(SE). Ciudad de 38.770 h. en 2005, a 85 m. sobre el nivel del mar y siete km. de Sevilla, en un término municipal de 17 km 2 .
Situación y emplazamiento. Se localiza en plena comarca del Aljarafe, con suelos aptos para el olivar y unas condiciones climáticas que atenúan un poco el fuerte calor estival del fondo del Valle del Guadalquivir. De manera que la principal oferta territorial es agraria; y, si bien siempre la proximidad a la capital ha sido un valor añadido a su economía, no es hasta la gran expansión urbana a partir de los años sesenta del siglo XX"cuando esa posibilidad se desarrolla extraordinariamente. Así, el valor territorial reciente y actual de Mairena es precisamente su suelo urbano, que prácticamente colmata el término municipal, habiéndose convertido en una ciudad dormitorio y, posteriormente, industrial y de servicios, con un aumento de perspectivas con la construcción, ya empezada, de la línea 1 del metro hasta el centro de Sevilla y Dos Hermanas. El emplazamiento concreto está en relación con los arroyos Caño Real y Porzuna y un cruce de caminos.
Historia. El Aljarafe es una comarca que ha ejercido un complemento aceitero a las huertas de la Vega de Sevilla, sabiéndose que existe un poblamiento desde antiguo, al menos en forma de villas "de las que hay restos en el término" en época de la Bética Romana, cerca de Itálica e Hispalis. Pero las primeras noticias de este núcleo datan de la época andalusí "cuando desde el Aljarafe se exporta por Isbilia una gran cantidad de aceite". Entonces, la comarca está llena de alquerías, una de ellas, Maharana (¿hato de pastores?") al Xaraf, que pertenece a la cora o provincia califal de Sevilla, luego a la taifa de la capital y, en el siglo XIII, al reino almohade de la misma.
Es conquistada por Fernando III de Castilla en 1247 y adjudicada a la jurisdicción de Palomares, a la que pertenece hasta 1639, en que se separa y también cuando la villa se vende a Gaspar de Guzmán, conde duque de Olivares. Esto constituye una práctica habitual tras la conquista castellana en Andalucía, de la que Mairena no se libra, aunque entonces es un pequeño pueblo. Pronto, los Álvarez de Toledo construyen su casa palacio junto a la iglesia mudéjar en el centro o cruce de los dos caminos principales: San Juan de Aznalfarache-Almensilla y Palomares-Bormujos. Después, pasa a los Astillanos y, finalmente, a la casa de Alba. La economía continúa basada en el olivar, afianzándose dos haciendas, que luego serán referencias del crecimiento urbano.
A finales del siglo XVIII se levanta la nueva iglesia parroquial y con las casas Grande, Asián y la Prusiana forman un núcleo, más las viviendas en torno a varias haciendas, contando en 1877 con 659 h., cuya principal ocupación es el cultivo del olivar. En 1842 baja a 640 y se recoge en la obra de Madoz la denominación vulgar de Mairenilla de los Tacones "para diferenciarlo de Mairena del Alcor" "que entonces es mucho más importante (3.623 h), mientras Palomares, por otra parte, sólo cuenta con 566". Entonces, el olivar cubre casi toda su jurisdicción y el pueblo está "entre un frondoso arbolado de olivos" con 206 casas, más las haciendas de Teatinas, Porzuna, Los Valles y los Gallardos, registrándose cinco molinos de aceite en el pueblo y cuatro fuera. Ya se denota en su precaria economía la proximidad de Sevilla ""la generalidad de los vecinos no tiene otra ocupación que conducir leña de olivo a la capital""; si bien, el camino carretero "los otros se dicen locales" es el que se "dirige por el oeste al Condado de Niebla".
La gran expansión. Mairena pasa de 1.094 h. en 1900 a 1.896 cincuenta años después, suponiendo un crecimiento medio anual en torno al 11 por mil, que es un incremento natural (diferencia natalidad-mortalidad) más bien bajo para la época. En cambio, entre 1950 y 1970 el incremento es por inmigración, 66 por mil, y hasta 1981 (12.672) se acerca al 100 por mil. Es decir, que desde mediados del siglo XX Mairena empieza a cambiar considerablemente.
Primero, es el impulso desde San Juan de Aznalfarache (ciudad dormitorio de la primera línea aljarafeña con fuertes relaciones tradicionales con Sevilla ) por el Suroeste, alcanzando el lindero con Mairena (calle Ávila y cementerio). Así, surgen la barriada de Lepanto (entre las avenidas de Mairena y la Campana y la carretera de Palomares) y el primitivo Simón Verde, en la cornisa, con grandes parcelas y chalets de lujo. Después, crecen las barriadas y urbanizaciones, en torno a dos ejes principales, que son las carreteras ya citadas a San Juan y Palomares, en una variada tipología (bloques de viviendas, casas adosadas, unifamiliares aisladas), tomando como base antiguas haciendas. Se va llenando el término con Ciudad Aljarafe, Cavaleri, barriada de las Mercedes, Ciudad Expo, Estacada del Marqués, los Rosales, Almendral, Valle Blanco, Porzuna y la expansión de Simón Verde, haciendo un rápido recorrido en sentido contrario a las agujas del reloj, sin contar el extenso polígono industrial P.I.S.A. al Norte.
Entre 1981 y 1991 se duplica la población, que llega a los 25.000 h., y en 2005 la cifra oficial es de 38.770 h., aunque debe pasar de los 40.000, porque en estos núcleos de rápido crecimiento, proveniente en gran parte de la capital, el empadronamiento no suele realizarse en el momento del desplazamiento. Aun así, el crecimiento medio anual es de casi el 50 por mil, cuando el incremento natural está en torno al tres. Pero no acaba ahí; las perspectivas de la línea de metro a la capital ha acelerado las promociones inmobiliarias en los últimos años y existen proyectos de obras, como el complejo terciario, que comenzará a primeros de 2007. Se trata de una gran plaza, dos torres de 15 plantas con oficinas y hotel, centro de negocios, estación de autobuses y parada de taxis, como punto de intercambio con el metro.
Plano, monumentos y turismo. En consecuencia, el plano aún no está acabado, aunque poco queda del término. Nada en el Noreste, lindando con San Juan de Aznalfarache, y lo mismo al Este, en la cornisa, con Gelves. Al Sur, más allá del arroyo Porzuna, quedan algunos espacios hasta las urbanizaciones del Almendral y Valle Blanco y, algo más, hacia la urbanización Estacada del Marqués. Al Oeste, frontera con Bollullos, y al Norte "con Bormujos y Tomares, dos pueblos en gran expansión" tampoco queda tanto, si bien el polígono citado aún crece hacia el Oeste.
El centro, un pueblo andaluz y aljarafeño, está alargado y constreñido por las edificaciones recientes y, aunque durante mucho tiempo Mairena ha sido un pequeño núcleo, cuenta con algunos lugares visitables. Entre ellos destaca la iglesia de San Idelfonso, de la segunda mitad del siglo XVIII (pero sobre un templo mudéjar), con exterior blanco y finos marcos de color, a especies de molduras, sobre arcos y dinteles; en el interior, de tres naves, hay retablos y tallas de cierto valor. También tiene interés las haciendas, como la de Porzuna, de origen árabe, que alberga la Fundación Forja XXI, Cristo de la Mata, Casa de la Virreina o Grande. Las fiestas no difieren del resto de Andalucía: Corpus, velás en algunos barrios, celebraciones patronales y, sobre todo, la feria de junio, versión a pequeña escala de la de Sevilla, y que cada vez tiene más importancia, a pesar de su juventud "su primera edición tiene lugar en 2002".
Economía, población y área de influencia. Mairena del Aljarafe ha pasado en el último cuarto del siglo XX de ser un ámbito rural puro a integrarse claramente dentro del Área Metropolitana de la Capital provincial, de la que dista tan sólo siete km. En este hecho ha influido también la disposición del municipio de Sevilla, donde el efecto barrera del antiguo trazado del ferrocarril y del río Guadalquivir en su nuevo cauce artificial a pie de la Cornisa del Aljarafe, favorece el crecimiento extramuros de la ciudad hacia el Este. Y así nos encontramos con la zona histórica y comercial de Sevilla sensiblemente próxima a los municipios del Aljarafe, formando un sistema urbano en el que el centro funcional tiende a ser centro geométrico. Estas circunstancias son advertidas por buena parte de la población sevillana en la década de los ochenta, que acaba fijando su lugar de residencia en Mairena. Y hoy esta ciudad pertenece a la Mancomunidad de Desarrollo y Fomento del Aljarafe, que incluye a 31 municipios, ocupando el primer lugar en volumen de población, renta per cápita y número de recibos de contribución urbana.
Las tierras de este municipio son fértiles, con predominio del olivar, representado en el escudo del ayuntamiento, pero hoy son vistas desde una perspectiva de calidad ambiental y localización óptima para el uso residencial. El municipio de Mairena ofrece una gran extensión de terrenos a los núcleos limítrofes de la Cornisa: Camas, San Juan de Aznalfarache, Tomares, Gelves y Castilleja de la Cuesta, habiendo éste último ofrecido un patrón de crecimiento similar en la década de los setenta del siglo XX. De este modo, la reserva de suelo pasa de ser un recurso agrícola a urbanístico, que ha aumentado dramáticamente su peso específico en términos económicos, por lo que no es de extrañar que el sector de la construcción sea el más importante del municipio, rasgo que se extiende lógicamente al resto del Aljarafe sevillano.
Sin embargo, no estamos hablando ya de una ciudad dormitorio solamente, gracias a las actuaciones que se han llevado a cabo para la localización de servicios y pequeñas industrias, buscando el crecimiento del empleo de forma paralela al de la población. En esta dirección se crea la Sociedad de Desarrollo y Fomento del Empleo (Sodefesa) para generar trabajo local impulsando las iniciativas empresariales, con participación de la Diputación de Sevilla. Su labor se ha concentrado en los últimos años sobre la construcción, puesta en servicio y promoción del Parque Industrial y de Servicio del Aljarafe (PISA), ubicado a cinco km. de Sevilla y siete km. de la Isla de La Cartuja. Con una extensión total de 36 ha, se le ha dotado de una infraestructura moderna de abastecimiento y comunicaciones, contando además con un buen acceso por autovía. PISA inicia su actividad con una oferta de 158 parcelas, capacidad para 225 empresas y prioridad para las actividades no contaminantes. Así, se aleja del modelo tradicional de polígono industrial, ofreciendo desde un principio una imagen de zona empresarial de primera línea, con predominio del sector servicios, que incluyen una red de fibra óptica y altas prestaciones tecnológicas incorporadas, espacios destinados a emprendedores y nuevas empresas, zonas verdes... Actualmente, el proyecto que más atención acapara es el de la creación del Centro de Incubadora de Empresas; inspirado en las labores de asesoramiento empresarial y formación que Sodefesa ofrece, tanto a emprendedores como a las ya constituidas, y que pretenden implementar proyectos de modernización, innovación tecnológica, implantación de sistemas de calidad o I+D.
El éxito de este modelo, junto con el crecimiento de la población, ha justificado la inclusión de una terminal en la primera línea de tren metropolitano de Sevilla. La incorporación de esta estación supone el franqueo de la barrera física y psicológica del río Guadalquivir, cuyos cauces natural y artificial salva el trazado subterráneo. Este hecho supone el marchamo de la condición metropolitana de la zona, vinculada tradicionalmente a la Comarca del Aljarafe, y va acompañado de otras actuaciones como la del "Corredor Verde Metropolitano", que incluye además a las poblaciones de Gelves y Coria del Río y tiene como objetivo la unión de la Cornisa del Aljarafe al núcleo urbano de Sevilla dentro de una escala humana y sostenible.
El punto de inflexión para la acometida de estas actuaciones ha partido de la consolidación del modelo urbano de Mairena del Aljarafe, el cual no deja de tener zonas oscuras como todo proceso de expansión rápida. La población se ha multiplicado por diez en los últimos treinta años (40.000 h. en 2005), acaparando la preocupación de agentes locales y de ciudadanos desde una perspectiva de sostenibilidad. Y las perspectivas son de continuidad en la tendencia, pues con un porcentaje de población mayor de 65 años tres veces inferior a la media de la provincia (seis en 2003), existe un gran potencial de crecimiento vegetativo, aparte los que lleguen de fuera.
El suelo agrícola tiene una presencia casi testimonial, retrocediendo frente a una mancha de hormigón con las habituales presiones sobre el medio ambiente que suponen el abastecimiento, saneamiento, impermeabilidad del suelo... Los espacios públicos son escasos ante un crecimiento de carácter puramente privado que se mueve meramente por impulso económico y la planificación resulta complicada al tratarse ya de una conurbación donde los límites municipales son calles de una sola dirección. La población habita en su mayoría en construcciones unifamiliares que se reparten en sus casi 18 km 2 y tiene escasa identificación con el término, recordando sus orígenes funcionales de segunda residencia primero y de ciudad dormitorio después. No obstante, existen edificaciones en altura entre las que destaca la urbanización de Ciudad Aljarafe, con numerosos bloques de viviendas. Ante estas circunstancias, mancomunar las respuestas ha sido una lógica asimilada por los municipios del área y en las que Mairena del Aljarafe ha destacado por sus iniciativas, habiendo sido la propulsora de ésta y cuya dirección ostenta durante los primeros ocho años de existencia. [ Gabriel Cano / Jesús Gabriel Moreno Navarro ].
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