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RINCÓN DE LA VICTORIA |
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(MA). Municipio malagueño perteneciente a la comarca
de la Axarquía, se eleva ocho metros sobre el nivel del mar y su
extensión superficial es de 28 km
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Situación y emplazamiento.
Consta de cuatro núcleos de población, tres en
la franja costera (La Cala del Moral, Rincón de la Victoria y Torre de
Benagalbón) y uno en el interior (Benagalbón), por los que se distribuyen
33.817 h. Está enmarcado por el arroyo Totalán, al Oeste, y por el de San
Millán, al Este, cauces a los que hay que añadir los de otros dos
arroyos, el de Granadillas y el de Benagalbón, todos ellos de caudal
estacional. De la franja litoral hacia el interior del terreno presenta
numerosas lomas alargadas en las que predominan los olivos, almendros,
algarrobos y viñas en lo que es un paisaje típicamente axárquico, pero
sin grandes alturas, ya que el pico más elevado es el cerro de Salazar,
con 512 m. Así, la oferta territorial es en inicio fundamentalmente
agraria, pero después se ha beneficiado de su clima mediterráneo
subtropical y de las playas para el desarrollo turístico; y también de la
cercanía a Málaga, como periferia de su área metropolitana.
Historia.
La presencia humana en este territorio puede
datarse desde el Paleolítico Superior (35.000-10.000 a.C.), como
demuestran los restos líticos y las pinturas rupestres de la cueva del
Higuerón o del Tesoro, entre Rincón de la Victoria y La Cala del Moral.
También se han hallado vestigios de la Edad del Bronce en la Cueva de la
Victoria, muy cercana a la anterior. Hacia el año 550 a.C. se levanta un
poblado fenicio en la loma de Benagalbón e incluso un templo dedicado a
la diosa Noctiluca. Tras la Segunda Guerra Púnica, los romanos llegan a
estas tierras, presencia atestiguada por algunos mosaicos, restos de
antiguas termas, y las palabras de Plinio (siglo I d.C.) que ubican en
esta zona una fortaleza construida para hacer frente a una eventual
invasión desde el mar. Es posible que en torno a este bastión defensivo
los árabes fundaran el actual Rincón de la Victoria con el nombre de
Bezmiliana. Gracias a un testimonio del geógrafo ceutí al-Idrisi podemos
saber que, en tiempos de al-Ándalus, posee un puerto pesquero, una
medina, una mezquita y una muralla que protege la población. Durante el
Califato pertenece a la cora de Rayya, con capital en Málaga, en cuya
taifa se integra en el XI, aunque a finales del mismo pertenece al reino
Zirí de Granada, en el XIII a los almohades de Málaga y desde mediados de
ese siglo se incluye en el estado nazarita de la ciudad de la
Alhambra.
El avance de las tropas castellanas hacia Málaga
?conquistada en 1487? determina la huida de sus habitantes (aunque
después regresan algunos), por lo que hacia finales del siglo XV y
principios del XVI llegan unas 120 personas con el objetivo de repoblar
el lugar. No obstante, antes de 1569 se produciría un nuevo abandono,
motivado por una epidemia de peste, el malestar entre los moriscos, cada
vez más sojuzgados por los castellanos, y las continuas agresiones de los
piratas berberiscos. Para evitar los ataques desde el mar a mediados del
siglo XVIII, en 1766, Carlos III ordena la construcción de la fortaleza o
castillo de Bezmiliana, junto al camino real a Vélez-Málaga. Alrededor de
sus murallas comenzaría a crecer una población dedicada a las tareas del
mar y aneja a Benagalbón, núcleo principal del municipio, que en 1842
tenía 1.138 h. y producía pasas, higos, limones, vino, aceite y
hortalizas. En 1906, cuando el número de habitantes pasa a ser inferior
al del Rincón de la Victoria, ésta encabeza el municipio, aunque hasta
1950 (5.976 h) no se establece de forma oficial el ayuntamiento en Rincón
de la Victoria, cuyo nombre encuentra sus orígenes en el convento que
ocupaba estos lugares.
Economía y Población.
En la segunda mitad del siglo XX, sobre todo
desde la década de los sesenta, el municipio experimenta un crecimiento
continuo gracias al turismo, estableciéndose colonias permanentes de
alemanes, ingleses? que buscaban sus nueve km. de playas y las cálidas
temperaturas que disfruta durante todo el año ?la temperatura media anual
es casi de 20°C y rara vez el termómetro baja de los 10°C?. Por otra
parte, su estratégico emplazamiento ha jugado un papel fundamental en el
desarrollo posterior: dista 21,5 km. de Vélez-Málaga, capital de la
Axarquía, y 12 km. de Málaga, ciudades con las que se encuentra
perfectamente comunicada a través de la Autovía del Mediterráneo
(A7-E15), además de la Ma-24 (antigua N-340).
Esta cercanía, unida al boom inmobiliario de los
años ochenta, lleva a muchos malagueños a establecer su residencia en
este municipio, que pasa de 7.803 h en 1981 a 12.601 diez años después y
a 33.817 en 2006; es decir, un incremento relativo del 333% en 25 años.
Pronto la economía deja de depender de la pesca o la agricultura, para
centrarse en el sector servicios y el turismo y, así, se explica que el
porcentaje de población menor de 20 años sea del 24,3%, mientras que el
de mayores de 65 años apenas supone el 10%. Por lo que respecta a la
agricultura, su clima subtropical propicia que los tradicionales cultivos
de secano (olivos, vides, almendros?) estén dando paso a otros
marcadamente tropicales (aguacates, mangos).
Monumentos, fiestas y turismo.
A pesar de ser un municipio eminentemente
costero, Rincón de la Victoria también cuenta con un núcleo rural,
Benagalbón, que conserva los rasgos típicos de un pueblo andalusí. Allí
se puede visitar la iglesia de la Candelaria (siglo XVI, de origen
mudéjar) y el Museo de Artes y Tradiciones Populares. Otros atractivos
turísticos son la Casa-Fuerte de Bezmiliana, construida en 1766 para
repeler cualquier ataque desde el mar, como ya se ha señalado en los
párrafos anteriores; las torres almenaras de El Cantal y de Benagalbón,
núcleo este último en el que también puede verse un yacimiento romano que
tiene su origen en los siglos VIII y VII a.C., aunque los restos
arqueológicos más destacados datan de la tercera y cuarta centuria de
nuestra era: un complejo termal, una lujosa villa romana con trece
mosaicos?; la ya citada Cueva del Higuerón o del Tesoro; o el Parque
Arqueológico del Mediterráneo, inaugurado en 2005.
Este recorrido monumental se complementa con un
amplio calendario festivo que podemos comenzar el 2 de febrero en la
Feria de Benagalbón, cuando los vecinos pasean por las calles del pueblo
a su patrona, a la que los fieles arrojan peladillas y cacahuetes durante
todo su recorrido. También celebran sus ferias Cala del Moral ?a
principios de julio?, Rincón de la Victoria ?en torno al 16 de julio,
cuando procesiona la Virgen del Carmen? y Torre de Benagalbón ?en
agosto?, repartiéndose las romerías de los distintos núcleos durante todo
el mes de mayo. Otra cita de gran tradición es el Concurso de verdiales
(cantes y bailes axarquíes de origen morisco) de Benagalbón, que tiene
lugar en la segunda quincena de septiembre. A estas fiestas hay que sumar
las habituales del resto de pueblos andaluces, como los carnavales, la
Semana Santa o el Corpus.
La gastronomía de Rincón de la Victoria destaca por
la calidad de su pescado, especialmente del ?boquerón victoriano? o de
los espetos de sardinas, acompañados con zoque (tradicional gazpacho
rinconero) o ajoblanco. Asimismo, son típicos los maimones (sopa a base
de pan, tomate, aceite, ajo y almejas); y su repostería se puede degustar
junto a las frutas que producen sus tierras: brevas, uva moscatel, higo,
aguacate o mango.
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