CAMPIÑA SUR, COMARCA

Características fundamentales que definen su medio físico son el relieve ondulado y los suelos de gran aptitud para el uso agrícola, destacando las rendsinas y xerorrendsinas, típicas para el cultivo del olivar y el viñedo, las tierras negras andaluzas, en las que destaca el cultivo de cereales y algodón, y los suelos margosos y rojos o pardo rojizos.

Como en el resto de la campiña cordobesa, las condiciones del medio físico, las características de la apropiación y explotación de la tierra y la casi inexistencia de actividades productivas contribuyen al desarrollo de una trama de asentamientos con núcleos de tamaño medio y funciones mayoritariamente agrarias típicas del hábitat rural andaluz. En la comarca, no obstante, como consecuencia de la trayectoria histórica y dinámica socioeconómica y demográfica diferenciada de los municipios, pueden distinguirse tres ámbitos: de un lado, San Sebastián de Ballesteros, asentamiento rural de pequeño tamaño, dependiente funcionalmente de Córdoba. Un segundo ámbito, constituido por los asentamientos de la zona central de secano cerealista que conforman un paisaje típicamente campiñés, en el que se pueden incluir Montemayor, Fernán Núñez, La Rambla y Santaella, núcleos de tamaño algo mayor, entre 5.000 y 10.000 h., que se encuentran igualmente dentro del área de influencia de Córdoba. Por último, cabe citar la red de asentamientos del antiguo Señorío de Aguilar, zona vitivinícola y, con diferencia, la más importante de toda la campiña cordobesa, que incluye dos asentamientos de más de 20.000 h., Puente Genil (28.004 h. en 2001) y Montilla (22.925 h.), así como Aguilar, Montalbán, Moriles y Monturque.

Con todo, el comportamiento de la población en la Campiña Sur queda definido por la tendencia regresiva generalizable a todos sus municipios. Entre 1960 y 2001 la población comarcal se reduce en un 11,8% como consecuencia de la caída de la natalidad, tendencia al envejecimiento de la población y emigración desde los municipios menos dinámicos hacia la capital provincial.

La actividad agraria es la base del desarrollo económico de la comarca, caracterizándose ésta por la tendencia a la concentración de la propiedad y predominio absoluto del cultivo de secano (96,0%). Los principales aprovechamientos agrícolas son: olivar, viñedo, cereal, algodón, membrillo (de gran importancia en Puente Genil), ajo y otros cultivos hortícolas. El olivar ocupa una parte importante de la superficie agrícola comarcal, cultivándose la variedad de olivo hojiblanca que resulta bastante productiva y cuyo fruto se puede destinar tanto para molino como para aderezo. Esta doble aptitud favorece el desarrollo de ambas industrias en la comarca, la de producción de aceite de oliva en las almazaras y la de aderezo de aceitunas.

Caldos con denominación.  Sin embargo, es el viñedo la actividad agrícola más importante de la Campiña Sur y la que sirve para darla a conocer en el mundo a través de la denominación de origen de sus vinos Montilla-Moriles. La superficie dedicada al cultivo de la vid se sitúa entorno a las 10.5000 ha y éstas se reparten entre más de 4.400 viticultores, lo que da una media de 2,3 ha por propietario, media que es preciso corregir en tanto existen tres grandes explotaciones que se extienden sobre una superficie aproximada entorno a las 100 ha. La variedad principal cultivada en la Campiña Sur es la de Pedro Ximénez y de la crianza se ocupan 81 bodegas, algunas ancestrales, de las que salen aromáticos jóvenes y el singular abanico de finos, amontillados, olorosos y el ya mencionado Pedro Ximénez.

Amparados por esa denominación de origen, diez municipios de la Campiña Sur y siete de otras comarcas cultivan viñedos y comercializan sus caldos en el mercado regional, nacional (Cataluña y la Comunidad de Madrid ocupan los primeros puestos en consumo) e internacional (Reino Unido, Francia, Alemania, el Benelux, Japón, Holanda y Estados Unidos se sitúan en la cabeza de los 22 países consumidores). Pese a todo, la incidencia de la política de la UE al reportar primas para el arranque de viñas hace descender de manera considerable la superficie de viñedo adscrita a esta Denominación de Origen. La actual extensión dedicada al cultivo garantiza una producción suficiente que puede ser absorbida por esos mercados, pero si se mantiene la tendencia al arranque se podría poner en peligro la supervivencia de estos vinos. Por ello, agentes económicos y sociales de la Comarca insisten actualmente en la necesidad de arbitrar soluciones que pasen por el fomento del cultivo en zonas de calidad superior, la búsqueda de técnicas que permitan la mecanización, la creación de asociaciones agrarias que estabilicen los precios y los mercados y la promoción del consumo de los caldos.

A este respecto es necesario resaltar que la industria relacionada con el viñedo para transformar la uva molturada en vino, las embotelladoras y las distribuidoras de vinos de Montilla-Moriles aportan unos 4.000 empleos fijos a la Campiña, existiendo actualmente en el marco de Montilla-Moriles 130 bodegas elaboradoras de vino, 17 de almacenado o crianza, 83 embotelladoras y 15 cooperativas, de las que cinco comercializan sus propios vinos.

Ajos y menbrillos.  En la Campiña Sur más del 50% de la producción agrícola proviene de cultivos herbáceos, entre los que ocupa lugar predominante el trigo, tanto duro como blando, dada la excelente aptitud del suelo campiñés para el cultivo del cereal. Entre los cultivos hortofrutícolas es necesario destacar la importancia del ajo, localizado fundamentalmente en el triángulo que conforman los municipios de Santaella, Aguilar de la Frontera y Montalbán, donde da lugar al desarrollo de una importante industria de manipulación y envasado del producto. Ésta constituye la primera zona productora de ajo de Andalucía y la segunda de España, después de Cuenca, y su cultivo, en tanto precisa gran cantidad de mano de obra (entre 60-70 personas por hectárea) y posee enorme rentabilidad, supone un importante desarrollo económico para la Comarca. Actualmente, se plantean ciertos problemas para el sector como consecuencia de la fuerte competencia que ejerce el ajo procedente de China, hoy contingentado por la Unión Europea, y la aprobación de la O.C.M. de productos hortofrutícolas, que no contempla al ajo de manera específica. En este sentido, un importante problema a resolver dentro de este subsector es el desarrollo de canales de comercialización que impidan que el valor añadido del producto vaya a parar fuera de la comarca y de Andalucía.

Como consecuencia del alto grado de desarrollo agrícola de la comarca, la industria agroalimentaria adquiere mayor importancia desde el punto de vista económico, representando un 23% del total del tejido industrial de la Campiña Sur. En ella sobresale la actividad olivarera en todos los municipios, con implantación de un elevado número de almazaras, seguida de una importante industria vitivinícola que presenta su máxima prosperidad en Montilla, Aguilar de la Frontera y Puente Genil. Igualmente destacables, pese a su menor importancia, son las empresas de transformados de cereales, ya que pese a ser notable la producción, su transformación se realiza principalmente en otras comunidades autónomas.

Mención singular requieren las empresas del sector del membrillo, localizadas fundamentalmente en el término de Puente Genil, donde constituyen la principal fuente de ingresos del municipio. Si bien es cierto que las principales plantaciones de membrillo se localizan en diferentes puntos del territorio nacional, su verdadera importancia para la comarca radica en la importante industria de transformación asociada a este fruto que se concentra entorno a Puente Genil. Aquí, la conocida fábrica de membrillos El Quijote, primer fabricante de dulce de membrillo del mundo, consigue a raíz de la escasez de alimentos de la posguerra española en los años cuarenta introducir ampliamente su producción en el mercado y revitalizar la actividad agraria entorno a la zona del Genil. Hoy en día la empresa cuenta con una planta de 20.000 m ² , donde se producen 15.000 toneladas de dulce de membrillo al año y para asegurar sus cosechas posee explotaciones propias a través de su participación en las plantaciones de Agrícola El Quijote S.A. y Membrillos Extremeños S.L., propietarios de 15.000 árboles en Puente Genil y 87.000 en Badajoz. De los más de 12 millones de euros de facturación anual, más de 6 millones provienen de la exportación a EE.UU., Venezuela, Argentina, Canadá, Portugal, Francia e Italia.

Industria y servicios.  Entre las industrias no agroalimentarias destacan la construcción de maquinaria, cuyo principal centro de desarrollo se encuentra en el municipio de Fernán Núñez, y la de la madera y mueble, que tiene gran relevancia en Montilla, en Aguilar de la Frontera y en la Rambla. En este último municipio se desarrolla además una importante industria de cerámica y alfarería que se convierte en uno de los principales ejes de actividad económica de la localidad. La construcción es otra actividad de especial importancia en la Campiña Sur y representa el 22% de la actividad industrial, siendo Fernán Núñez la localidad donde mejor se puede apreciar su relevancia, ya que el porcentaje de industrias dedicadas al sector alcanza el treinta por ciento. En Aguilar de la Frontera su desarrollo supera el 25% del total de industrias y en Montilla el 25%.

La mayor parte de la actividad del sector servicios se concentra en Montilla, ya que además de ser el municipio que cuenta con mayor índice de población, es cabeza de partido judicial, y por tanto zona de ubicación de centros institucionales con ámbito de actuación comarcal. Todas las localidades disfrutan de cierta autonomía respecto al núcleo de la capital, excepto Fernán Núñez, donde debido a la cercanía a Córdoba el sector servicios está en crisis.

El turismo constituye una actividad de menor relevancia desde el punto de vista económico en la comarca, si bien es cierto que existe un amplio patrimonio cultural y unos interesantes recursos naturales poco explotados que podrían constituirse en potencial reclamo turístico. Sin embargo, no existe una adecuada promoción de este patrimonio ni una infraestructura hotelera que permita acoger un alto número de visitantes. Desde la Mancomunidad de Municipios de la Campiña Sur de Córdoba y la Asociación G.A.L. Campiña Sur se está intentado poner solución a los problemas antes mencionados, mediante la explotación de recursos turísticos diferenciadores dentro de la comarca que constituyan un atractivo peculiar para el visitante. Así se comercializa la tradición vitivinícola de la Comarca, a través de la "ruta turística del vino" o "la alfarería" de La Rambla. En cualquier caso, se entiende que el fomento de este sector en la comarca tiene que pasar por el incremento de los servicios, no en cuanto a número de plazas hoteleras o restaurantes, sino en cuanto a la calidad de los servicios y la potenciación de las tradiciones, la gastronomía y los productos autóctonos.

Infraestructuras.  Un elemento que sin duda favorece el desarrollo de la actividad turística en la Campiña Sur, a la vez que incide positivamente sobre el desarrollo del resto de los sectores productivos, son las importantes infraestructuras viarias que se desarrollan al amparo de la localización estratégica que ésta posee, en el centro mismo de Andalucía. Así, la Autovía A-92 (Sevilla-Granada), Autovía Córdoba-Antequera o las conexiones a través de línea férrea con Córdoba y Málaga, a la vez que la entrada en funcionamiento de la línea AVE Córdoba-Málaga, con estación-apeadero en Puente Genil, garantizan las conexiones con las grandes capitales andaluzas y otros puntos del territorio nacional (Madrid-Barcelona).

El nivel de vida de la población se muestra bastante satisfactorio tal y como refleja la propia renta media familiar, cifrada en 3.303 euros por habitante. Y varios indicadores más: consumo de energía eléctrica (1.978 kilowatios/h.), número de establecimientos industriales (50,1 por cada 1.000 habitantes), inversiones en industria (84,14 euros/h), número de vehículos (408,2%), bancos y cajas de ahorro (1,1 %) o la tasa de paro 11,1%.

En la Campiña Sur la actuación de la Asociación G.D.L. Campiña Sur está resultando decisiva de cara a la promoción y dinamización del desarrollo comarcal. De este modo, la evolución del Proder II contribuirá en el transcurso de los próximos años a consolidar el desarrollo socioeconómico de la Comarca a la vez que a paliar las  principales deficiencias existentes. Todo ello mediante el seguimiento de acciones de tipo sectorial o colectivo que permitan abordar acciones conjuntas (promoción, estructuración comercial, mejora de la calidad, etc.) dirigidas a la industria en general y, en especial, a la agroindustria, diversificadoras de la economía comarcal/local. En definitiva, mediante el apoyo de todas aquellas acciones que sean innovadoras y tengan carácter demostrativo. [ Inmaculada España Ríos ].