catedral de Almería.
En el caso de Huelva, el Archivo municipal conserva documentación desde el propio momento en que la institución se constituye como Concejo, después de la conquista de Alfonso X el Sabio. En este archivo se custodia el fondo Díaz Hierro, donado al Ayuntamiento por el historiador local Diego Díaz Hierro * . Dicho fondo se compone fundamentalmente de: hemeroteca histórica (1838-1965), biblioteca (7.000 volúmenes con fechas de edición desde el siglo XVI), y el denominado Archivo de Historia de Huelva.
El Archivo Histórico de la Diputación Provincial de Huelva está asociado a la producción documental de una institución como es la provincial, que comienza su andadura en 1833. Este archivo también ha colaborado en la organización y recuperación del legado documental de archivos de diversa naturales: archivos judiciales, archivos notariales en las localidades cabeza de partido judicial y archivos privados, como es el caso de la organización de los de las compañías mineras, principalmente el Archivo de la Riotinto Company Limited * .[ José Calvo Poyato / Antonio Checa Godoy ]
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