ARCOS DE LA FRONTERA

Situación. Se localiza en un imponente murallón de areniscas, casi inaccesible en el sur, rodeado por el río Guadalete *  "regulado recientemente por un embalse cercano" que, con el Guadalcacín, riega una fértil vega. Cruce de caminos de la sierra a la campiña, Jerez y los puertos, así como hacia el norte, hasta las llanuras sevillanas. Su emplazamiento, de gran valor estratégico, entre distintos ámbitos naturales influye en su historia y, desde luego, en el plano actual.

Historia.  Como en tantos casos, las narraciones locales especulan con el origen de la ciudad y a veces se realizan dudosas conexiones por afinidades toponímicas, por lo que relacionar Arcos con la Arcóbriga, situada en el Alentejo, no ha sido infrecuente. Más cierta parece la existencia de una colonia romana, Arcis, de la que quizás derive la Medina Arcos islámica. De ella salen apoyos para Abderramán I en los albores del Califato, donde ocupa una importante función en la kora o provincia de Sidona. Llega a ser después, en algún momento, capital de un reino de al-Ándalus, perteneciendo más tarde al distrito almohade de Sevilla. Durante tiempo está en la frontera entre la parte conquistada por Castilla y el Reino nazarí de Granada, por lo que se suceden avances y retrocesos. Así, tras la conquista en 1250, los nazaríes recuperan esta plaza en 1255, por lo que el rey Alfonso X envía a su hermano don Enrique, quien, por cierto, se alía con el rey de Niebla, Aben Mafón, contra el monarca nazarí, y don Nuño de Lara devuelve la villa al soberano de Castilla. En 1261 es recuperada por los andalusíes, que la pierden en 1264 y así podría continuarse. Como tantas ciudades andaluzas, esta villa es dada en señorío después de la conquista a los Ponce de León, condes de Arcos, pasando luego a ducado por enlaces con los de Osuna. Además de los musulmanes, que se convierten e integran, aún a principios del siglo XVII existe una morería en la ciudad, según  Lapeyre. Aparece en la cartografía de Blaeu en ese mismo siglo como núcleo de cierta importancia. En el Censo de Floridablanca de 1785 pertenece al partido de Jerez y en la guerra contra Napoleón de 1808 se aprovecha su privilegiado enclave estratégico. Es cabecera de partido judicial desde 1834 y a mediados del XIX cuenta con 11.272 h. en una serie de callejas empedradas, estrechas, retorcidas y pendientes, herencia, en buena parte hasta hoy, del pasado andalusí. Las murallas estaban casi en ruinas y las puertas de Jerez y Carmona muy deterioradas.

Plano urbano y monumentos.  Arcos es en sí mismo un monumento por su emplazamiento y sus características andalusíes, no en vano es declarado Monumento Histórico Artístico en 1962. Emerge de la llanura del Guadalete en un conjunto de casas blancas que ha dado en calificarse como paradigma de pueblo andaluz. Además, su casco histórico posee un intrincado laberinto de callejas estrechas, quebradas, algunas sin salida, con arcos, pequeñas plazas, rejas y fachadas blancas, que muchos comparan

con ciudades del norte marroquí como Xauén, si bien algunos edificios renacentistas, platerescos o barrocos  indican una cierta mezcla de paisaje urbano.

El castillo, lógicamente en la parte alta para ejercer su función defensiva, conserva murallas, torreones y almenas "al igual que la Puerta de la Matrera en el Barrio Bajo" de la época islámica, en la que se alza como inexpugnable fortaleza. Al lado, en lo que fuera plaza de Armas, el edificio del Cabildo, de rico artesonado mudéjar y alfarjes, o piedras de molino aceitero. En frente, el Parador Nacional, antigua casa del Corregidor (el de la "pícara molinera"), y el denominado Balcón de Arcos, desde donde se divisa la amplia vega. Muy cerca se encuentra la iglesia de la Asunción, de portada gótico-plateresca, construida sobre una mezquita en el siglo XV, si bien tras los daños del terremoto de 1755 "conocido como de Lisboa" se añaden elementos barrocos; cuenta con yeserías mudéjares en el ábside y pinturas de Valdés Leal. Existen otras iglesias de gran valor arquitectónico, como la de San Pedro, de estilo gótico, palacios de interés "Condes de Águila, Juan Cuenca o Marqués de Torresoto" y, fuera del recinto histórico, los conventos de la Caridad y San Francisco. La Semana Santa también está declarada de interés turístico, en parte por ese peculiar paisaje urbano tan andaluz por donde procesionan las hermandades.

Economía, población y área de influencia.  Arcos es una ciudad intermedia que, desde el punto de vista de la evolución socioeconómica, cabría definir a partir de dos hechos fundamentales: es la cabecera comarcal de la Sierra de Cádiz, lo que justifica el desarrollo del sector terciario en la actualidad, y el término municipal se corresponde con la campiña alta (curso medio del Guadalete), paisaje muy representativo de las áreas agrícolas interiores andaluzas. Como se sabe, estas áreas de campiña destacan por la implantación a partir de los años cincuenta y sesenta del siglo XX de un modelo de agricultura comercial, característico de la revolución verde europea, que da lugar a una actividad agraria, especializada y tecnificada; cambio que  permite en el municipio el desarrollo generalizado de cultivos herbáceos, ocupando el 90% del territorio. La seguridad de los precios de garantía, el bajo nivel de inversión y la posibilidad de mecanización explican la rápida expansión de este tipo de cultivos. El resto de la superficie agraria útil se reparte entre pasto permanente y olivares. También existen alrededor de 6.174 ha de regadío y los bosques del entorno aprovisionan de una cierta industria corchera y maderera.

Por otra parte, Arcos se encuentra bien comunicado con los otros núcleos de su comarca a través de la carretera N-340 y por la red intercomarcal C-343 (Espera-Arcos-Paterna) y C-344 (Arcos-El Bosque). Igualmente tiene la capacidad, por su localización central, de enlazar los pueblos serranos con las principales ciudades de la provincia de Cádiz. Estos factores, y la proximidad de una red de núcleos de cierta importancia (Sierra de Cádiz), generan el desarrollo de un sector terciario favorecido por la centralización en la capital comarcal de determinados servicios públicos (cabeza de partido judicial, administración, educación, etc ), que representan el 30,5% del total de la población activa terciaria. Por otra parte, el turismo rural de la campiña alta tiene su origen en la propia ciudad, debido a que posee una oferta diversificada y de calidad (casco histórico, hoteles, restaurantes, embalse o deportes náuticos). En este sentido, hay que destacar los flujos turísticos generados por "la vía verde de la sierra", cuyo recorrido transcurre entre Arcos y Puerto Serrano, en la campiña. Si se mide el peso de este subsector por la mano de obra que trabaja en la hostelería, ésta alcanza un 12,7% de la población activa de servicios. Por último, no se puede obviar la gran expansión que experimenta el comercio, con un 22,5%, otros servicios, con un 23,4%, y el transporte, con un 9,1% del total de activos en el terciario.

En conclusión, cabría afirmar que el desarrollo de los servicios y de la capitalidad comarcal permiten, de un lado, reducir en parte el desempleo agrario y, de otro, frenar la tendencia a la regresión demográfica. Efectivamente, se trata de una agrociudad que no pierde volúmenes de población significativos durante los años de fuerte emigración, puesto que pasa de tener 13.926 habitantes en 1960 a 26.884 en 1986, y 28.369 en 2003. Así pues, el conjunto de su evolución explica que la estructura de población sea relativamente joven "el porcentaje de efectivos menores de quince años alcanza el 21,8% en la actualidad" y, lo que es más importante, los habitantes de mas de 65 años representan tan sólo el 12,3%, encontrándose cinco  puntos porcentuales por debajo de la media andaluza. Pero, al mismo tiempo, se deduce que a partir de los años de expansión de la economía "entrada de España en la UE (1986)", la población de Arcos se mantiene estabilizada. Este hecho cabe explicarlo en parte porque realmente Arcos muestra un cierto dinamismo modernizando sus funciones tradicionales de agrociudad "la población agraria todavía significa el 31% del total de activos" e incorporado funciones de servicios y de la construcción "la población ocupada en esta actividad supone el 20,9% del total". Sin embargo, en el terreno industrial, únicamente cabe hablar de actividades emergentes, representadas por talleres y pymes "la población ocupada en este sector representa un 8%". De ahí que se debería diversificar la actividad complementando sus dotaciones de infraestructuras económicas y de servicios a empresas para incentivar la iniciativa industrial. E igualmente sería necesario crear infraestructura hospitalaria, puesto que para determinados servicios la población debe desplazarse a Jerez o a Villamartín. Como se apunta en párrafos anteriores, Arcos es la capital de la comarca de la Sierra de Cádiz y destaca por ser cruce de caminos, si bien existen núcleos secundarios, como Villamartín y Ubrique, más en el corazón serrano. Su área de influencia no está muy marcada, porque se encuentra más bien dentro del área jerezana, con mayor oferta de servicios; mientras, los habitantes de otros pueblos de la montaña visitan Ronda más frecuentemente para hacer compras y gestiones, aunque sea de otra provincia.[ Gabriel Cano / Rosa Jordá Borrell ]

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