La provincia de Granada se localiza en el Este de Andalucía, lindando con Almería, Málaga, Córdoba y Jaén, con una extensión de 12.635 km 2 y una población "en 2003" de 828.107 h.; esto es, el 14,4% y el 10,9% andaluz, respectivamente. Cuenta con 168 municipios "la primera en este aspecto, con el 22% de la Comunidad", distribuidos en nueve comarcas: la de la capital, tres al Este y una al Oeste con centros en la Depresión Intrabética "Huéscar, Baza, Guadix y Poniente", Los Montes "unidad natural con los inmediatos de Jaén", la Alpujarra "también parte de la misma unidad dividida artificialmente por el límite con Almería", el Valle de Lecrín y la Costa.
Historia. Esta provincia, como las demás de Andalucía, es creada en 1833, según la división del granadino Javier de Burgos, sin que existiesen antecedentes comparables. La cora califal de Elvira, especie de provincia o comarca, llegaba por el Norte precisamente hasta los citados Montes, incluyendo "además de Priego" Huelma y Alcalá la Real, hoy jiennenses, pero, en cambio, pertenecía a la extensa cora de Xauén toda la parte Norte actual "Baza y Huéscar", prácticamente la cuenca del Guadiana Menor, además del Almanzora. Se trataba de un territorio variado con abundancia de hortalizas y frutas en la Vega de Granada, caña de azúcar y plátanos en la Costa, olivares en el norte y azafrán en Priego. Se extraían diversos minerales "oro, plata, plomo, hierro" y pastaban ganados comunales en el norte costa y Alpujarra. Con pocas variaciones se convierte en un reino de taifa, zirí, tras la disolución del Califato; y, asimismo, constituye un reino "junto con los de Almería, Jaén, Córdoba y Sevilla" del imperio almohade.
Tras la conquista castellana del Valle del Guadalquivir, se forma el reino musulmán nazarí con centro en Granada, abarcando prácticamente la actual provincia más las de Almería y Málaga, menos Antequera, y ocupando en ocasiones parte de Jaén, Córdoba, Sevilla y Cádiz. Una vez conquistada por los Reyes Católicos, pasa a ser un reino, más administrativo que político, con los otros tres andaluces y así se mantiene hasta 1833. Antes, y como resultado de la política marítima del siglo XVIII, se había creado el distrito de Málaga y en la prefecturas de 1810, a imitación de las francesas, aparecen Málaga y Granada "ésta con Almería". En 1833 se segrega también del antiguo reino nazarí una nueva circunscripción, la almeriense.
Límites. Así, la provincia de Granada adquiere los límites actuales, recogiendo en el Norte la cuenca del Guadiana Menor, aproximadamente por la divisoria con el Guadalquivir por las sierras de la Sagra, Pozo y Segura, con Jaén. Y, con Almería por el Almanzora, dejando al Este las sierras de María, las Estancias y los Filabres, continuación ésta de la de Baza y cortando hacia el sur artificialmente en dos la comarca natural e histórica de la Alpujarra; para bajar a la costa aprovechando el valle del río Adra. Algo parecido ocurre con Los Montes, al trazarse la línea siguiendo en el Este la divisoria entre los afluentes del Guadalquivir "Jandulilla, Bédmar, Guadalbullón"" y los septentrionales del Genil; pero no tanto al Oeste "zona de Alcalá", en que desciende de latitud. Tal divisoria se sigue más o menos en la zona de Priego y se ajusta más con el Guadalhorce al Oeste de Loja, siguiendo luego un límite antiguo por las cimas de Alhama, Tejeda y Almijara.
Paisajes. Comprende cuatro unidades andaluzas: el Subbético "Sagra, Los Montes", la Depresión Intrabética "cuencas del Guadiana Menor y Genil", la Penibética "Sierra Nevada, Baza, la Alpujarra, Alhama" y la costa. El Subbético, o parte externa de las cadenas béticas, va perdiendo altitud, como en general todas las estructuras andaluzas, hacia el Oeste, pasando de los 2.383 m. de la Sagra a los 921 m. en la Sierra de Campo Agro al Sur de Iznájar y, en medio, Alta Coloma 1.698 m. "Montejícar" y Parapanda 1.604 m. "Montefrío". Son montañas predominantemente calizas, con relieves de pliegues bien conservados, fenómenos kársticos "dolinas o torcas, simas, fuentes, etc." y una creciente presencia de cultivos hacia occidente, sobre todo el olivar. La disolución caliza proporciona surgencias de agua, que han favorecido regadíos y asentamientos, aunque menos numerosos e importantes que en la parte de Jaén y Córdoba; si bien, comparte en líneas generales un clima mediterráneo de inviernos templado-fríos, según la clasificación de Köppen o continental mediterráneo "Capel Molina" como la Depresión Intrabética, pero con inviernos algo más fríos. Así, Iznalloz registra una temperatura media anual de 12,7 ºC; 5,6 ºC la media del mes más frío "enero", 22 ºC en julio, y una promedio anual de 574 milímetros de lluvias. Su vegetación es mediterránea, pero abundan más los pinares, en parte repoblados, que el arbolado climático de encinares, y, eso sí, el matorral calizo "romero, tomillo". Aquí nacen afluentes del Guadina Menor "Huéscar, Guardal, Castril" y del Genil "Cubillas, Colomera, Velillos, Vilano", que alimentan varios embalses, sobre todo el de Iznájar "el de mayor capacidad de Andalucía, con cerca de 1.000 hm 3 " y el Negratín.
La Penibética es el resultado de los plegamientos alpinos, que involucran materiales calizos secundarios, similares a los del Subbético, pero también parte del macizo bético-rifeño con roquedo antiguo como el de Sierra Morena "pizarras, cuarcitas, mármoles"" y mantos de corrimiento o desplazamiento de materiales, que complican las estructuras. Pero la parte más señalada de la Penibética granadina es, sin duda, la inmensa mole cupuliforme de Sierra Nevada, que alcanza los 3.482 m. de altitud en el pico Mulhacén, de nieves persistentes y reservorio de agua, tanto hacia el Guadalquivir "vía Genil" como al Mediterráneo "Guadalfeo". Las cliseries o pisos de vegetación desde la Vega, o más aún desde la costa, abarcan entre el escalón termomediterráneo (16-18ºC de temperatura media anual) y el crioromediterráeno (-4) con sucesión del matorral xérico "palmito" al espinoso y almohadillado de las cumbres, pasando por encinas, roble melojo, pino silvestre "existente sólo aquí y en la Sierra de Baza", sabinas y endemismos propios nevadenses, como la viola o la linaria; constituyendo precisamente Sierra Nevada "por altitud, latitud y situación" un reservorio de endemismos florísticos. No menos interesantes son las diferencias paisajísticas entre la solana y la umbría, ya que en ésta, de gradiente térmico más favorable, se instalan "desde el culmen de sus laderas, Trevélez, 1.476 m., y en el valle del Guadalfeo" pueblos de origen andalusí "Lanjarón, Órgiva, Capilerira, Bubión, Pitres, Almejíjar, Alcútar, Bérchules, Mecina Bombarón, Yegen, Válor, Ugíjar" con una fisonomía arquitectónica "casas cúbicas con terrazas" y callejera propias, así como los aterrazamientos para cultivos, algunos abandonados.
Las sierras de Contraviesa "1.544 m." y Lújar "1.871 m." cierran por el Sur el Valle del Guadalfeo, que sitúan también en la solana pueblos que miran al mar "Murtas, Albondón, Alcázar, Rubite". Al Oeste, una fosa tectónica separa la mole nevadense de las sierras de Guájaras y Alhama, ya de menores alturas y tierras de transición a la Depresión Intrabética por Loja. Esa fosa tectónica es el Valle de Lecrín, que comunica la Vega de Granada con la costa. Al Este, la Sierra de Baza llega casi a los 2.800 m. de altitud y, aunque con menos extensión, guarda ciertas semejanzas físicas con Sierra Nevada, pero apenas asienta población, a diferencia de su continuación oriental, los Filabres.
La costa granadina es una unidad paisajística muy significativa, formada por acantilados de la sierra penibética y espacios llanos de playas y costa baja de deltas y conos, por la deposición de materiales fluviales "Albuñol, Gualchos, Guadalfeo, Verde", asiento de pueblos y ciudades históricas, portuarias y turísticas "Castell de Ferro, Motril, Salobreña, Almuñécar". Y, sobre todo, único espacio subtropical de Europa, pues a su latitud mediterránea une la protección proporcionada por la mole nevadense de los vientos del norte, ostentando temperaturas medias anuales de casi 19 ºC y medias de enero cercanas a los 14, posibilitando cultivos subtropicales: caña de azúcar, plátanos, mango, aguacate"
La Depresión Intrabética, entre las sierras subbéticas y penibéticas, se forma por el relleno de surcos y fosas debido a los aportes fluviales "limos, arcilla, arenas, conglomerados"", que después de los plegamientos alpinos se elevan por neotectónica y alcanzan casi los 1.000 m. de altitud, desencadenando un encajamiento fluvial muy fuerte, sobre todo en la cuenca del Guadiana Menor, capturada o incorporada al Guadalquivir por el pasillo del Negratín. Entonces, desde los piedemontes o glacis de acumulación se suceden otros de erosión, a veces escalonados, y sobre todo una profusión de barrancos o badlands "malas tierras" en un paisaje árido con predominio de matorral xérico "tomillo, romero, esparto, albardín"", con precipitaciones medias anuales no mucho más allá de los 300 milímetros en Guadix, por ejemplo.
Esta Depresión abarca todo el noreste de la provincia "comarcas de Huéscar, Baza y Guadix", interrumpida por las sierras de Huétor y Harana "2.000 m.", para continuar en la Vega de Granada "de una geomorfología menos agresiva que la oriental" y continuar por Loja hasta Antequera, ya en Málaga, para enlazar con el Valle del Guadalquivir. Se trata de un paso natural entre montañas, que comunica Andalucía con Murcia y dibuja un eje transversal andaluz con vías y calzadas antiguas, por donde discurre hoy la autovía autonómica del 92, enlazando pueblos y ciudades granadinas, centradas por la misma capital.
Ciudades, comarcas y vías. La capital granadina concentra con su cuarto de millón de habitantes el 28,7% de la población, algo inferior a la media andaluza (31%) y, por lo tanto, distante del máximo de Málaga (40%) y del mínimo gaditano (12%), presentando también una situación intermedia respecto a la relación con el segundo núcleo "Motril", cuya población cuadriplica "el índice Córdoba / Lucena es casi nueve y el cociente más bajo, Cádiz, 0,8 con Jerez". Así, la ciudad nazarí centra una comarca o área metropolitana, basada en su vega, la situación central en la autovía, el peso histórico y político-administrativo y la función de capital provincial. Además, el reciente desplazamiento generalizado desde los centros metropolitanos a municipios cercanos hace aumentar su censo, de modo que en el área hay ya ocho núcleos con más de 10.000 h.: Pinos Puente, Atarfe y Maracena en la carretera hacia Alcalá la Real y cerca de la autovía a Jaén y en la prolongación de ésta hacia la costa, Armilla; y no muy lejos Huétor Vega, Ogíjares y la Zubia; y en la A-92, hacia Loja, Santa Fe.
En la misma A-92 se asientan Guadix y Baza, ciudades que pasan de los 20.000 h. y encabezan sendas comarcas con unas áreas de influencia muy claras respecto a una serie de pueblos "más numerosos y pequeños en el primer caso", para los que constituyen un centro de mercado y servicios "sanitarios, educativos medios, judiciales, etc.". Cuentan además con larga trayectoria histórica, capitalizan dos antiguas vegas y constituyen cruces de caminos: Guadix hacia Almería por autovía y ferrocarril y Baza hacia el Valle del Almanzora y Úbeda. La parte occidental de la Depresión Intrabética compone una amplia comarca "el Poniente granadino", que en realidad une tres territorios con base histórica, natural y en parte funcional. Loja, con más de 20.000 h. y características similares a las dos ciudades medias descritas antes, Íllora "10.000 h." y Montefrío, en los Montes occidentales, y Alhama al sur.
La costa granadina, como en general la andaluza, crece en población por la agricultura intensiva, y subtropical en este caso, el turismo y la función administrativa y de oferta de comercios y servicios. Así, Motril, antiguo puerto, pasa de los 50.000 h. y Almuñécar de los 20.000, sumando Salobreña más de 10.000, de manera que esta comarca supera los 100.000 h. En cambio, las otras cuatro comarcas de esta provincia se sitúan en la última parte de la lista comarcal andaluza con poblaciones de entre 20.000 y 30.000 h. y centros con menos de 10.000 h. La Alpujarra, cada vez más traspaís de la próspera costa y con grandes valores ecológicos, paisajísticos y turísticos, cuenta con Órgiva y no muy buenas vías de comunicación, aunque mejoradas recientemente. El Valle de Lecrín es un territorio natural e histórico con dos cabeceras, Dúrcal y Padul, cada vez más difuminadas por las potentes vecinas, Vega y Costa, unidas por autovía, cuyo trazado aprovecha este valle. Los Montes, asimismo entre Granada y Jaén, son un territorio natural y predominantemente rural y cerealista con cabecera en Iznalloz. Y, finalmente, Huéscar centra una comarca de delimitación estratégica para promover el desarrollo de esta parte de la provincia, un tanto apartada de las grandes vías y muy castigada por la emigración, nota distintiva de esta provincia en la parte central de la segunda mitad del siglo XX, como se verá a continuación.
Población. En efecto, entre 1950 y 1980 la fuerte emigración arroja un saldo negativo "diferencia entre lo que hubiera crecido naturalmente la población y los censos reales" cercano a los 400.000 efectivos, casi la mitad "el 45,7%, Andalucía el 30%" de la población de mediados de siglo. Se desplaza a distintos países de Europa, al área metropolitana de Barcelona, Madrid, Valencia... y tiene todas las consecuencias conocidas en pérdida de recursos humanos y envejecimiento. Por eso los efectivos demográficos de esta provincia disminuyen de 777.112 en 1960 a 758.618 veinte años después, alcanzando los 828.107 en 2003, pero el peso relativo en el conjunto andaluz ha descendido desde el 14,2 % de 1930 al 10,9%. Y lo mismo su densidad, que en 2003 (65,5 h/km 2 ) queda por debajo de la media andaluza (86,8), si bien los núcleos con más de 20.000 h. alojan casi la mitad la población provincial "unos 13 puntos por debajo de la media autonómica", suponiendo la ciudad superior a los 50.000 h., Motril, algo más del seis por ciento, sobrepasando, en cambio, en tres puntos a la media en los porcentajes de habitantes en lugares de menos de 10.000.
Otra consecuencia es que el crecimiento natural es inferior a la media autonómica: 2,2" "11 de natalidad y 8,8 de mortalidad" frente al máximo almeriense de casi 5 y una pauta andaluza de 2,7. Si bien, el envejecimiento "14% de población con más de 65 años" aún no es muy acusado "Jaén supera el 17", quedando algo por debajo de la media andaluza (14,4%).
De acuerdo con las cifras del Instituto de Estadística de Andalucía, la clasificación de la población activa en 2003 mantiene una tasa de activos inferior en dos puntos y medio a la Comunidad Autónoma "53 sobre la población de 16 y más años" y el índice de paro es similar al promedio. En la clasificación por sectores, el porcentaje de servicios (65,4%) es parecido al andaluz (64,3%), siendo inferior en industria y construcción, y mayor en la agricultura: 9,2%, 12,4% y 13%, respectivamente, frente a 11,6% (18,7% la media estatal), 14,2% y 9,9%.
Economía. Esos datos indican un predominio de la economía agraria y la superficie cultivada provincial supera en dos puntos la media andaluza, a pesar del carácter árido de muchas de sus tierras. A principios del siglo XXI los porcentajes regados se asemejan al andaluz (15%), tras las transformaciones en el Valle del Guadalquivir (Sevilla, 20%) y la agricultura intensiva almeriense (25%), antes de las cuales las vegas de Granada, Baza, Guadix y costa (por lo menos de época andalusí) suponían una parte importante del regadío andaluz.
Así el VAB del sector primario (9,7) no alcanza el promedio autonómico (10,3) y queda muy lejos del almeriense (24). El barbecho y otros (28% de lo cultivado) casi duplican la media andaluza y los tipos de cultivos son menos intensivos en general. Si bien, entre cereales, leguminosas y tubérculos ocupan el 20,5 %; algo inferior al promedio (casi 23). Y en las hortalizas y frutas las cifras granadinas sobrepasan siete puntos (casi 18%) a las andaluzas, constituyendo además la principal cosecha "600.000 toneladas en 2002-2003, por delante de la aceituna, 500.000"; los industriales "remolacha, algodón"" apenas llegan al 4% y el olivar no alcanza el 30% (Andalucía, 36%), ocupando a veces tierras secas, de baja calidad y regadío eventual, si bien es necesario añadir a este propósito que el olivar tiene apreciaciones ecológicas y sociales que aumentan su mero valor económico.
Las condiciones naturales explican que se registre aquí el 11,5% de la cabaña andaluza, cuando la extensión provincial es el 14,4%, y que existan casi 200.000 cabezas de caprino. En la industria las cifras de VAB no llegan a las medias andaluzas, acercándose la derivada de la agricultura "cereal, olivar...", que se localiza preferentemente en la capital y ciudades medias "Motril, Baza, Guadix, Loja"". Tal actividad reúne casi la cuarta parte de los establecimientos y en esta variable no se diferencia mucho de la pauta andaluza, excepto algo más en textil y madera y menos en industrias diversas "9,5 y 14,5 %, respectivamente".
Como ocurre en las demás provincias, el VAB correspondiente a servicios es con mucho el más importante, suponiendo en Granada (66%) dos puntos más de la media andaluza, llegando el sector público al 27% (Córdoba casi el 30; promedio 23 y el estatal, 19) y sin que haya índices sobresalientes en las demás ramas, constituyendo comercio, transportes y comunicaciones la mayoría. No deja de ser significativo que lo considerado sector cuaternario "créditos, seguros, alquiler de inmuebles, servicios avanzados a empresas..." sólo queda medio punto por debajo de la media andaluza (18,2); esto es menos desfavorable que Córdoba o Jaén por la existencia de la costa, que eleva también las variables del sector construcción. El turismo es muy importante en la capital, por el atractivo de la Alhambra, aunque otras ciudades también poseen un rico patrimonio.
El producto interior bruto (PIB) gana unos 5 puntos en la década de los noventa sobre el promedio 100 andaluz, pero no pasa mucho del 60% estatal. La renta familiar disponible de la provincia es similar a la media andaluza "entre 8.000 y 9.000 euros" y por debajo de la española "más de 9.700 euros". [ Gabriel Cano ].
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