| (SE). Municipio situado a 86 km de la capital, perteneciente a la comarca de la Sierra Sur de Sevilla, con cabecera a una altitud de 282 m. sobre el nivel del mar. Posee una superficie de 592 km2, y una población de 17.431 h. según su padrón municipal a principios de 2005. De éstos, 17.202 vivían en la localidad de Osuna, y el resto es población diseminada dedicada a la agricultura. Existe una población extranjera de alrededor del 0,52% (cuya principal procedencia en 2005 era Reino Unido), vinculada a las actividades turísticas y de residencia en periodos de jubilación. La población mayor de 65 años es del 16,36%, y la renta per capita familiar se sitúa entre los 7.200 y los 8.300 euros.
El clima de Osuna es el denominado mediterráneo, cuyos rasgos vienen definidos por el carácter templado-cálido de sus temperaturas (17,7ºC de media anual), la irregularidad de sus precipitaciones, y por la existencia de una estación estival con altas temperaturas y práctica ausencia de lluvias. Las precipitaciones medias anuales se sitúan en torno a los 600 l/m2.
En la economía de Osuna la agricultura juega un papel importante, con 31.067 ha dedicadas a los cultivos herbáceos (en regadío destaca el algodón, con 1.109 ha y en secano el trigo, con 16.331 ha) y 16.220 has a los leñosos, principalmente el olivar, en especial de aceituna de mesa, tanto en regadío, con 1.867 ha, como en secano, con 10.054 ha. Otras actividades económicas de importancia son las relacionadas con la industria manufacturera, la construcción, las actividades inmobiliarias, así como la hostelería y el comercio, debido a su carácter de cabecera comarcal, por el que presta una gran cantidad de servicios. En relación con los equipamientos sociales, Osuna posee cuatro centros de enseñanza secundaria, un centro de salud, un consultorio y dos bibliotecas públicas. Entre otros servicios públicos, en Osuna también se halla la Escuela Universitaria Francisco Maldonado, adscrita a la Universidad de Sevilla, así como el Hospital de la Merced, dependiente del Servicio Andaluz de Salud (SAS).
La historia de Osuna se remonta aproximadamente a unos 3.000 años de antigüedad, probablemente de origen tartésico y quedan abundantes restos arqueológicos de los iberos, pueblo que ocupa la villa junto con colonizadores fenicios, dando lugar a la denominada Urso. De esta etapa histórica encontraremos los famosos relieves de la ciudad, como el Toro de Osuna (en el Museo Arqueológico de Madrid) y el altorrelieve del soldado. En época romana adquiere cierta fama al ser la última ciudad que apoya a Pompeyo en la Guerra Civil contra César, que conquista la ciudad y le da estatuto de colonia romana, Iulia Genitiva, y acuña su moneda propia, el ursón; además de adquirir leyes coloniales. Prueba de su importancia son las ruinas del teatro, los depósitos de agua, y los numerosos silos que demuestran el auge de la agricultura. También muestra del paso de los romanos es su necrópolis y los restos de la ciudadela.
Con los musulmanes, la romana Urso pasa a recibir el nombre de Osona u Oxuna, convirtiéndose en un lugar fortificado. Pertenece a la cora o comarca califal de Écija y en el siglo XI estaba en la taifa de los Banu Birzal de Carmona, primero, y en el extenso reino sevillano de los abbasíes, después. En el XIII se incluye en el reino almohade de Sevilla. Restos de este pasado son la Alcazaba y la Torre del Agua y otros legados, como los poetas Abdalá al Ramán y Garim Salid, además de afamados científicos, gramáticos y jurisconsltos; de manera que la historia cultural de esta ciudad viene de lejos.
En 1240 pasa a manos de la Corona de Castilla, bajo el reinado de Fernando III, y años más tarde entra en la orden de Calatrava. En 1464, el Maestre cambia la ciudad por Bélmez y Fuenteovejuna, y consigue así para los Ureña un gran señorío territorial, convirtiéndose en capital del territorio. No obstante es en la primera mitad del siglo XVI, con don Juan Téllez Girón, IV Conde de Ureña, cuando se alcanza en la villa su punto de máximo esplendor, sobre todo cuando éste se vea agraciado con posterioridad con su nombramiento como duque en 1562 por parte de Felipe II.
A consecuencia de este ascenso en el estamento nobiliario, el duque de Osuna busca una remodelación absoluta del paisaje urbano que demuestre la importancia de su señorío, comenzando por la construcción de la Colegiata de Santa María de la Asunción (de estilo renacentista, con el Panteón Ducal, especie de microcatedral en el subsuelo), la Universidad Menor, de estilo herreriano, y el monasterio de la Encarnación, con patio andaluz de azulejos e iglesia barroca. Por último, pasa a la remodelación del entramado del viario conocido actualmente como calles Gordillo, Compañía, Sevilla, Huerta, San Pedro y Carrera.
Además de esos monumentos Osuna destaca ahora por su esplendoroso patrimonio religioso. Monasterio de la Concepción (renacentista al lado del Ayuntamiento, del siglo XVI) el convento de las Mercedarias, con un bello claustro e iglesia; el templo de la Merced, donde sobresale su suntuosa y bella torre; las iglesias de Santo Domingo, San Agustín, San Carlos, Santa Clara, Victoria, Consolación, Espíritu Santo; los conventos de Santa Catalina, Carmen y San Pedro; y la Ermita de San Arcadio. Entre los edificios civiles cabe mencionar la Antigua Universidad (en funcionamiento hasta bien entrado el XIX) la Torre del Agua (Museo Arqueológico), el Ayuntamiento y una serie de palacios (Marqués de la Gomera, de los Cepeda"), algunos utilizados por la administración; o el Arco de la Pastora, el Pósito...
Osuna, como tantas ciudades andaluzas, tiene una estructura urbana con restos de castillo en una colina, con la Colegiata y la Universidad, desde donde se divisa la Campiña. Un caserío en las laderas con trazados callejeros de tipo andalusí y después un monumental patrimonio, de iglesias, palacios y casas señoriales, donde destacan en el exterior los ventanales enrejados. La actividad cultural es considerable, existiendo escuelas de ajedrez, equitación y música. Las fiestas más populares son la de los patronos San Arcadio (12 de enero) y la Consolación (8 de septiembre), la Semana Santa, el Corpus y la Feria, en la segunda quincena de mayo. [ Guillermo Alfaro Sánchez ].
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