(Ja).Ciudad de 21.500 h., capital de la comarca Sierra Sur de Jaén, de cuya capital dista 75 Km. Su término se extiende por 261 Km 2 y se localiza a 918 m. sobre el nivel del mar.
Situación. Se encuentra en un pasillo dentro del Subbético * y concretamente en la comarca natural de los Montes, a caballo entre Jaén y Granada. En la divisoria de aguas entre las cabeceras del río Velilla, que desemboca en el Genil por el sur, y la del Guadajoz, que llega al Guadalquivir, pasada ya Córdoba. Ese corredor está unos 700 m. por debajo de cimas próximas y establece la comunicación entre el Valle del Guadalquivir y la Depresión Intrabética o, si se quiere, entre Jaén y Granada. Paso, cruce de caminos, posición estratégica y tierras de labor se relacionan con su historia.
Historia. Alcalá es una fortaleza importante en las fronteras del Reino nazarí de Granada y desde 1213, cuando la conquista el rey de Castilla y la entrega a la Orden de Calatrava, hasta 1341 en que la toma Alfonso XI, está alternativamente bajo soberanía castellana o andalusí. Su origen está en una fortaleza o al-Qalá sobre el monte de la Mota, donde quedan restos de arquitectura, y pertenece a Ben Zayde, personaje de la familia Banu Said, famosa por su cultura. Al Calá Benzaide (así la llaman hasta el siglo XIV; entre otros Abulfeda, geógrafo de finales del XIII) forma parte de la kora o provincia califal de Elvira (Granada) y no de Xauén (Jaén), y lo mismo ocurría en los reinos almohades. Antes, época de las segundas taifas, Alcalá era un señorío independiente de los almorávides, gobernado por Abdelmalik Ibn Said. En el asedio de los Reyes Católicos a Granada las campiñas de Alcalá son taladas y parece que la reina Isabel permanece allí una temporada y la ciudad recibe el título, bastante común por entonces, de "Muy noble y muy leal". En 1516 se instala en Alcalá durante cinco meses la Chancillería de Granada a causa de la epidemia de peste en la capital nazarí. Según algún historiador, Felipe IV vende la ciudad al conde de Trujillo para subvenir los muchos gastos de la corte, aunque pronto revierte a la población. El cartógrafo Blaeu la sitúa ya en 1672 dentro de Jaén y en el Censo de Floridablanca, 1785, aparece como cabeza de partido y se mantiene como tal desde la división de partidos judiciales de 1834 hasta hoy. Tiene una época de auge y ennoblecimiento para decaer después por la caída de los precios de cereales y las epidemias de la Edad Moderna.
A mediados del siglo XIX hay 11.524 h., de los cuales casi 5.000 viven fuera del núcleo en lugares como Charilla (con cerca de 1.000 h.), Cantera, Hortichuela o Rávita, debido a la relativa extensión del término y la abundancia de labor. Así la agricultura era la principal actividad y se exportaba trigo a Granada, Málaga y su costa; incluso, en años secos, a las campiñas de Córdoba y Sevilla. Se recolectaban otros cultivos y eran famosos los garbanzos. La ganadería ya decae por falta de pastos y la feria, concedida en 1688, atrae a mercaderes de muchos lugares. La población desciende por las laderas del cerro de la Mota y ocupa también parte del de las Cruces, constituyendo un intrincado dédalo de callejas empinadas y estrechas, con casas de patios y huertos. Destaca la plaza del Consistorio, la fuente de la Mora, varias plazuelas, la abadía, el hospital, la iglesia de Santo Domingo sobre la antigua mezquita, conventos, ermitas" y quedan murallas y puertas (Arcos, Muladares, Campo, Madero"). La situación de cruce se plasma en la antigua carretera Granada-Córdoba y la de Jaén hacia Madrid, aparte de numerosos caminos de herradura a Montefrío, Iznalloz, Alcaudete y Baena. Alcalá la Real (antes de Ben Zayde) es cuna de algunos personajes destacados, como el famoso escultor Martínez Montañés y del Arcipreste de Hita, si bien se duda sobre su procedencia. Las guías turísticas destacan las fiestas de San Mateo, en septiembre, la Virgen de las Mercedes en agosto, la feria de San Antonio en junio, y una gastronomía andaluza con gazpacho y otros platos.
Plano urbano y monumentos. De su pasado andalusí conserva la antigua fortaleza, hoy denominada castillo de la Mota, de unas tres hectáreas, con grandes tramos de murallas y torres, confundiéndose casi con las calizas del tajo sobre las que se asienta dominando la ciudad. Contaba con siete puertas, siendo ahora la principal la de la Imagen, de entrada quebrada parecida a la puerta de la Justicia de la Alhambra. En su alrededor hay una serie de atalayas para reforzar la defensa, de las que quedan quince, nueve de ellas andalusíes. En el interior del castillo se edifica en el siglo XIV la Colegiata sobre restos anteriores (iberos, romanos, visigodos, árabes), como suele ocurrir en las partes altas de las ciudades, lugares defensivos en distintas épocas. La iglesia de Santo Domingo de Silos, de estilo mudéjar, se construye sobre la mezquita y hay otros templos en la ciudad (Consolación, Rosario, Angustias), ermitas, palacios (Abad y de Tercia), el antiguo hospital y la plaza Mayor, en cuyo Ayuntamiento, de estilo barroco, se conservan pinturas de Alonso Cano y Bocanegra.
Economía, población y área de influencia. Alcalá la Real es una ciudad intermedia y su evolución reciente viene marcada por una serie de factores que repercuten negativamente en su capacidad de modernizarse, de organizar el entorno territorial y de transformarlo. Aunque zona de paso (con repercusiones positivas en otras épocas de menores exigencias infraestructurales), su situación en un área de montaña media, de comunicaciones difíciles hasta hace poco tiempo y su localización en la provincia de Jaén, son factores que dificultan su desarrollo en épocas recientes, incrementando su dependencia del exterior para el abastecimiento de la mayoría de funciones semiespecializadas o especializadas e incluso, en determinadas épocas, de las básicas. El atraso de la provincia y la desarticulación territorial que se crea cuando la ciudad de Jaén se convierte en capital provincial tardan mucho tiempo en superarse e influye de forma no positiva en esta comarca. Por otra parte, las considerables distancias y dificultades orográficas en las comunicaciones de Alcalá la Real con el área urbana de Jaén en épocas históricas provocan un basculamiento de la zona y de la ciudad hacia Granada, por razones de proximidad, a la hora de proveerse de servicios y de bienes.
El predominio del monocultivo olivarero acompañado de la pequeña propiedad sigue generando escasas rentas y una fuerte estacionalidad en el trabajo. Esta situación favorece el que las rentas derivadas del sistema de atención social se conviertan para una parte de la población en un elemento fundamental de la economía, incidiendo igualmente en una progresiva dependencia del exterior. Pues se trata de una agrociudad, que cuando pierde las funciones tradicionales no es capaz de diversificar su economía (industria y servicios) y de integrase en los procesos de modernización de Andalucía. Hechos que a su vez propician un bajo nivel de urbanización y acrecientan más los niveles de paro. Únicamente en los últimos años se observa un tímido desarrollo industrial favorecido por la mejora de las comunicaciones y por las ayudas económicas de la Unión Europea (UE).
La transformación de la base productiva se realiza a partir del desarrollo de los servicios, cuya población activa representa el 42,8%. Y dentro de esta actividad el turismo rural y el cultural podría contribuir a diversificar la economía aprovechando el importante patrimonio cultural que tiene la ciudad (Alcalá es declarada conjunto histórico-artístico en 1967). En un lugar más secundario, la industria, que ocupa al 14,1% de la población activa, y la construcción (8,3%) significan los sectores emergentes por excelencia, destacando los materiales de albañilería, alimentación, textil, confección y química. En este sentido, las zonas industriales se localizan en las carreteras N-432 y A-340 situadas al sur de la ciudad. En conclusión, cabe afirmar que esta evolución lenta experimentada por Alcalá la Real repercuten fundamentalmente de dos maneras. Primero, por el desarrollo de una centralidad débil en relación con los municipios rurales del entorno (Castillo de Locubin, Frailes y Siles), a pesar de que en la actualidad constituye el núcleo organizador de los municipios de la sierra y se considera su capital comarcal. Incluso, su área de influencia alcanza también pueblos granadinos, como Montejícar y Guadahortuna, puesto que los Montes constituye una comarca natural, histórica y económica entre las dos provincias que, como en tanto otros lugares, dibujan límites artificiales. En cualquier caso, esta función de centro comarcal cada vez se refuerza más por la modernización de las vías de comunicación; así, la columna vertebral de la red de carreteras de Alcalá la Real es la N-432 que une Granada con Badajoz pasando por Córdoba y que, a su vez, estructura las comunicaciones de la capital provincial con su entorno. Junto a ésta el otro gran eje es la A-340 y en menor medida la A-335.
La segunda repercusión es en la dinámica poblacional de Alcalá la Real, pues todo este proceso económico y social desemboca en una tendencia regresiva de la demografía, ya que el censo pasa de 23.688 habitantes en 1960 a 21.517 en el 2003. Y las características de esta tendencia vienen definidas por un crecimiento vegetativo próximo a cero, un porcentaje de mayores de 65 años elevado (20,6%) y un saldo migratorio ligeramente negativo en los últimos diez años. Con lo cual, el resultado de la combinación del conjunto de estos indicadores dan lugar a que en la actualidad la tasa media interanual sea de "0,07 por mil.[ Gabriel Cano / Rosa Jordá Borrell ]
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